Defensa del laicismo
MORTADELO, FILEMÓN Y LA "MALA VIRGEN"
MONSEÑOR ORA PRO NOBIS
SALVARNOS A HOSTIAS
YO SOY DIOS
UNA LECCIÓN MAGISTRAL
LA DISPENSA DE COSPEDAL
OBISPOS QUE VIVEN (Y PECAN) POR ENCIMA DE SUS POSIBILIDADES
LAS BICICLETAS SON PARA LOS FETOS
Yo no se que se meten los obispos. Puede que el botafumeiro esconda algo más que incienso en su interior. Un potente alucinógeno que abre su mente a psicodélicas conspiraciones urdidas en otra dimensión por demonios cojuelos y rojillos. Sea lo que sea, comparten su "mierda" con las devotas gentes del PP. Es evidente que unos y otros son víctimas de un mal viaje que les provoca síntomas comunes: Una verborrea disociada de la realidad y visiones paranoicas sobre conjuras globales para reducir la población mundial. Algunos, como monseñor Reig Plá, están muy enganchados. Escuchan voces que les susurran los siniestros planes que la ONU, la UNESCO, los partidos de izquierdas y los sindicalistas urdimos para exterminar a la humanidad. ¡Pardiez!, nos han descubierto. Saben que no pararemos hasta convertir en homosexual a todo quisque. Y si queda algún hetero, lo esterilizaremos a la fuerza. ¿Con qué objeto? Ya se sabe que los bolcheviques tenemos fijación con la destrucción del mundo. Es por pura maldad, somos así de retorcidos. El obispo Munilla ( otro que parece que aspira pegamento) ha destapado una diabólica trama del partido socialista, ¡átense los machos!: Acusa al PSOE de pretender acabar con los pobres mediante el aborto. ¡Qué perfidia refinada la de estos sociatas! Menos mal que el perspicaz Munilla se ha olido la tostada. ¡Qué listillos! Prometen acabar con la pobreza obligando a abortar a los pobres. Así no quedará ninguno. Un holocausto preventivo que se ha descubierto gracias a la iluminación de un colgado. Perdón, quise decir prelado.
La derecha católica española es una gran defensora de la vida. No como los conjurados que tratamos de frenar la explosión demográfica con la endeble excusa de que el planeta pueda abastecer de recursos a todos. Pero su interés por esas vidas termina en cuanto salen del útero. A partir de ahí, el que coman o no, no les quita el sueño a los obispos. Es más, algunos cristianos, sentimentales y derechones individuos, se sienten indignados por la medida que ha tomado la Junta de Andalucía. ¡Ni que esto fuera Etiopía!, exclamó un dirigente pepero cuando el gobierno andaluz resolvió que todos los niños pobres andaluces puedan comer tres veces al día. ¡Tres comidas al día!, ¿Y qué más, una bicicleta?- replicó Buruaga, locutor de esa quinta columna radiofónica episcopal llamada COPE. Y es que estos críos desnutridos y harapientos no merecen comida y mucho menos bicicletas. Ya están afuera. Solo importaron los nueve meses que se pasaron chupando de una económica placenta. Si existieran bicicletas para fetos, los obispos saldrían a las calles encabezando beatas multitudes que reclamarían velocípedos para los no-natos. ¿Les parece que alucino? Tiempo al tiempo. Porque los efectos de esta bendita droga cada vez son más imprevisibles. Quizás deberían hablar con su camello. Fijo que les está pasando alguna porquería adulterada... porque si no, no lo entiendo.
