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Defensa del laicismo

OBISPOS, ARCÁNGELES NEGROS Y PSICOTRÓPICOS

OBISPOS, ARCÁNGELES NEGROS Y PSICOTRÓPICOS
Un obispo recalcitrante y misógino escupe su teoría sobre el aborto en términos de holocausto silencioso. Establece un peculiar paralelismo entre los abortos practicados desde el año 85  y el número de muertos durante la guerra civil. Califica de asesinas a las mujeres que interrumpen su embarazo y a cuantos colaboremos con ellas. ¡Nazis! Es el adjetivo más caritativo que sale de sus coléricos labios. Un inciso. ¿Acaso monseñor se refiere a esa guerra en la que su iglesia bendecía las tropas que asesinaban indiscriminadamente ancianos, hombres, niños y hasta mujeres gestantes? Porque en esa ocasión no les dolieron prendas en posicionarse, por la gracia de dios, junto a los genocidas que tiñeron de sangre nuestra patria. La comparación es una burla cruel. Más viniendo como viene de una organización religiosa que predica el sometimiento físico, emocional e intelectual de la mujer. 
Debería bastarles con mandarnos al infierno de cabeza o cursar una excomunión express a los que contradicen su doctrina. Pero en España, gozamos de un adelanto en diferido del averno. Un gobierno que le debe pleitesía a su fondo norte ultracatólico y unos obispos a cuyo lado el papa Francisco parece un perro-flauta más del 15-M. Aquí se va más allá.
 Se legislan nuestros ovarios para que, además de pecadoras, las mujeres que aborten sean delincuentes. No les basta una eternidad en el infierno. Quieren que sufran ahora, jugándose la vida, la libertad o ambas cosas, al verse obligadas a la clandestinidad. Y por cierto, ¿dónde está la iglesia cuando la sociedad civil se moviliza contra la pobreza o la pérdida de ayudas a los discapacitados? Rezando para que la reforma de la ley multiplique el número de desfavorecidos y niños con malformaciones que, luego de nacidos, parecen importar un bledo a todas las instituciones, civiles y religiosas. ¿No les parece perverso?
En los últimos días dos jóvenes se colgaron de la fachada de una basílica en protesta por la reforma del aborto. A mí se me antojaron dos arcángeles glaciales y amenazantes extendiendo unas gigantescas alas negras que enmarcaban la puerta del templo. El templo como símbolo del desprecio de la religión a la libertad de las mujeres
Otro grupo pro-abortista fue a pedir la excomunión a la puerta de un arzobispado. No quieren traer hijos a un mundo donde no existe equidad entre los sexos ni justicia social para los pobres. Prefieren ser excomulgadas. Declaraban no entender que a la iglesia le preocupen más los fetos que las miles de víctimas de la violencia machista. Es más, que desde los púlpitos aconsejen resignación y sumisión ante el maltrato en vez de ayudar a combatir esta lacra.
 Mientras duraba la protesta, un ciudadano católico, venerable e iracundo se dirigía a las manifestantes llamándolas hijas de Hitler o asesinas de niños a la par que las exhortaba a que se cortaran una teta o una mano. No se por qué, pero eché de menos que unos arcángeles alados hubieran descendido a toda hostia sobre el energúmeno individuo para cambiarle el sexo con un rayo fulminante y dejarle preñado de gemelos. No. Ya no tomo tantos psicotrópicos. Hace tiempo que la realidad supera los efectos de los estupefacientes. Me pego el día flipando en blanco y negro. La cuestión es...  ¿cuándo acabará este "mal viaje" hacia el medioevo?

MORTADELO, FILEMÓN Y LA "MALA VIRGEN"

MORTADELO, FILEMÓN Y LA "MALA VIRGEN"
Pues sí. Solo podía pasar en España. En un país esperpéntico en el que los ministros apelan a lo sobrenatural para solucionar temas mundanos como la pobreza o el paro. Condecorar a una u otra Virgen (porque hay pocas religiones tan politeistas como la católica) no es una novedad. A los actuales padres de la patria les va más la ficción  que la fea realidad. ¡Dónde va a parar! ¿O va a ser igual tener como colaboradora a Nuestra Señora María Santísima del Amor que a cualquier mindundi carnal sin superpoderes?
El ministro de interior no tiene dudas. Aunque no aclara como se materializa la colaboración mariana, le quiere conceder a esta Virgen, la del Amor nada menos, la medalla al mérito policial. ¡Olé tus bemoles ministro! Que le den las dos orejas, el rabo y doble vuelta al ruedo en la plaza del surrealismo ibérico. Se lo ha ganado el hombre. Mantener estas conexiones entre lo divino y lo humano desempeñando a la par un ministerio en un país aconfesional requiere aplomo. Hay mucho descreído, mucho ateo que reniega de la virginal intervención en los asuntos policiales. Pero todo tiene una explicación. Por ejemplo: cuando los quince emigrantes se ahogaron en Melilla, Nuestra Señora del Amor, estaba disfrutando unos moscosos. Por desgracia para ellos, ese día no tocó milagro. En respuesta a la "creativa" propuesta del ministro, Change.org ha presentado una petición, que servidora ha firmado ipso facto, pidiendo la concesión de esta medalla del mérito policial a Mortadelo y Filemón. Los argumentos a favor de los entrañables personajes de Ibáñez son mucho más sólidos que los de la candidata ministerial. Los miles de ciudadanos que ya apoyamos la propuesta entendemos que la T.I.A. ha hecho más por la seguridad ciudadana que la susodicha virgen. Nos han hecho reír. Y no amargamente, como sucede con asuntos tan delirantes como mezclar churras con divinas o invocar a los cielos para que estos suplan la incompetencia o la desidia del gobierno. Puestos a escoger una ficción, definitivamente me quedo con Mortadelo y Filemón. Al menos, leyendo sus detectivescas aventuras nunca se te pone "mala virgen". Algo de lo que andan sobrados algunos responsables policiales. Mucha, mucha "mala virgen".

