Palestina Libre
LOS NIÑOS DE UN DIOS MENOR
¡NO EN MI NOMBRE!
SI YO FUERA PALOMA...
DEFENSA PROPIA
CONTINÚA EL ESTADO DE EXCEPCIÓN EN CAJAMARCA
Sorpresivamente el gobierno peruano decretó una
prórroga por treinta días del "Estado de Emergencia" en Cajamarca.
Treinta días en los que el ejecutivo de Humala tratará de impedir el desarrollo
de nuevas movilizaciones por parte de la población opuesta al proyecto minero
Conga.
En Celendín, escenario de la muerte a balazos de 4
pobladores, intentamos pulsar el estado de ánimo de la gente. Circulamos
durante horas por una pista polvorienta, en construcción, camino de esta
localidad cajamarquina de 15.000 habitantes. Hoy se cumple un mes justo del
suceso y a la tarde se celebrará una misa multitudinaria por los fallecidos y
heridos por la policía. Todos los balcones con crespones negros. Pintadas
enormes de Conga No Va decoran las fachadas de las populares viviendas
celendinas. Pese al estado de emergencia
el oficio fúnebre acaba en la calle y cientos de personas toman pacíficamente
la Plaza de Armas. Alto precio han pagado por defender la vida y el agua aquí
en la montaña.
El "Estado de Emergencia" no ha traído
mayor sosiego a la región. Calles
tomadas por soldados y policías. Detenciones de periodistas, como Jorge Chávez,
en Celendin, durante el desarrollo de su trabajo. Desapariciones de dirigentes
ronderos campesinos, como Heriberto
Cueva de la Cruz, arrancado de su casa en Pampa Verde, por un operativo de
policías y personal de la minera, tras golpear a su familia.
El ambiente en la capital regional es febril.
Frentes de Defensa, asociaciones y sindicatos se reúnen de urgencia para
acordar la estrategia ante la nueva situación. El Comando Único que dirije la
lucha considera medidas para romper el cerco impuesto por el "Estado de
Emergencia", llevando la protesta al exterior de las provincias en
suspensión democrática y extendiendo la movilización a otras regiones del país.
La prórroga del decreto de emergencia genera gran
sensación de impotencia en sectores urbanos (el
gobierno se niega ferozmente a reconsiderar su postura y llevará a la región a
la ruina total
.). Pero en las zonas rurales empuja a los ronderos
(guardias campesinas) a radicalizar su postura ante la certeza de que la mina
aboca a su comunidad y a la región a un desenlace fatal. Las asambleas nocturnas se multiplican en los
poblados y el ambiente de reinicio de la lucha se respira en la alta sierra.
Especialmente ingrata resulta la situación de los
facilitadores designados por la Iglesia.
El obispo de Trujillo, Miguel Cabrejos,
declaraba a los medios que era partidario de levantar el estado de
emergencia y de reiniciar el diálogo, objetivo imposible este tras la prórroga
gubernamental de la emergencia. La decisión gubernamental socava así la
autoridad moral de la cúspide eclesiástica peruana.
Negro Martínez
RESTIAMO UMANI
Vittorio Arrigoni murió por exceso de amor. El suyo por la supervivencia y dignidad de los niños, mujeres y hombres palestinos. Cuenta su madre que tras la operación plomo fundido, la ofensiva israelita que arrasó con la vida de centenares de civiles en Gaza, su Vittorio sintió la necesidad de comprometer su destino con el de este pueblo. Fueron muchas las ocasiones en las que tuvo que pagar un alto precio traducido en arrestos, golpes y patadas por esta causa. No era la primera vez que había puesto su vida en peligro. Pero como sucede con muchos otros heroes anónimos, su corazón acabó siendo más grande que sus miedos. Ahora su cuerpo inane, torturado y esposado, se expone a los objetivos de todo el mundo como un mensaje del infierno: Esto es lo que espera a quienes introducen sus solidarias narices en las matanzas ajenas. La prensa canalla, como diría Max Estrella, no mostró ninguna imagen de su pacífica lucha por un mundo más justo. Ningún organismo internacional se interesó demasiado por su suerte cuando fué arrestado en Israel en el 2005 ni por su posterior apaleamiento, esa misma Pascua, para evitar que entrara en Palestina. Tampoco cuando en el 2008 fue asaltado frente a Rafah el pesquero en el que viajaba transportando ilusión y ayuda humanitaria. Vittorio acabó siendo arrojado a las aguas y pudo salvarse a duras penas. Pero nadie habló de él ni de sus valientes compañeros que, a pesar de los peligros conocidos, abrazaban una y otra vez la defensa de este pueblo arrinconado, masacrado impunemente por el temible gigante amigo de occidente. Dice su madre que el cadáver de su hijo no se pudre inútilmente. Que al igual que una semilla acabará germinando para ofrecer frutos frondosos para la paz y la justicia. Y que por cada Vittorio caido por su amor a los oprimidos surgiran miles, millones de personas que tomen su testigo. Como último deseo tras la muerte de su hijo, esta mujer nos suplica que sigamos siendo humanos: Restiamo umani.