SECTAS CON CÁTEDRA PARA ABDUCIR LA RAZÓN
¿Imaginan ustedes que un profesor adoctrinara a su alumnado con mensajes como que sufrir abusos y vejaciones en silencio es una prueba de amor? Sería inadmisible. Una apología de la pederastia constitutiva de delito que haría que el perverso docente diera con sus huesos en la cárcel. Sin embargo, si hablamos de una universidad privada cuyo profesorado está compuesto por miembros del Opus Dei, la cosa cambia. Imbuidos en la filosofía sadomaso de la Obra cualquier aberración se puede justificar como un acto de amor. Y no hablo desde la presunta inquina que supura de mi recalcitrante ateismo. A las pruebas me remito. Alumnos de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia han denunciado que una profesora que imparte Doctrina Social de la Iglesia ( ¿...?) en 3º de periodismo realizó en plena clase afirmaciones como éstas: "las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor" o "el aborto en el caso de violación no es tolerable porque dentro de lo terrible de la violación sacas algo bueno, que es un hijo, un don de Dios". No puedo adivinar en qué oscura mazmorra del bondage ultracatólico estudió la carrera esta señora. Ni el lavado de cerebro al que ha sido sometida para odiar a su propio género tanto como el dios misógino que adora. Tuvo que ser un trabajo fino de destrucción de la autoestima femenina. Una especie de lobotomía del raciocinio que le impide entender que el amor es incompatible con los palos. Lo preocupante del caso es que una persona abducida ideológicamente por un credo machista y pernicioso pueda dar lecciones de anti-ética a futuros periodistas. ¿Qué valores transmite a su alumnado? Ese dios que predica desde un púlpito académico ha secuestrado su libertad y su conciencia. Mientras no la desprogramen, no debe volver a pisar un aula. En cuanto a sus captores espirituales, los bizarros integristas del Opus Dei, ya es hora de que se les clasifique junto a las demás sectas destructivas. Los argumentos los dan ellos solitos No se puede permitir que la violación y el maltrato tengan cátedra.
¿ESCLAVAS DEL SEÑOR?
Como era de esperar, la elección del nuevo Papa no contribuirá a mejorar el papel de sumisión que la Iglesia Católica atribuye a la mujer desde sus primitivos orígenes. Digamos que Francisco I no va a ser el primer pontífice que milite en el movimiento feminista. También dudo que veamos a Begoglio compartiendo carroza con Carmen de Mairena el día del orgullo. Las criaturas de dios, si son homosexuales (bisexuales o trans, les da lo mismo), seguirán demonizadas. Privadas de su dignidad de seres humanos libres para elegir a quién amar. Condenadas al underground pecaminoso de la amanerada hipocresía vaticana.
A mí me crió mi abuela. Una mujer que había empezado a trabajar a los ocho años en una fábrica de zapatos. Las mujeres sindicalistas de la CNT le enseñaron a leer, escribir y, sobre todas las cosas, a mirar a los ojos a los hombres y verlos como iguales. Una hembra poderosa y entrañable que siempre me aconsejó no depender económicamente de nadie, aunque fuera mi marido. Y controlar el número de hijos. A mayor prole, menos libertad y mas pobreza- solía repertir. Ella, que creía a su particular manera, sentía un rechazo alérgico por la jerarquía eclesiástica. Nunca olvidaré como disfrutaba de escandalizar a la gente con frases lapidarias: Si los curas parieran, el aborto sería un sacramento.
Si mi abuela estuviera viva ahora, diría que Francisco I es más de lo mismo. No responde al perfil del revolucionario imprescindible que se precisa para acometer la reforma del papel femenino en la Iglesia. La mujer seguirá sin tener acceso al sacerdocio. Supeditada al marido y, a ser posible, dentro del habitat de la familia. Sin soberanía sobre el control de su natalidad. Constreñidas al papel de meras sirvientas, sin madurez psicológica para tomar sus propias decisiones. Las mujeres católicas deberían reflexionar profundamente sobre ello. En realidad, da igual judía, católica o musulmana. En todas estos cultos se nos considera un subgénero y ninguno está dispuesto a reivindicar una posición equitativa de la mujer con el macho.
Los oráculos espirituales del s. XXI, intérpretes de dioses sempiternamente masculinos, solo nos quieren para esclavas. No como semejantes o compañeras y, mucho menos, de colegas. La Iglesia Católica tampoco se desprenderá de su añeja misoginia en esta nueva etapa. Raztinger o Begoglio, poco importa, las cosas no van a cambiar en este aspecto.
Ahora la pelota está en el tejado de las mujeres católicas. Mi abuelita nacio, sabiéndose libre, en el s.XIX. Pero no existe peor esclavitud que la que no se cuestiona. Como los dogmas de fe.
¿POR QUÉ NOS ODIAN?