MONSEÑOR ORA PRO NOBIS

MONSEÑOR ORA PRO NOBIS
Soy feminista. Sin complejos ni paños calientes. A cara y a pecho descubierto si hace falta. En un planeta donde una mujer puede ser condenada a a una violación múltiple por adulterio como ha ocurrido en la India, tienes que ser feminista si te queda un atisbo de conciencia. Para mí, y para muchos hombres y mujeres, ser feminista es una posición natural de elemental justicia. No se puede hablar de una sociedad equilibrada, ni siquiera en occidente, cuando las desigualdades entre los sexos aún son tan sangrantes. Cuando la autonomía y la libertad reproductiva de las mujeres continúan en manos de ideologías patriarcales inspiradas en religiones manifiestamente misóginas. Soy feminista. Ergo, según el obispo de Alcalá, soy una peligrosa radical que contribuye a la deconstrucción de la persona (sea lo que diablos sea eso).  No encajo ni con calzador en el modelo de hembra sumisa, útero sacralizado y cabeza hueca que promulgan gobierno e iglesia católica en estos tenebrosos tiempos. A lo mejor, si levitara un poco como la santa de Ávila o fuera la silente estatua de la virgen del Rocío, merecería el respeto de estas autoridades. Creo que incluso han fichado a ambas para engordar el gabinete de varios ministerios. Pero como soy una pecadora sin propósito de enmienda, solo me queda el consuelo de saber que monseñor Reig Pla me tiene presente en sus plegarias. A las feministas, a los homosexuales y a todo bicho viviente y degenerado que no se avenga a la doctrina machista de la santa madre iglesia.  Ora pro nobis Obispo.  Con líderes espirituales como tú y políticos como los que padecemos, nos hace mucha falta. O mejor todavía, agradece a tu jefe la buena educación laica que recibí en mi adolescencia.
La última frontera que me impide decirte explícitamente por qué conducto te puedes meter los rezos.  Monseñor, bonito.  

SALVARNOS A HOSTIAS

No parece de muy buenos cristianos desalojar un banco de alimentos en plena Navidad. Menos cuando el objetivo es especular inmobiliariamente con el edificio en el que se encuentra. Sin embargo esta tentativa se llevó a cabo en la comunidad de Madrid, con el beneplácito de Esperanza Aguirre y la intervención de una concejala enredada en el "Tamayazo". A una se le va la cabeza con la estomacante hipocresía de esta peña. ¿Es que andan escasos de presupuesto para los catering de los actos oficiales? Debe ser así. Por eso en el ayuntamiento del PP de San Lucar de Barrameda se sirvió un desayuno navideño con alimentos de la beneficencia. Olvidaron quitar de las cajas de zumos la etiqueta delatora de su procedencia. Son así de zafios. O de chulos. Ya ni se molestan en esconder las garras de alimaña bajo el pellejo de beatíficos corderos. No les hace falta. Compatibilizan un alma más negra que el tizón con la comunión diaria. Al fin y al cabo la iglesia católica española siempre militó en su bando. Mantienen un sucio y tradicional concubinato. Su último revolcón nos ha costado a las mujeres la pérdida de nuestro control reproductivo.
Me los imagino metidos en el lecho, a Rouco y a Rajoy, perpetrando guarradas contra la libertad de la gente. Poniéndose cachondos con las desigualdades sociales, con los dobles raseros, con los inmorales moralistas de mantilla y peineta, con los ultracatólicos ladrones que abundan en la derecha nostálgica y pre-conciliar. ¿Gozas Toñín, corazón mío?-  susurra Mariano a Rouco. -Aún puedes hacerlo mejor- Contesta el arzobispo.-La ley del aborto, como preliminar, no está mal. Pero si me quieres poner como una moto, vamos a darles caña a los homosexuales.
Rouco había preparado un millón de hostias para repartir este domingo. Me entró la risa floja. ¿Un millón? ¡Pero si ya llevamos toneladas repartidas! Una somanta de hostias que llueve sobre la ciudadanía con el loable propósito de sacarnos de la crisis o de salvar nuestras almas.
 Está claro que alguien olvidó ponerle concertinas a los muros del infierno. Sino, díganme ustedes de dónde sale tanto engendro.