Mientras las lágrimas recorren mis mejillas, solo puedo contestar a tanta generosidad y valentía: Ojalá que así sea.
FRIENDS HASTA LA MUERTE
Aznar vuelve a dejarnos ver ondear su melena. Y una vez pasado el sustito de los asesinatos de los activistas de la flotilla de la Libertad, sale de debajo de la cama donde se escondió y se vuelve a embarcar en la causa que más practica: seguirle el rollo a los poderosos. Su campaña "friends para Israel" pretende captar a personajes y políticos relevantes. La pensaba presentar el día 31 de mayo pero, ¡claro!, sucedió ese enojoso asunto y los muertos le fastidiaron el evento. No convenía, con la opinión pública hipersensibilizada, hacer proselitismo de los criminales. Como sabe, y de eso se aprovecha, que la desmemoria social es casi inmediata, no ha tardado mucho en volver a la carga. No le frena el hecho de que, por primera vez en su historia, el estado de Israel haya reconocido que utilizó fósforo blanco contra la población civil. Todo vale para defenderse del antisemitismo ramplante. Porque a ellos, sus friends, les conviene dar ese matiz antisemita a los opositores a la política del gobierno israelí hacia el pueblo palestino. Pues mira, yo no soy antisemita, pienso que todas las razas y culturas acabamos igualándonos en nuestra propia estupidez como especie, pero nunca podría ser amiga de quienes ejercen la supremacía militar sobre la población civil y califican eso de "defensa propia". Y creo que, cualquier persona que aspire a ser decente, tampoco querrá estrechar esa mano manchada con la sangre de mujeres, hombres, ancianos y niños palestinos. Su legítima defensa se ha convertido en un arma implacable y paranoica capaz de justificar un exterminio. No son nuestros aliados en una zona conflictiva como dice Aznar, son una factoría de terroristas. Porque de su abuso surge la desesperación de los oprimidos y resulta casi una secuencia lógica que eso derive en el fanatismo de los mártires y la guerra santa. Aznar se ha echado unos amigos de muerte y ahora busca ampliar la cuchipandi. Veremos quien más se apunta a esta peña de amistades peligrosas.
COSAS QUE ME IMPORTAN
El embajador israelí en España, Raphael Schutz, se permite el cinismo de frivolizar sobre el asesinato de los activistas de la Flotilla de la Libertad. ¿A quién le importan estos muertos? Muchos otros fallecen en accidentes de carretera o en ataques masivos terroristas. Y es verdad, señor Schutz, todos vamos a morir de una u otra forma. Pero no me negará que no es lo mismo ser víctima del cáncer o de un choque frontal que caer bajo el fuego de las fuerzas de élite de un Estado que se denomina democrático. Al fin y al cabo, también Hitler ganó unas elecciones. Pero eso no ha sido un obstáculo para que su "solución final", que sesgó la vida de seis millones de personas, se considerara uno de los mayores crímenes contra la humanidad en la historia de nuestra especie. A muchos nos importó el Holocausto. Desde niña, me sentí horrorizada por ese exterminio masivo que se cebó especialmente con el pueblo judío. He de añadir que una pequeña porción de la sangre que corre por mis venas tiene orígen hebreo. Y es ese residuo de mi hemoglobina el que ahora se rebela con más virulencia contra la barbarie del gobierno de Israel. ¿Cómo es posible? ¿Acaso la atrocidad se entiende exclusivamente por el número de cadáveres que provoca?