Una niña de quince años recibió una bala en la cabeza por promover la educación de las niñas en el Pakistan dominado por los talibanes. Por innumerables actos tan brutales o más que éste - incitados con demasiada frecuencia por fanatismos religiosos - la ONU ha celebrado una conferencia con el objeto de consensuar una normativa internacional que ayude a prevenir la violencia contra la mujer. Según sus informes, siete de cada diez mujeres en el mundo han sido víctimas de algún tipo de violencia. Más de 6.000 organismos internacionales se han adscrito a la Comisión. Parece lógico que, entrados en el s. XXI, se puedan sentar unas bases planetarias que garanticen que la religión, las costumbres o la tradición no deban ser utilizados como una excusa para evitar la obligación de un gobierno de eliminar la violencia. Como también resulta diáfano para cualquier ser civilizado que crea en la igualdad de géneros que, una violación aunque sea dentro del sacrosanto matrimonio, es un crimen deleznable. Para cualquiera menos para algunos estados como el Vaticano o Irán. Al parecer no apoyarán la iniciativa porque discrepan en "matices" como estos. Mentiría si dijera que me ha sorprendido la coincidencia. Ambas religiones sienten un desprecio similar por el género femenino. Un odio inspirado por un dios siempre antropomórfico que dicta leyes que se usan para denigrar y reprimir a las hembras de la especie.
La ministra de Igualdad de Género de Noruega, Inga Marte Thorkildsen ha declarado: El Vaticano, las fuerzas religiosas conservadoras en Estados Unidos y Europa, los países católicos y musulmanes han unido sus fuerzas para impedir que las mujeres obtengan derechos sexuales.
Vamos, la Conjura de los Iluminados Misóginos. Para esto si que hay alianza de civilizaciones. Aunque más que a una civilización, lo que estos tipos representan es al pensamiento retrógrado idóneo para la violencia no cese y la libertad sexual, intelectual y personal de la mujer no sea posible. Es una cuestión de poder, de no querer ver a las mujeres como iguales y tener que reconocerles derechos. Así de primitivo. Nos odian irracionalmente. Igual de irracionalmente que abrazan sus diferentes credos. Por una cuestión de fe ciega, tonta, falocéntrica y, ¿por qué no decirlo?, feminicida.
CON FALDAS, MITRAS Y A LO LOCO
Definitivamente: O dios no existe (y todo eso de la religión es un cuento chino que se han inventado unos particulares para amedrentar y someter a las masas) o es que el altísimo ya no es el que era y le importa un infierno lo que se cuece aquí abajo. ¿Dónde está ese colérico dios del Antiguo Testamento capaz de destruir una ciudad entera por practicar la sodomía? No es que lo añore en absoluto, pero no me dirán que no contrasta su fiereza de antaño con la pasividad de ahora. ¿No debería estar más cabreado por los hipócritas mariconeos vaticanos y la escandalosa pederastia que amparan que con los desmadrados ciudadanos de Sodoma y Gomorra? Porque lo del rayo en la cúpula, ya me perdonará el todopoderoso, apenas fue una ventosidad. Algo indigno de su rasmia celestial. Un fuego fatuo que apenas representó una colleja en las bien nutridas nucas de las locazas cardenalicias. Ni siquiera un serio aviso.