YO SOY DIOS

Una mujer asistía a la misa del Gallo sentada entre los primeros bancos de la sobrecogedora catedral alemana. De repente, se deshizo de su ropa para subir al altar y mostrar las palabras escritas en su torso: Yo soy dios. La noticia corrió por los informativos internacionales. Una oleada de indignación inundó las respetables calaveras de la gente de orden. Yo la vi en el televisor de un bar de barrio. Dos tipos grasientos, alopécicos y con aspecto de padecer de flatulencias, comentaban a mi lado la jugada: Si por lo menos tuviera buenas "lolas". La opinión pública se movió entre el desprecio y el rechazo hacia el gesto de la activista de Femen. Esta hipócrita sociedad del patriarcado, a la que tan generosamente han contribuido las creencias religiosas, se escandaliza más por ver dos tetas reivindicativas que por la opresión, explotación y perdida de los derechos de todo el género femenino. A las mujeres, pese a suponer más de la mitad de la población, se nos sigue tutelando en virtud de una presunta debilidad emocional e inferioridad intelectual que nos hace más proclives al "pecado". Por eso cualquier estado aconfesional como el nuestro (es decir, aconfesional como manda la santa madre iglesia) se siente con derecho a legislar nuestros ovarios e imponer maternidades no deseadas. Juegan a ser dioses. Someten nuestros cuerpos a los dogmas machistas de sus misóginos cultos. Y si nos rebelamos somos brujas. O delincuentes que pagarán por sus blasfemias en un fría celda. El cuerpo desnudo de la joven alemana es un desafío. Un guante tirado a la cara de los fariseos. Yo soy dios. No le falta razón. Hasta la fecha el cuerpo femenino es la única fuente real, más allá de las fábulas o mitologías religiosas, capaz de crear vida. Nosotras somos de carne y hueso. Unas diosas terrenales que están hasta las mismísimas de tiranos sobrenaturales y acólitos meapilas. Finalizo mencionando a las integrantes de Pussy Riot que han cumplido dos años de cárcel por cometer una osadía similar.  Ellas también irrumpieron semi-desnudas en un templo cantando a ritmo punk: Virgen María, echa a Putin. Pagaron por este horrible crimen pero no minaron su entereza. Las chicas son guerreras. La semilla de la rebeldía está sembrada. Que a nadie le extrañe que cualquier día un coro de íberas diosas cabreadas tome el templo del Pilar en pelota picada para entonar una jota que podría decir algo así: Virgencica del Pilar, echa a Mariano, Gallardón y Cospedal. Contenticas nos tienen.

UNA LECCIÓN MAGISTRAL

UNA LECCIÓN MAGISTRAL Cada día, desde hace cinco meses, Antonio se sobrepone a sus dolores y molestias cotidianas. Toma unas cuantas píldoras de la innumerable lista de fármacos (ahora re-pagados) que son imprescindibles para que pueda seguir habitando en el planeta. Ajusta la prótesis de su pierna ortopédica y trata de obviar una lacerante hernia, inoperable por su delicado estado de salud, para cabalgar sobre una silla de ruedas y dirigirse hacia el ágora donde imparte sus lecciones de amor y valentía. En plena calle Alfonso zaragozana, con la silueta de la basílica del Pilar recortada en el firmamento, el profesor filósofo y laico insiste en enseñar que la resistencia es el único camino de las mujeres y hombres libres. Antonio Aramayona hace una guardia respetuosa en la puerta de la consejera Serrat con un cartel donde se lee:" Por una educación pública y laica". A su lado Marisol, una mujer adorable, inteligente y tierna, le acompaña durante los largos meses que ya dura la protesta. Otras personas acuden ocasionalmente. Estudiantes, maestros, trabajadores, parados, padres o madres de familia, espontáneos que le interrogan sobre sus motivos y deciden quedarse. Son muchos los apoyos, los guiños cómplices (incluso entre los vecinos del portal de la sra. Serrat). Hasta los mendigos y los artistas callejeros le reconocen y saludan como a uno de los suyos. Algunos de los policías que le transmiten mensajes disuasorios de las autoridades o directamente multas y expedientes, susurran avergonzados a su oído que no les gusta hacer lo que les mandan. Que también tienen hijos y temen por su educación y su futuro. Hay otra gente que reacciona airada e insultante. No pueden soportar la dignidad que exhala este hombre enfermo pero más fuerte que un roble. Lo perciben como una bofetada de rebelde alegría en medio de sus momificadas caras. Antonio aguantará más allá de sus fuerzas. Es de otra pasta. Más allá de la presión fascista y coactiva de un régimen enajenado que quiere doblegar a las personas. Su magistral lección, quizás la última, será su propio ejemplo. ¡Va por usted maestro!