De ser así, el embajador debería cuidar más sus palabras. Porque al asesinato de los cooperantes puede añadir el de miles de ciudadanos palestinos que, previamente, han sido arrinconados en un franja de tierra incumpliendo las resoluciones de la ONU.
En una ratonera geográfica que facilite la "solución final" que Israel ha determinado para aquellos que considera enemigos de su seguridad. Si el fin, la defensa propia que argumentan, justifica los medios, los crímenes indiscriminados contra mujeres y niños palestinos, quizás sea porque el gigante hebreo haya sido poseído por el fantasma del nazismo. A lo mejor padece alguna variente diabólica del síndrome de Estocolmo que le permite echar a dormir a la conciencia mientras ejecuta sistemáticamente a un pueblo oprimido y a los que solo pretenden ayudarles. Mientras tanto, nosotros seguimos vendiéndoles armas para que puedan seguir llevando a cabo sus matanzas. Continuamos, junto a la ONU y el resto de países "civilizados", reprochándoles, hipócritamente y con escasa convicción, la masacre que se llevan entre manos. Y esto, señor Schutz, también me importa. Me importa mucho. Y no desconozco que cada vez más, dentro de su Estado, crece el murmullo de indignación y rechazo por la política asesina que ustedes desarrollan. Porque algunos de sus ciudadanos, los que han decidido no prescindir del alma, se avergüenzan profundamente de estos actos. ¿Será también porque son antisemitas? Piense en ello, señor Schutz.
Publicado en Público el 7 de junio del 2010
MUERTE A LA SOLIDARIDAD
En el s.XX, los ciudadanos del mundo nos enfrentamos a dos conflictos mundiales y a un tercero más sibilino, la guerra fría, donde los enemigos eran identificables. Los nazis o la carrera armamentística nuclear eran peligros reconocibles que debían combatirse por la seguridad de la población del planeta. En el s.XXI la ofensiva global procede de misteriosos mercados financieros cuyos contrincantes son los insumisos a sus deshumanizados dogmas. Es una guerra tácita y no declarada oficialmente que trata de aniquilar la solidaridad entre los pueblos. Son múltiples los escenarios en los que se está librando esta contienda. Y para conseguir la victoria del Neoliberal-Mal es imprescindible dinamitar las barricadas que levantan miles de utópicos y soñadores con sus incómodas peroratas sobre la justicia universal. Así es como, los cooperantes que fueron asesinados en Oaxaca y que transportaban ayuda humanitaria, apenas levantaron un murmullo de leve indignación en la comunidad internacional. O como el ataque ilícito y brutal contra la flotilla humanitaria que transportaba esperanza, al Guantánamo que Israel ha diseñado para los palestinos, no ha sido suficiente motivo para que nuestro país, ni muchos otros, rompieran relaciones diplomáticas con el poderoso gigante hebreo. Por encima de los derechos humanos y de la dignidad está la bolsa de Wall Street. Y esa caterva de individuos que anteponen los principios de fraternidad, colaboración y apoyo en favor de las víctimas del nuevo fascismo mundial son el objetivo prioritario a eliminar. Que sus muertes sirvan de ejemplo. Este es el mensaje que nos quieren transmitir. Nadie salvará a los salvadores. El sistema se ha extirpado todos los pudores y señala estos valores como a una perniciosa amenaza para la consecución de sus planes. El Gobierno mundial, don dinero, no titubeará para erradicar cualquier asomo de rebelión contra sus planes. Y si no son las metralletas o las bombas, será a través del miedo. Ese mismo que nos impele a pensar que no hay alternativas y que, en el mundo occidental, nos tiene cuasi-convencidos de que otra política, otro mundo no es posible. El mismo que sacrifica el estado de bienestar y propicia la salvaje reforma laboral, que ya resopla en nuestros cogotes nacionales, para no desairar a la Bestia. Dejando al género humano, cautivo y desarmado. Pero, sobre todo, aislado. Sin posibilidad de organizar la resistencia porque nuestra única arma, la solidaridad, está siendo desactivada eficaz y enérgicamente.