YO TAMBIÉN PIDO LA PAZ... Y LA PALABRA
La Gaceta es una publicación que no disimula su nostalgia del franquismo y que mantiene un concubinato retozante con la cúpula católica. Acaban de publicar una entrevista a Benedicto XVI donde, a toda página, el santo padre advierte: "Aborto, eutanasia y matrimonio gay amenazan la paz mundial" A lo mejor ustedes, como servidora, pensaban desde su descreida y supina ignorancia que las cosas que amenazan la paz mundial son otras. Asuntos como la creciente desigualdad entre ricos y pobres, el hambre que padecen millones de seres humanos a causa de la especulación alimentaria, la falta de justicia social que se ceba especialmente con los más débiles... Ya saben, trivialidades como la explotación salvaje que el sistema capitalista ejerce sobre la tierra y sus habitantes. Craso error. Un anciano travestido que asegura mantener conversaciones con un ser sobrenatural, nos ilumina sobre cuales son los auténticos peligros para la paz. Y no tienen nada que ver con las oleadas de miseria e injusticia que barren el planeta. Ni con los depredadores que entienden la vida como un botín sangriento y cotizan en bolsa con el sufrimiento de la gente. ¿Cuál puede ser la madre de todas las amenazas para unos tipos que transitan por el s.XXI con el código deontológico de la inquisición bajo el sobaco? La libertad, por supuesto. Que yo sepa, ningúna guerra ha empezado por el aborto, los matrimonios gays o la eutanasia. Pero para machacar la libertad de los pueblos en el nombre de dios sí que se han liado unas cuantas. Me viene a la mente el apoyo que la cúpula católica prestó a la dictadura. Esos obispos bendiciendo a las tropas que iban a repartir la muerte entre sus hermanos. O ese Franco al que transportaban bajo palio entre olor a incienso y una abundante clerigalla que rebosaba cera por los orificios. Tratado igual que un ser divino. Un dios de la muerte que no suponía una amenaza para la iglesia católica española. Solo para los que le llevaban la contraria. Por algo era Caudillo, por la gracia de dios. Es evidente que el dios de Benedicto y yo no compartimos la misma clase de sentido del humor. Aún no le pillo la gracia a lo del Caudillo. Y tampoco percibimos igual las amenazas. A Ratzinger y sus chicos les importa más estrangular las conciencias que acabar con el hambre, las injusticias y los conflictos bélicos mundanos. Andan, con faldas y a lo loco, ajenos al cumplimiento de sus evangelios. Desahuciando del portal navideño al buey y a la mula. Vistiendo a los reyes magos de faraoles. Abominando de los homosexuales mientras esconden a sus pederastas bajo las sotanas. Celebrando misas al Criminalísimo en el Valle de los Caídos (ante de una bandera con el águila de San Juán bordada a mano). Posicionándose por tradición del lado de los opresores de la libertad. Ellos son parte de la única amenaza que no cesa. La que está acechando desde los orígenes para someter a los pueblos hasta más allá de sus propias vidas. Para domesticarnos el alma y convertirnos en resignados borregos que no pataléen demasiado cuando les toque ser conducidos a los mataderos de los señoritos. El brazo ideológico que bendice al brazo armado. Colaboracionistas vocacionales. Y es un hecho avalado por la historia que el peligro son ellos. Para la paz y para todas las mujeres y los hombres librepensadores del planeta.
¿ORA PRO NOBIS?
Como gracias a dios no soy creyente, me ahorro el disgusto de sentirme desolada en un mundo impermeable a los milagros. Reconozco que me sería más fácil achacar las injusticias al demonio o encomendar la solución a tanto desastre a alguna suerte de fenómeno sobrenatural.
Lo que pasa es que, al contrario que los que gobiernan en Carpetovetonia, no soy proclive a buscar la solución a los problemas en eventos prodigiosos ni en seres tan omnipresentes como sordos. Por eso tengo mis reservas sobre el hecho de que la virgen del Rocío acabe con el paro como opina nuestra ferviente ministra de los santos inocentes y desempleados. A riesgo de que me consideren una hereje, les diré que me parecería más verosimil que un escuadrón de naves de Raticulín descendiera hasta la tierra para abducir a todos los corruptos, avaros y canallas que pueblan el planeta y dejarlo como la patena.
Pero mientras los extraterrestres se lo piensan, la realidad atormenta nuestra carne trémula. Algunos días, las hostias consagradas nos caen en forma de unos presupuestos que son más infumables que el asunto ese de la concepción vía paloma. Otros, toman cuerpo en un ministro del interior que pide al Papa que rece por nosotros. Y digo yo, ¿es que ahí arriba necesitan que un intermediario les relate nuestras cuitas? ¿no tienen twitter o facebook para que podamos acceder directamente? El caso es que, según parece, a Fernández Díaz le van más las intercesiones celestiales que a San Agustín una parrilla rusiente. Así que el hombre, aprovechando la canonización de una monja íbera, se ha plantado en Roma para dorarle la píldora al Vaticano (ya saben, por si los 13.000 millones de euros que le suelta a la iglesia católica esta viña asolada por los jabalíes del laicismo no fueran suficientes). Y a tal efecto, ofreció en la embajada de España ante la Santa Sede una cena de gala y de copete. Tan bien debieron de pasarlo los respetables comensales que, tras agotar hasta la última gota de vino de la romana sacristía, el ministro se vino arriba y soltó esta enigmática charada: "Cataluña será cristiana o no será y yo añadiría que España será cristiana o no será, y también quisiera decir que Cataluña sin España no sería Cataluña y España sin Cataluña no sería España
El auténtico milagro sería desentrañar el acertijo. Pero, como he dicho al principio, servidora no es aficionada a los remedios portentosos. Es más, como soy asquerosamente pragmática, propongo uno muy mundano para ese nuevo roto de más de 10.000 millones que le ha salido a las cuentas de la seguridad social de este impío estado: Dedicar toda la pasta que le damos a la Iglesia a remedar el agujero. ¿No sería un gesto más cristiano que una oración del Pontífice? Por último, una sugerencia para que Benedicto economice en jaculatorias. Libérense de sus onerosos bienes materiales y, hasta los más reticentes descreídos, creeremos en milagros. Palabra de atea. Amén.