LA DISPENSA DE COSPEDAL

LA DISPENSA DE COSPEDAL La presidenta de Castilla-La Mancha no oculta su ultracatolicismo militante. Militante, porque como practicante deja un poco que desear. Tiene problemas, pequeñas contradicciones con el catecismo que defiende. Se casó, se divorció, volvió a casarse con un divorciado y en el intervalo fue madre soltera recurriendo a la reproducción asistida. Todos pecados gordos según sus creencias.  Pero esta es la grandeza de la religión católica: Puedes pecar y pecar contra lo que predicas y luego, con tres avemarías y un padrenuestro, vuelves a poner el marcador a cero. Mientras tanto nada te impide ser inflexible con la moral y la libertad ajenas e incluso legislar para prohibir o sancionar los supuestos pecados de los otros. De la misma forma, los que se comporten como buenos católicos apostólicos y pre-conciliares, aunque sean los denostados funcionarios, serán recompensados. La Junta de Cospedal envió un correo a los trabajadores explicándoles que si asistían a misa, se les beneficiaría con hora y media de dispensa laboral remunerada. Está feo ésto tratándose, como se trata, de un estado aconfesional y de una comunidad que ni siquiera cubre (o lo hace muy tarde y mal) las bajas de dichos funcionarios. Pero además es discriminatorio porque, digo yo, los que pertenecen a otros credos o son ateos ¿no serán compensados de otra forma? A lo mejor la señora Cospedal tiene grandes ideas para conseguir que su funcionariado corresponda a esa marca España, como dios manda, que tanto le pone a la presidenta. Podría, por ejemplo, ofrecerles que fueran recuperando los moscosos y canosos cumpliendo una serie de requisitos. Detalles como llevar la peineta durante el horario de trabajo o rezar el rosario en el rato del bocata. Y sobre todo añadir a los permisos para misas, licencias pagadas para ir a los toros. Así conseguiría un cuerpo de élite formado en los baluartes del nacional-catolicismo. La sempiterna charanga y pandereta que tan virtuosamente bien saben tocar los de su casta.

OBISPOS QUE VIVEN (Y PECAN) POR ENCIMA DE SUS POSIBILIDADES

OBISPOS QUE VIVEN (Y PECAN) POR ENCIMA DE SUS POSIBILIDADES
 Los Obispos españoles deben andar desorientados con el nuevo Papa. Es lo que tiene que la bendita paloma fuera a posarse sobre un argentino. Les da por hablar, con esa elocuencia irreductible que caracteriza a los hijos de la Pampa, y ya no hay dios que controle lo que dicen. A Francisco I le ha dado por repetir, una y  otra vez, que quiere una iglesia pobre, comprometida contra las injusticias y con Obispos que no mangoneen ni se comporten como príncipes. ¿De quién estará hablando el bueno de Francisco? ¿No será de los monseñores españoles? Porque es bien conocido su compromiso con los pobres con ejemplos plausibles como el de Cáritas a la que destinan, rumbosos ellos, 4 de los 6.000 millones de euros que succionan directamente del Estado. ¿Que qué pasa con los otros 5.996 milloncejos? Como dicen las escrituras: ¡Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda! (Mt, 6, 3) Y mucho menos la ciudadanía, que contentos deberíamos sentirnos por la cantidad de indulgencias que nos ganamos con nuestros involuntarios óbolos. Lo de la pobreza no va con los de la Conferencia episcopal. Son espíritus sensibles que habitan cuerpos delicados que requieren de cuidados exquisitos. Muy alejados de la austeridad franciscana que predica el pontífice. Claro que cada quién alcanza el nirvana a su manera. Unos abrazando la pobreza y el ayuno, como el santo de Asís, y otros enfundándose un calzado de Guzzi y degustando finos manjares regados con recios caldos. ¡A ver quién está más cerca del paraíso! Aquí las cosas, se hacen de otra forma, Ya se lo explicará Rouco a Francisco. ¿Que el estado pretende cobrar el IBI a los edificios de la iglesia que, por cierto, mantenemos con nuestro patrimonio?: Se amenaza con cortar el grifo a Cáritas. ¡Que se jodan los pobres! En cuanto a todo ese rollito tolerante del argentino sobre los homosexuales, ya le pondrán al día próceres catecumenales como el obispo Reig acerca del plan homosexual para destruir a la humanidad. O eso que cuenta monseñor Cañizares tan bonito sobre los niños para justificar la pederastia entre los sacerdotes. Eso de que son lascivos y provocadores. ¡En fin!  Que solo le falta al nuevo Papa empezar a considerar la posibilidad de ordenar sacerdotisas u obispas. Entonces seguro que Habemus Cisma. Pero me temo que eso, más que una reforma profunda de la iglesia, necesita de un milagro.