IMAGÍNATE...
Se cumple el primer aniversario de la masacre militar israelí contra la población civil de Gaza. Empujados hacia el mar, arrinconados en una estrecha franja de tierra donde malviven millón y medio de personas, este territorio se ha convertido, con la connivencia internacional, en la mayor prisión a cielo abierto que existe en el planeta. La estrella de David, la mala estrella para los palestinos, lleva cuarenta y dos años acosando y asesinando a los niños, mujeres y hombres de este territorio. El cerco es tan brutal que ni siquiera se permite el acceso para suministrarles ayuda humanitaria. Sin embargo, este bloqueo por tierra, mar y aire, no ha impedido una iniciativa en la que participan 1.400 activistas de todo el mundo (A los que se ha reprimido y obstruido el paso) que solo desean aportar un poco de esperanza y solidaridad a los prisioneros del estado de Israel . Entre ellos destaca una anciana de 85 años. Una superviviente de Auschwitz que perdió a toda su familia como consecuencia de los horrores de una guerra cuyas víctimas preferenciales eran, en este caso, los judíos. Egipto ha impedido su entrada pero lo que no puede impedir es su coraje. Su determinación, que ha tomado la forma de una huelga de hambre, en obligar a la comunidad internacional a volver los ojos hacia Gaza. En enfrentarnos, cara a cara, con este otro Holocausto y con nuestra tibieza a la hora de responder ante tamaña injusticia. Matanza sobre matanza, Israel con la complicidad de Egipto, pretende imponer el silencio. Evitar los incómodos testigos para aplicar impunemente su "solución final" al problema palestino.
Pero en la frontera, donde esta marcha solidaria ha sido retenida, la bandera palestina ondea en manos de hermanas y hermanos de otros pueblos. Y las palabras de John Lennon se han convertido en el himno que alienta sus corazones: "Puedes decir que soy un soñador/pero no soy el único/espero que algún día te unas a nosotros/y el mundo vivirá como uno". ¿Imaginas?
ESPÍRITU DE HUMANIDAD
Espíritu de Humanidad es el nombre de una embarcación que transportaba ayuda humanitaria a los niños de Gaza. En ella viajaba, junto a otros 21 activistas del Movimiento por la Libertad de Gaza, una mujer llamada Cynthia McKinney que fué congresista en EEUU, candidata a la presidencia y a la que se considera líder del Movimiento Negro por los derechos civiles. La carga de medicinas y jueguetes nunca llegó a su destino. La Marina Israelí los rodeó en aguas internacionales. Asaltaron su barco, desmantelaron su equipo de navegación, confiscaron la nave y por último, arrestaron a toda la tripulación que permaneció una semana confinada en calabozos de Israel. A pesar del insólito hecho de que una aliado de EEUU, que recibe más ayuda militar norteamericana que ningún otro país del planeta, haya mandado a chirona a una ex-congresista de esta nacionalidad, prácticamente ningún medio estadounidense se hizo eco de la noticia. Una férrea censura informativa que se hizo extensible a toda la comunidad internacional. Si no se habla de ello, no existe. Porque, ¿cómo se puede justificar esta intervención israelí? ¿Cuál era el grave delito que estaban cometiendo McKinney y sus compañeros? ¿ Llevar auxilio y solidaridad a unos seres humanos oprimidos en tierras ocupadas? Esta violación de las Leyes Internacionales y su manto cómplice de silencio consiguieron que el Espíritu de la Humanidad no llevara ni una gota de esperanza a las gentes de Gaza. Una metáfora irónica y cruel para el pueblo palestino. Una vergüenza para el resto de la humanidad que desconoce en qué momento exacto, decidió desprenderse de su espíritu para aprender a mirar hacia otro lado.