UNA BALA EN MI CABEZA
Desde la tierna edad de los once años, Malala se convirtió en objetivo mortal del colérico Alá que veneran los talibanes. Por su necesidad de aprender y defender ese derecho para todas las niñas de su patria, la pequeña pasó a ser el enemigo público número uno de la misoginia que procesan las bestias integristas. Malala puede parecer frágil, confinada en su menudo cuerpo de catorce años, pero posee una fuerza que provoca la irracional ira del fanatismo religioso. Tiene el poder de la palabra. Escribe en su blog para animar a otras niñas a que estudien cuanto puedan en un país dominado por unos tipos del medievo que odian y temen, a partes iguales, a las mujeres. Por eso mismo cerraron las escuelas femeninas y recluyeron a mujeres y niñas en sus casas. Enclaustrarlas físicamente bajo trapos que oculten todo su cuerpo y relegarlas a ser meros objetos al servicio del hombre, no es suficiente. No basta con arrebatarles todos los derechos y pisotear su dignidad humana en nombre de la versión libre-cavernícola de un libro sagrado. Les temen tanto, nos temen tanto, que quieren robarles hasta la razón. Meter su inteligencia en una diminuta jaula que no reciba estímulos. Matar su pensamiento. Y si se rebelan, matarlas directamente, como intentaron hacer con Malala. Esa bala también se ha alojado en mi cabeza y me ha dado mucho que pensar. El extremismo islámico no dista tanto de otros que sufren las mujeres en casi todo el mundo. El católico ha dado buenas muestras de esa misma violencia machista a lo largo de la historia. Una mixtura de terror y odio contra nuestro género que les llevó a subyugarnos, a quemarnos en la hoguera, a negarnos el alma. Todavía su influjo es patente cuando sufrimos la furia que les produce nuestra libertad reproductiva o la educación mixta hoy en día. ¿Qué es lo que temen?
Esa bala, debería volar las cadenas de todas las hermanas que en este antropocéntrico mundo permanecen bajo la bota de cualquier estúpido macho. De cualquier neanderthal que, por mucho que se ampare en las leyes divinas para ejercer de fiera, no puede esconder su acomplejada inferioridad ante las hembras. Y a fuerza de genitales (ya que es ahí mismo donde habita su cerebro), intentan someterlas. Esa bala estaba destinada para cualquiera de nosotras, mujeres libres, que no aceptamos ser esclavas.
¡AY LA VÍRGEN!
La mañana del pasado domingo me encaminaba devota a la manifestación nuestra de cada día cuando, sin previo aviso, una visión revenida de la España más casposa asaltó mis retinas. En la zaragozana Plaza del Pilar se estaba desarrollando un acto religioso-institucional digno de protagonizar un especial de "mundo insólito". La Guardia Civil le concedía una medalla a su Patrona, la Virgen del Pilar. Podríamos obviar el hiperrealismo "majico"" que supone el hecho de que un cuerpo armado condecore a un ser sobrenatural y presunta pacifista. Yo al menos puedo. Soy hija del cuerpo (la genética gusta de estas bromas) y estoy hecha a la imaginería benemérita. Pero es que el cuadro era completo. Ni siquiera Goya hubiera retratado tan fidedignamente la rancia fealdad que emanaba del conjunto. Esa presidenta de Aragón coronada de peineta y de mantilla; con un rictus en la boca (un estremecedor conato de sonrisa) que solo se puede explicar imaginando que se le ha ido la mano con el cilicio; como recién salida de tomar el te con el señor Obispo tras las bambalinas del sacristía. ¡Oigan, que impone esta mujer! Y mucho más pertrechada de manola.¿ Y qué decir de ese momento bandera, un trapito que ha costado 5.700 euros del ala, en el que el señor arzobispo bendice el estandarte de guerra que doña Rudi entrega a la Guardia Civil?. "¡Oh, Dios, bendice esta bandera que representa a nuestra tierra!".