LAS BICICLETAS SON PARA LOS FETOS

LAS BICICLETAS SON PARA LOS FETOS
Yo no se que se meten los obispos. Puede que el botafumeiro esconda algo más que incienso en su interior. Un potente alucinógeno que abre su mente a psicodélicas conspiraciones urdidas en otra dimensión por demonios cojuelos y rojillos. Sea lo que sea, comparten su "mierda" con las devotas gentes del PP. Es evidente que unos y otros son víctimas de un mal viaje que les provoca síntomas comunes: Una verborrea disociada de la realidad y visiones paranoicas sobre conjuras globales para reducir la población mundial. Algunos, como monseñor Reig Plá, están muy enganchados. Escuchan voces que les susurran los siniestros planes que la ONU, la UNESCO, los partidos de izquierdas y los sindicalistas urdimos para exterminar a la humanidad. ¡Pardiez!, nos han descubierto. Saben que no pararemos hasta convertir en homosexual a todo quisque. Y si queda algún hetero, lo esterilizaremos a la fuerza. ¿Con qué objeto? Ya se sabe que los bolcheviques tenemos fijación con la destrucción del mundo. Es por pura maldad, somos así de retorcidos. El obispo Munilla ( otro que parece que aspira pegamento) ha destapado una diabólica trama del partido socialista, ¡átense los machos!: Acusa al PSOE de pretender acabar con los pobres mediante el aborto. ¡Qué perfidia refinada la de estos sociatas! Menos mal que el perspicaz Munilla se ha olido la tostada. ¡Qué listillos! Prometen acabar con la pobreza obligando a abortar a los pobres. Así no quedará ninguno. Un holocausto preventivo que se ha descubierto gracias a la iluminación de un colgado. Perdón, quise decir prelado.
La derecha católica española es una gran defensora de la vida. No como los conjurados que tratamos de frenar la explosión demográfica con la endeble excusa de que el planeta pueda abastecer de recursos a todos. Pero su interés por esas vidas termina en cuanto salen del útero. A partir de ahí, el que coman o no, no les quita el sueño a los obispos. Es más, algunos cristianos, sentimentales y derechones individuos, se sienten indignados por la medida que ha tomado la Junta de Andalucía. ¡Ni que esto fuera Etiopía!, exclamó un dirigente pepero cuando el gobierno andaluz resolvió que todos los niños pobres andaluces puedan comer tres veces al día. ¡Tres comidas al día!, ¿Y qué más, una bicicleta?- replicó Buruaga, locutor de esa quinta columna radiofónica episcopal llamada COPE. Y es que estos críos desnutridos y harapientos no merecen comida y mucho menos bicicletas. Ya están afuera. Solo importaron los nueve meses que se pasaron chupando de una económica placenta. Si existieran bicicletas para fetos, los obispos saldrían a las calles encabezando beatas multitudes que reclamarían velocípedos para los no-natos. ¿Les parece que alucino? Tiempo al tiempo. Porque los efectos de esta bendita droga cada vez son más imprevisibles. Quizás deberían hablar con su camello. Fijo que les está pasando alguna porquería adulterada... porque si no, no lo entiendo.

SECTAS CON CÁTEDRA PARA ABDUCIR LA RAZÓN

SECTAS CON CÁTEDRA PARA ABDUCIR LA RAZÓN
¿Imaginan ustedes que un profesor adoctrinara a su alumnado con mensajes como que sufrir abusos y vejaciones en silencio es una prueba de amor? Sería inadmisible. Una apología de la pederastia constitutiva de delito que haría que el perverso docente diera con sus huesos en la cárcel. Sin embargo, si hablamos de una universidad privada cuyo profesorado está compuesto por miembros del Opus Dei, la cosa cambia. Imbuidos en la filosofía sadomaso de la Obra cualquier aberración se puede justificar como un acto de amor. Y no hablo desde la presunta inquina que supura de mi recalcitrante ateismo. A las pruebas me remito. Alumnos de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia han denunciado que una profesora que imparte Doctrina Social de la Iglesia ( ¿...?) en 3º de periodismo realizó en plena clase afirmaciones como éstas: "las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor" o "el aborto en el caso de violación no es tolerable porque dentro de lo terrible de la violación sacas algo bueno, que es un hijo, un don de Dios". No puedo adivinar en qué oscura mazmorra del bondage ultracatólico estudió la carrera esta señora. Ni el lavado de cerebro al que ha sido sometida para odiar a su propio género tanto como el dios misógino que adora. Tuvo que ser un trabajo fino de destrucción de la autoestima femenina. Una especie de lobotomía del raciocinio que le impide entender que el amor es incompatible con los palos. Lo preocupante del caso es que una persona abducida ideológicamente por un credo machista y pernicioso pueda dar lecciones de anti-ética a futuros periodistas. ¿Qué valores transmite a su alumnado? Ese dios que predica desde un púlpito académico ha secuestrado su libertad y su conciencia. Mientras no la desprogramen, no debe volver a pisar un aula. En cuanto a sus captores espirituales, los bizarros integristas del Opus Dei, ya es hora de que se les clasifique junto a las demás sectas destructivas. Los argumentos los dan ellos solitos No se puede permitir que la violación y el maltrato tengan cátedra.

¿ESCLAVAS DEL SEÑOR?