Publicado en Diario del Alto Aragón el 7 de septiembre del 2009
JUSTICIA UNIVERSAL
Los derechos humanos, son un concepto relativamente reciente en nuestra historia. Y aunque en el ámbito de la filosofía y de la poítica exista un arduo debate sobre su naturaleza y contenido, la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 ha servido de referencia para determinar que existen unos derechos inherentes al ser humano, irrevocables, inalienables, intransmisibles e irrenunciables. Los valores de su doctrina, se extienden mucho más allá del derecho y entran de plano en la ética y la moral. Si nos situamos en un marco jurídico inspirado en estos principios, el término de justicia universal cobra sentido, en cuanto que la vulneración de estos derechos debería ser perseguida allá donde se produjera. Pero en este mundo al revés, las iniciativas judiciales en este sentido, chocan con las relaciones diplomáticas y con la incompresión de gran parte de la sociedad. La actuación del juez Andreu, al margen de las motivaciones personales que le impulsen, entra dentro de la lógica inspirada por esta declaración universal. Si proliferara más esta actitud, muchos que se sienten poderosos e invulnerables se pondrían al alcance de una justicia que superaría barricadas territoriales y políticas. Existen muchos crímenes impunes y muchos verdugos que se ufanan de ser intocables en nuestro planeta. Algunos de ellos son presuntos estados democráticos. Moratinos no sabe que hacer con esta patata caliente que ha tensionado, un poco más, nuestras relaciones con el gobierno de Israel. Pero como dice Obama: Los tiempos están cambiando y nosotros debemos cambiar con ellos. A lo mejor, una buena forma de empezar este cambio, sea afrontar con valentía y coherencia, la construcción de un futuro donde estos principios puedan imponerse por encima de la doble moral que nos domina ahora, y hacer posible de verdad, algún tipo de justicia universal.
UN PAÍS MARAVILLOSO
Mientras en Gaza la muerte y la desesperación inundan todos los rincones de la franja, en Israel, desde un programa de humor que se llama "Un país maravilloso", se representaba una parodia sobre el conflicto. A más muertos palestinos, mayor número de puntos para los hebreos que, pese a su abultada diferencia, eran estimulados por estos "cómicos" a seguir acumulando cadáveres, digo puntos. Satirizaban sobre una hipotética guardería de Hamás, señalando a los niños como futuros escudos humanos de los terroristas y aconsejando a los palestinos que escriban en los tejados de cada edificio lo que son, para evitar errores de cálculo en sus matanzas. Definir esto como humor negro, es equivalente a elevar al marqués de Sade al título de rey de la comedia. Esta extrema crueldad con las víctimas se dispara al infinito con el sarcasmo insensible del que hacen gala los asesinos. No basta con exterminarlos. El objetivo es mostrarlos a la opinión pública como infrahumanos que no merecen un trato diferente del recibido. Esta forma de actuar me trae reminiscencias de otra época, en la vieja Europa, donde se caricaturizaba la imagen del judío y, "en tono de humor", se le comparaba con alimañas que debían ser aniquiladas. Los supervivientes del Holocausto soñaron fundar un "país maravilloso", pero es evidente que sus verdugos ya les habían secuestrado el alma.
Publicado en Diario del Alto Aragón el 23 de enero del 2009
EN CARNE VIVA
Es inevitable. En estos días, mi mirada permanece encadenada a la infernal hoguera, a la temible zarza ardiente mediática, donde la vida y la esperanza del pueblo palestino se consumen. Las imágenes que llegan (a pesar de la férrea censura informativa del estado israelí que no quiere testimonios gráficos de sus fechorías) nos arrojan a la cara, en la seguridad de nuestros cómodos hogares, paletadas de cadáveres que incomodan. Una masacre molesta en cuanto a que enfrenta a la comunidad internacional, a la dicotomía de elegir entre lo que es justo y lo políticamente conveniente. Pero hay otras imágenes que nuestros dirigentes no deberían despreciar. Me refiero a las mareas humanas que, en todo el mundo, lanzan un único mensaje en carne viva: !Parad la guerra! Y les advierto que no se trata de una sugerencia, es una orden. Un mandato que surge de los únicos legitimados para hacerlo: La población de este planeta. Las personas corrientes como usted o yo, hastiadas de danzar esa ominosa melodía de la muerte que nos acompaña desde el principio de la historia. Que recuerden nuestros próceres que otro "No a la guerra", provocó cambios políticos y una condena popular sin precedentes. Porque gracias a la incapacidad de nuestras tripas para contemplar impasibles más matanzas, tomar una postura justa se puede convertir en la única manera conveniente de hacer política. La única que debemos estar dispuestos a permitir.