Un flash-back grotesco y gazmoño que parece salido de ese pasado nuestro, nunca suficientemente lejano, de Obispos bendiciendo tropas y maquinarias de muerte. Por si fuera poco, la cutrez y el autobombo de sus participantes nos ha salido caro a todos. Hasta a los ateos más recalcitrantes. Las cifras bailan entre los 36.000 y los 400.000 euros. Ya saben, cuanto más patriotas y místicos, menos entendemos de números los españoles. Pero eso sí, las venerables calaveras que gobiernan nuestros pueblos no escatiman prendas en sacar un Real Deceto para condecorar a la Virgen del Pilar. El dinero que cueste, ya saldrá de dónde sea. ¡Qué lástima que Sánchez Gordillo no sea virgen y dé mal subido a una columna cubierta por un manto florido! A lo mejor se podría obrar el milagro y el gobierno engendraría otro Real Decreto, éste para poder alimentar a los que pasan hambre. Yo creo que la Virgen (de poder ser interrogada sobre ésto) escogería lo segundo a cualquier clase de medallas, boatos o banderas. Aunque en asuntos marianos prima la cuestión de fe y servidora anda floja en este tema. Y en el caso de esta panda (la de Mariano el recorto y su coro de beat@s meapilas) la única fe que procesan, es la mala fe que gastan. Vamos, la mala virgen.
ANGELES, DEMONIOS Y SUBNORMALES
La Iglesia Católica mantiene, como en casi todo, un doble discurso con los discapacitados (especialmente con los que sufren alguna patología cognitiva). Por un lado, defienden a ultranza su derecho a nacer. Pero lo que ocurra después del parto con esa criatura no parece que les interese demasiado. Es más, muchos sacerdotes prefieren que, estos angelitos libres del pecado original, no asomen sus minusvalías por el templo. Parrocos como el de Padrón (Galicia) o del de Teià (Barcelona) han montado un cristo entre sus feligreses al negarse a dar la comunión a dos niñas, una con un trastorno epiléptico congénito y otra con síndrome de Down. Muy cristiano y caritativo todo. Como las palabras con las que el cura gallego explicó su negativa: "Si es una persona subnormal, no debe acercarse a comulgar" . Pues claro hombre, de subnormales que hacen doctrina sobre fenómenos extrasensoriales ya está surtida la iglesia. Es más, tienen licencia hasta para administrar sus sacramentos y decidir quién merece recibirlos. La Iglesia Católica empuja para anular la ley del aborto. En su Santa Cruzada para salvar la vida embrionaria cuentan con la colaboración de ultracentristas tan destacados como el propio ministro de justicia. Católicos recalcitrantes y nostálgicos del antiguo régimen unidos en la sagrada misión de obligar a traer a este valle de lágrimas a seres con graves deficiencias. Malvados demonios que, tras el nacimiento, les niegan las ayudas para poder subsistir e incluso les impiden el acceso a sus templos. Los ignoran y humillan sin que tanta sádica hipocresía se les atragante en la conciencia. ¿Qúe carajo de conciencia? Ellos son los que pululan éticamente por debajo de la normalidad de nuestra especie. Ellos sí que son unos perniciosos subnormales de los que se debería proteger a la gente.