¿ESCLAVAS DEL SEÑOR?
Como era de esperar, la elección del nuevo Papa no contribuirá a mejorar el papel de sumisión que la Iglesia Católica atribuye a la mujer desde sus primitivos orígenes. Digamos que Francisco I no va a ser el primer pontífice que milite en el movimiento feminista. También dudo que veamos a Begoglio compartiendo carroza con Carmen de Mairena el día del orgullo. Las criaturas de dios, si son homosexuales (bisexuales o trans, les da lo mismo), seguirán demonizadas. Privadas de su dignidad de seres humanos libres para elegir a quién amar. Condenadas al underground pecaminoso de la amanerada hipocresía vaticana.
A mí me crió mi abuela. Una mujer que había empezado a trabajar a los ocho años en una fábrica de zapatos. Las mujeres sindicalistas de la CNT le enseñaron a leer, escribir y, sobre todas las cosas, a mirar a los ojos a los hombres y verlos como iguales. Una hembra poderosa y entrañable que siempre me aconsejó no depender económicamente de nadie, aunque fuera mi marido. Y controlar el número de hijos. A mayor prole, menos libertad y mas pobreza- solía repertir. Ella, que creía a su particular manera, sentía un rechazo alérgico por la jerarquía eclesiástica. Nunca olvidaré como disfrutaba de escandalizar a la gente con frases lapidarias: Si los curas parieran, el aborto sería un sacramento.
Si mi abuela estuviera viva ahora, diría que Francisco I es más de lo mismo. No responde al perfil del revolucionario imprescindible que se precisa para acometer la reforma del papel femenino en la Iglesia. La mujer seguirá sin tener acceso al sacerdocio. Supeditada al marido y, a ser posible, dentro del habitat de la familia. Sin soberanía sobre el control de su natalidad. Constreñidas al papel de meras sirvientas, sin madurez psicológica para tomar sus propias decisiones. Las mujeres católicas deberían reflexionar profundamente sobre ello. En realidad, da igual judía, católica o musulmana. En todas estos cultos se nos considera un subgénero y ninguno está dispuesto a reivindicar una posición equitativa de la mujer con el macho.
Los oráculos espirituales del s. XXI, intérpretes de dioses sempiternamente masculinos, solo nos quieren para esclavas. No como semejantes o compañeras y, mucho menos, de colegas. La Iglesia Católica tampoco se desprenderá de su añeja misoginia en esta nueva etapa. Raztinger o Begoglio, poco importa, las cosas no van a cambiar en este aspecto.
Ahora la pelota está en el tejado de las mujeres católicas. Mi abuelita nacio, sabiéndose libre, en el s.XIX. Pero no existe peor esclavitud que la que no se cuestiona. Como los dogmas de fe.

¿POR QUÉ NOS ODIAN?

¿POR QUÉ NOS ODIAN?
Una niña de quince años recibió una bala en la cabeza por promover la educación de las niñas en el Pakistan dominado por los talibanes. Por innumerables actos tan brutales o más que éste - incitados con demasiada frecuencia por fanatismos religiosos - la ONU ha celebrado una conferencia con el objeto de consensuar una normativa internacional que ayude a prevenir la violencia contra la mujer. Según sus informes, siete de cada diez mujeres en el mundo han sido víctimas de algún tipo de violencia. Más de 6.000 organismos internacionales se han adscrito a la Comisión. Parece lógico que, entrados en el s. XXI, se puedan sentar unas bases planetarias que garanticen que la religión, las costumbres o la tradición no deban ser utilizados como una excusa para evitar la obligación de un gobierno de eliminar la violencia. Como también resulta diáfano para cualquier ser civilizado que crea en la igualdad de géneros que, una violación aunque sea dentro del sacrosanto matrimonio, es un crimen deleznable. Para cualquiera menos para algunos estados como el Vaticano o Irán. Al parecer no apoyarán la iniciativa porque discrepan en "matices" como estos. Mentiría si dijera que me ha sorprendido la coincidencia. Ambas religiones sienten un desprecio similar por el género femenino. Un odio inspirado por un dios siempre antropomórfico que dicta leyes que se usan para denigrar y reprimir a las hembras de la especie.
La ministra de Igualdad de Género de Noruega, Inga Marte Thorkildsen ha declarado: “El Vaticano, las fuerzas religiosas conservadoras en Estados Unidos y Europa, los países católicos y musulmanes han unido sus fuerzas para impedir que las mujeres obtengan derechos sexuales”.
Vamos, la Conjura de los Iluminados Misóginos. Para esto si que hay alianza de civilizaciones. Aunque más que a una civilización, lo que estos tipos representan es al pensamiento retrógrado idóneo para la violencia no cese y la libertad sexual, intelectual y personal de la mujer no sea posible. Es una cuestión de poder, de no querer ver a las mujeres como iguales y tener que reconocerles derechos. Así de primitivo. Nos odian irracionalmente. Igual de irracionalmente que abrazan sus diferentes credos. Por una cuestión de fe ciega, tonta, falocéntrica y, ¿por qué no decirlo?, feminicida.