Publicado en El Periódico de Aragón el 15 de enero del 2009
HASTA ENTERRARLOS EN EL MAR (Gaza y la Cope)
La muerte galopa en la franja de Gaza. La estrella de David espolea inmisericorde su montura, engalanada de odio y de venganza, contra la población palestina. No existen las "víctimas colaterales". Todos los cadáveres, incluídos los de los niños que tanta conmoción nos han causado, eran objetivos de la matanza. Israel, que algo debería saber de genocidios, está aplicando lo que, según ellos, consideran un exterminio necesario para su supervivencia. Los palestinos, cercados de un lado por sus asesinos y de otro por el océano, esperan un milagro que les libre de morir en la ratonera geográfica en la que se ha convertido su tierra. Y la comunidad internacional se mancha las manos con la sangre de los inocentes, con su complicidad culpable y cobardona, sin una respuesta que nos ponga a salvo de la vergüenza de la historia.
En España la COPE, portavoz radiofónica de la Santa Madre Iglesia, abomina del "holocausto" abortivo que asola nuestra sociedad. Pero sobre la masacre de los niños de Gaza tiene otra opinión: La culpa es de los padres que, desaprensivos como buenos herejes, utilizan a sus hijos como escudos humanos para proteger a los terroristas de Hamás. !Es verdad! ¿Por qué no los esconden en el mar? Porque ellos no pueden esperar, como sucedió con el pueblo elegido, que su dios les separe las aguas para poder escapar de la masacre. Ellos, los palestinos, llevan décadas enfrentándose al Goliat semíta que ha tratado de engullirlos desde que desembarcó en estos territorios. Como un Herodes moderno y tecnológicamente armado, el Estado de Israel degüella a las criaturas palestinas para evitar quizás, que un día, alguno de ellos se transforme en el Mesías que libere a su pueblo de los opresores. Seguramente, si Jesucristo deambulara ahora por el mundo, tomaría partido por los palestinos. Y, sin lugar a dudas, ante los ojos de la COPE y de otros muchos, se convertiría en un peligroso terrorista. En un objetivo claro de la política de "defensa propia" que justifica la barbarie del gobierno hebreo.
Publicado en El Periódico de Aragón el 13 de enero del 2009
LOS SHABBATS: HOLOCAUSTO
El shabbat, día de descanso obligatorio en la práctica de la religión judía, fué el día escogido por Israel para entrar a sangre y fuego en el bombardeado ghetto de Gaza. Yavé, parece decidido a hacer una salvedad con el sagrado precepto y permitir que los tanques y la infantería del "pueblo elegido" apliquen la "solución final" a sus enemigos. Ese mismo dios que les garantizó la tierra prometida, omitió que esa tierra tenía ya unos propietarios que, para cumplir escrupulosamente con los designios divinos, debían ser expoliados, confinados y masacrados. Como esas víctimas del maltrato que, incapaces de romper con la cadena de odio y de violencia, reproducen el comportamiento de sus agresores, Israel se ve poseida por el espíritu del nazismo y las delirantes razones que justificaron el holocausto de millones de personas. Mientras millares de judíos aprovecharon el "día del señor" para observar la ofensiva de su ejército como si se tratara de un espectáculo lúdico-patriótico, del otro lado la muerte y la desolación nos arrojaban la vergüenza de nuestra pasividad a la cara.
"A quién siempre recuerde el pasado trágico, que le saquen un ojo. A quién lo olvide, que le saquen los dos" dice el Talmud. Y así parece ser. Amnésicos y con las cuencas vacías, los israelitas parecen decididos a olvidar un pasado en el que fueron las víctimas del horror y asumir ciegamente el papel de los verdugos. Pero el resto de los países, que también somos dados a padecer episodios de desmemoria oportunista, no somos menos responsables que el estado hebreo. El potencial financiero que supone la comunidad judía internacional es lo suficientemente coactivo como para actuar como un bálsamo sobre nuestras conciencias. Y así permanecemos todos, invidentes y desentrañados, ante la cólera vengadora (¿Y por qué no? convenientemente electoralista) que desata el poderoso Israel contra los indefensos palestinos. Olvidando también que, algunas veces, el terrorismo es la consecuencia lógica de la injusticia y la falta de futuro. El último recurso de quien ya no tiene nada que perder.