LA CONFUSIÓN DEL CARDENAL
Es de suponer que un líder espiritual católico de la categoría de Rouco Varela se sabe de memoria gran número de las citas y proverbios más famosos de los Libros Sagrados. Seguro que en los temarios para las oposiciones a Obispo y Cardenal salía un buen surtido que, fijo, podían caer en el examen. ¡Pero qué boba soy! A estos puestos no se accede de la misma forma que a uno de correos. La selección de personal se realiza previa inspiración divina. Vamos, que les llueven del cielo. Osea que, o bien Rouco padece alguna dislexia caritativa que le impide interpretar correctamente las escrituras, o es que toda esa paja bíblica se la trae al pairo porque ya tiene seguro el contrato indefinido. En cualquier caso Cardenal, para esta humilde y recalcitrante atea, será un honor refrescarle la memoria. ¿Sabe aquel que diu..? : vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme (Lc:18:22) Como veo que tiene problemas para su comprensión se lo explico con un ejemplo práctico: Al contrario de lo que ud. entiende, el Mesías no les instaba a que se apoderaran de inmuebles, terrenos y mezquitas escriturándoselas las bravas. Tampoco les recomendaba que no pagaran el IBI de su fastuoso patrimonio (a dios lo que es de dios y al cesar o al fisco, lo propio (Mt. 22, 21) o algo así). Es más, creo que lo que su jefe les pedía explícitamente es que repartieran todas sus riquezas entre los más desfavorecidos y no esa miseria del dos por ciento en donaciones que le dan a Cáritas. Por cierto, está muy feo chantajear al estado español de esa manera monseñor. Ni me parece propia de cristianos su sibilina amenaza de que, en caso de verse obligados a pagar sus impuestos como todo hijo de vecino, los pobres que acuden Cáritas sufrirán sus recortes celestiales.
Don Rouco Corleone confiese de una vez, usted tampoco cree en dios ni lo conoce. En realidad, cuenta con ello para ensuciar impunemente su propia doctrina. Sabe que no le puede castigar. Aunque no le convendría relajarse porque últimamente muchos cristianos de base se están posicionando en el bando de los pobres. Tomando partido contra las injusticias. Luchando codo a codo con plataformas sociales laicas para plantarle cara a los explotadores. A los cínicos avariciosos que son inmunes al sufrimiento de la gente, como ud. sr. Obispo.
¿Ha pensado que con el dineral recaudado de su magro patrimonio se podrían montar cienes de Cáritas? ¿ A cuántos hambrientos se pueden alimentar con los trece mil millones que reciben anualmente de esta viña devastada por el laicismo llamada España?
Una última cita. También procede de los textos sagrados aunque ha salido del alma de mis descreidas tripas:
Ezequiel, 25-17: El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la avaricia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del Valle de la Oscuridad. Porque Él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquéllos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡¡¡Y TÚ SABRÁS QUE MI NOMBRE ES YAVÉ, CUANDO MI VENGANZA CAIGA SOBRE TI!!! ¿A que acojona Cardenal? Mira que si al final existe...
CON FALDAS Y A LO
Debe saber de qué habla, porque se le veía muy versado en el tema. Tanto como debe estarlo en los asuntos de pederastia que infestan sus angelicales huestes. No hay que olvidar que Monseñor Reig acogió en su propia casa a un cura acusado de violar a una niña durante diez años. Del infierno al que fue arrastrada involuntariamente esta criatura, nada de nada. Reservó sus condenas para los que eligen libremente su sexualidad y, ¡como no!, a machacar a las mujeres. Porque hay que reconocer que si la homosexualidad les pone burracos y a la defensiva, las mujeres les aceleramos el metabolismo. Marcadas por el primigénio pecado de comer del árbol prohibido, la mujer ha sido estigmatizada, sometida y despreciada por una religión descaradamente misógina. Nos niegan el control de nuestros derechos reproductivos con la misma fiereza que impiden que seamos ordenadas como sacerdotisas, obispas o cardenalas.
Ese odio debe ser por lo del árbol. ¿no dicen que fue el de la ciencia? Ya se sabe que la ciencia y los católicos no hacen un buen maridaje. Aunque Reig sostenga que la ignorancia es enemiga de su Iglesia. Acto seguido la caga explicando que el demonio hace que cosas buenas parezcan malas y viceversa. Oiga, lo del demonio, ¿en qué rama de la ciencia se ocupan de su estudio? Lo digo porque debe andar trasteando en la economía nacional. Ya saben, haciéndonos ver que los recortes, la reforma y el copago sanitario que viene son malos, malísimos cuando, en realidad, son una bendición de dios. Al Obispo de Alcalá, una última recomendación: Hágase mirar lo suyo. Quizás un análisis freudiano resolvería el misterio del por qué, un señor travestido, siente tanta aversión por gays, lesbianas, trans y mujeres. ¿No se si "entiende" señor Reig?