CON FALDAS, MITRAS Y A LO LOCO

CON FALDAS, MITRAS Y A LO LOCO
Definitivamente: O dios no existe (y todo eso de la religión es un cuento chino que se han inventado unos particulares para amedrentar y someter a las masas) o es que el altísimo ya no es el que era y le importa un infierno lo que se cuece aquí abajo. ¿Dónde está ese colérico dios del Antiguo Testamento capaz de destruir una ciudad entera por practicar la sodomía? No es que lo añore en absoluto, pero no me dirán que no contrasta su fiereza de antaño con la pasividad de ahora. ¿No debería estar más cabreado por los hipócritas mariconeos vaticanos y la escandalosa pederastia que amparan que con los desmadrados ciudadanos de Sodoma y Gomorra? Porque lo del rayo en la cúpula, ya me perdonará el todopoderoso, apenas fue una ventosidad. Algo indigno de su rasmia celestial. Un fuego fatuo que apenas representó una colleja en las bien nutridas nucas de las locazas cardenalicias. Ni siquiera un serio aviso.
Hasta un tío duro como Ratzinger, curtido en las juventudes hitlerianas y como jefe de la moderna inquisición, tuvo que renunciar a un papado salpicado de escándalos sexuales y financieros. Las intrigas del Vaticano, según un informe interno, giran en torno al sexto y séptimo mandamiento. Les refrescaré la memoria: son esos que hablan de no robar y no cometer actos impuros. Y ahora se descubre que, amén de asilar y proteger abusadores de niños, en el Vaticano existe una red de intercambio de favores sexuales entre seminaristas, laicos y prelados.
Hay que ver lo que se pueden relajar unos homófobos declarados (como el cardenal británico O´Brien) compartiendo la intimidad de un confesionario junto a un hermoso efebo.
Y en cuanto a las finanzas de la Santa Sede ( esa tenebrosa banca cuyas actividades se relacionan con la mafia, la venta de armamentos, la prostitución, el blanqueo o la corrupción política ). Echo de menos al Jesucristo que perdió la compostura arrojando del templo a los mercaderes a punta de látigo. ¿Qué piensan que haría ahora? Lo dejo a su libertad creativa.
En resumen: No habremos resuelto la existencia o no de un ser supremo que rige los destinos. Pero lo que nos ha quedado tan diáfano como una ascensión mariana, es que esta cínica panda de siniestros travestidos no creen en él.
No le temen. No esperan su castigo. Los miedos y los prejuicios los alimentan en otros para su propio rédito.
Ellos son el anti-cristo.

YO TAMBIÉN PIDO LA PAZ... Y LA PALABRA

YO TAMBIÉN PIDO LA PAZ... Y LA PALABRA
La Gaceta es una publicación que no disimula su nostalgia del franquismo y que mantiene un concubinato retozante con la cúpula católica. Acaban de publicar una entrevista a Benedicto XVI donde, a toda página, el santo padre advierte: "Aborto, eutanasia y matrimonio gay amenazan la paz mundial" A lo mejor ustedes, como servidora, pensaban desde su descreida y supina ignorancia que las cosas que amenazan la paz mundial son otras. Asuntos como la creciente desigualdad entre ricos y pobres, el hambre que padecen millones de seres humanos a causa de la especulación alimentaria, la falta de justicia social que se ceba especialmente con los más débiles... Ya saben, trivialidades como la explotación salvaje que el sistema capitalista ejerce sobre la tierra y sus habitantes. Craso error. Un anciano travestido que asegura mantener conversaciones con un ser sobrenatural, nos ilumina sobre cuales son los auténticos peligros para la paz. Y no tienen nada que ver con las oleadas de miseria e injusticia que barren el planeta. Ni con los depredadores que entienden la vida como un botín sangriento y cotizan en bolsa con el sufrimiento de la gente. ¿Cuál puede ser la madre de todas las amenazas para unos tipos que transitan por el s.XXI con el código deontológico de la inquisición bajo el sobaco? La libertad, por supuesto. Que yo sepa, ningúna guerra ha empezado por el aborto, los matrimonios gays o la eutanasia. Pero para machacar la libertad de los pueblos en el nombre de dios sí que se han liado unas cuantas. Me viene a la mente el apoyo que la cúpula católica prestó a la dictadura. Esos obispos bendiciendo a las tropas que iban a repartir la muerte entre sus hermanos. O ese Franco al que transportaban bajo palio entre olor a incienso y una abundante clerigalla que rebosaba cera por los orificios. Tratado igual que un ser divino. Un dios de la muerte que no suponía una amenaza para la iglesia católica española. Solo para los que le llevaban la contraria. Por algo era Caudillo, por la gracia de dios. Es evidente que el dios de Benedicto y yo no compartimos la misma clase de sentido del humor. Aún no le pillo la gracia a lo del Caudillo. Y tampoco percibimos igual las amenazas. A Ratzinger y sus chicos les importa más estrangular las conciencias que acabar con el hambre, las injusticias y los conflictos bélicos mundanos. Andan, con faldas y a lo loco, ajenos al cumplimiento de sus evangelios. Desahuciando del portal navideño al buey y a la mula. Vistiendo a los reyes magos de faraoles. Abominando de los homosexuales mientras esconden a sus pederastas bajo las sotanas. Celebrando misas al Criminalísimo en el Valle de los Caídos (ante de una bandera con el águila de San Juán bordada a mano). Posicionándose por tradición del lado de los opresores de la libertad. Ellos son parte de la única amenaza que no cesa. La que está acechando desde los orígenes para someter a los pueblos hasta más allá de sus propias vidas. Para domesticarnos el alma y convertirnos en resignados borregos que no pataléen demasiado cuando les toque ser conducidos a los mataderos de los señoritos. El brazo ideológico que bendice al brazo armado. Colaboracionistas vocacionales. Y es un hecho avalado por la historia que el peligro son ellos. Para la paz y para todas las mujeres y los hombres librepensadores del planeta.