Publcado en El Heraldo de Aragón el 6 de enero del 2009
BOMBAS POR CAMPANAS
Estrenamos año. El 2009 ha entrado en nuestras vidas con estruendo de bombas y misiles. Su banda sonora se escribe en Palestina. Pero también en Bilbao, donde el terror tomó forma de explosivo a las puertas del 2009 para callar con su ruido cualquier posibilidad de libertad de expresión. Esta melodía de violencia se reproduce a lo largo y ancho del planeta. Sus
notas nos amarran a la muerte, a la sinrazón de una especie que, año tras año, interpreta la misma maldita pieza a sabiendas de que se trata de una interminable marcha fúnebre.
Como músicos enajenados, incapaces de tocar nada nuevo o improvisar sobre la marcha, nos precipitamos al 2009 sustituyendo bombas por campanas. La locura nos impide escuchar otros rumores que solapan el fragor de las contiendas y que pretenden entonar sinfonías de paz y entendimiento entre los pueblos. Autista ante el sufrimiento ajeno, nuestra civilización avanza dejando a su paso un reguero de sangre
e injusticia.
En este perro mundo, donde la vida de muchos no vale nada, hemos celebrado la llegada del nuevo año con la esperanza de que se lleve los negros presagios del pasado. Pero la música de fondo que acompaña al 2009 nos enfrenta
a la cruda realidad, a la terrible certeza de que no parecemos capaces de aprender
nada de nada.
Publicado en diario Público el 3 de enero del 2009 y en El Periódico de Aragón el 4 de enero del 2009
DEFENSA PROPIA
Hace un tiempo tuve la oportunidad de ver un documental, narrado en primera persona, donde un joven israelí explicaba las razones que le habían impulsado a abandonar el ejército de su país e involucrarse en el movimiento pacifista. El joven, que había sido educado en el odio contra los que consideraba los enemigos naturales de su pueblo, había experimentado una gran conmoción al observar la mirada espantada de los niños palestinos. El horror que reflejaban esos ojos ante su presencia uniformada, le llevó a una reflexión: Se trataba del mismo pánico que otros niños, en esa ocasión judíos, debieron sentir ante los nazis que perpetraban su holocausto. La defensa propia, o la defensa de un territorio que se considera propio, ha sido la coartada empleada por el gobierno israelí para justificar la humillación y el abuso contra el pueblo palestino. El terrorismo de Hamás es una consecuencia, razonablemente previsible, de una política de ocupación y acoso sistemático por parte del poderoso estado hebreo. Ellos, los terroristas palestinos, también alegan defensa propia para justificar sus actos. Como esos niños de los que hablábamos antes, han crecido con el miedo y el odio grabado a fuego en su código genético. Y mientras la espiral de violencia se dispara en Oriente Medio, el resto de la comunidad internacional no es capaz de ofrecer un condena contundente a la masacre de Gaza. No parece importar que el gobierno israelí, lejos de devolver los territorios ocupados desde 1967, siga impulsando el colonialismo en estas zonas. Ni que la superioridad militar de Israel obligue a los palestinos a refugiarse en el extremismo religioso y dar salida a su desesperación a través del terrorismo. Y el resultado de nuestra tibieza es una indefensión generalizada. Nuestra apática respuesta, alimenta el gérmen del resentimiento que ha de volver a nosotros en forma de atentado o autoinmolación. No podemos defendernos de las consecuencias de esta factoria de mártires en la que se ha convertido el conflicto. Al contrario que el joven soldado, no sabemos interpretar la mirada de esos niños y los dejamos indefensos, ignorando que esta indefensión también será la nuestra.
Publicado en Heraldo de Aragón el 29 de diciembre de 2008 y en El País el 2 de enero del 2009