¿ORA PRO NOBIS?

¿ORA PRO NOBIS?
Como gracias a dios no soy creyente, me ahorro el disgusto de sentirme desolada en un mundo impermeable a los milagros. Reconozco que me sería más fácil achacar las injusticias al demonio o encomendar la solución a tanto desastre a alguna suerte de fenómeno sobrenatural.
Lo que pasa es que, al contrario que los que gobiernan en Carpetovetonia, no soy proclive a buscar la solución a los problemas en eventos prodigiosos ni en seres tan omnipresentes como sordos. Por eso tengo mis reservas sobre el hecho de que la virgen del Rocío acabe con el paro como opina nuestra ferviente ministra de los santos inocentes y desempleados. A riesgo de que me consideren una hereje, les diré que me parecería más verosimil que un escuadrón de naves de Raticulín descendiera hasta la tierra para abducir a todos los corruptos, avaros y canallas que pueblan el planeta y dejarlo como la patena.
Pero mientras los extraterrestres se lo piensan, la realidad atormenta nuestra carne trémula. Algunos días, las hostias consagradas nos caen en forma de unos presupuestos que son más infumables que el asunto ese de la concepción vía paloma. Otros, toman cuerpo en un ministro del interior que pide al Papa que rece por nosotros. Y digo yo, ¿es que ahí arriba necesitan que un intermediario les relate nuestras cuitas? ¿no tienen twitter o facebook para que podamos acceder directamente? El caso es que, según parece, a Fernández Díaz le van más las intercesiones celestiales que a San Agustín una parrilla rusiente. Así que el hombre, aprovechando la canonización de una monja íbera, se ha plantado en Roma para dorarle la píldora al Vaticano (ya saben, por si los 13.000 millones de euros que le suelta a la iglesia católica esta viña asolada por los jabalíes del laicismo no fueran suficientes). Y a tal efecto, ofreció en la embajada de España ante la Santa Sede una cena de gala y de copete. Tan bien debieron de pasarlo los respetables comensales que, tras agotar hasta la última gota de vino de la romana sacristía, el ministro se vino arriba y soltó esta enigmática charada: "Cataluña será cristiana o no serᒠy yo añadiría que España será cristiana o no será, y también quisiera decir que Cataluña sin España no sería Cataluña y España sin Cataluña no sería España”
El auténtico milagro sería desentrañar el acertijo. Pero, como he dicho al principio, servidora no es aficionada a los remedios portentosos. Es más, como soy asquerosamente pragmática, propongo uno muy mundano para ese nuevo roto de más de 10.000 millones que le ha salido a las cuentas de la seguridad social de este impío estado: Dedicar toda la pasta que le damos a la Iglesia a remedar el agujero. ¿No sería un gesto más cristiano que una oración del Pontífice? Por último, una sugerencia para que Benedicto economice en jaculatorias. Libérense de sus onerosos bienes materiales y, hasta los más reticentes descreídos, creeremos en milagros. Palabra de atea. Amén.

UNA BALA EN MI CABEZA

UNA BALA EN MI CABEZA
Desde la tierna edad de los once años, Malala se convirtió en objetivo mortal del colérico Alá que veneran los talibanes. Por su necesidad de aprender y defender ese derecho para todas las niñas de su patria, la pequeña pasó a ser el enemigo público número uno de la misoginia que procesan las bestias integristas. Malala puede parecer frágil, confinada en su menudo cuerpo de catorce años, pero posee una fuerza que provoca la irracional ira del fanatismo religioso. Tiene el poder de la palabra. Escribe en su blog para animar a otras niñas a que estudien cuanto puedan en un país dominado por unos tipos del medievo que odian y temen, a partes iguales, a las mujeres. Por eso mismo cerraron las escuelas femeninas y recluyeron a mujeres y niñas en sus casas. Enclaustrarlas físicamente bajo trapos que oculten todo su cuerpo y relegarlas a ser meros objetos al servicio del hombre, no es suficiente. No basta con arrebatarles todos los derechos y pisotear su dignidad humana en nombre de la versión libre-cavernícola de un libro sagrado. Les temen tanto, nos temen tanto, que quieren robarles hasta la razón. Meter su inteligencia en una diminuta jaula que no reciba estímulos. Matar su pensamiento. Y si se rebelan, matarlas directamente, como intentaron hacer con Malala. Esa bala también se ha alojado en mi cabeza y me ha dado mucho que pensar. El extremismo islámico no dista tanto de otros que sufren las mujeres en casi todo el mundo. El católico ha dado buenas muestras de esa misma violencia machista a lo largo de la historia. Una mixtura de terror y odio contra nuestro género que les llevó a subyugarnos, a quemarnos en la hoguera, a negarnos el alma. Todavía su influjo es patente cuando sufrimos la furia que les produce nuestra libertad reproductiva o la educación mixta hoy en día. ¿Qué es lo que temen?
Esa bala, debería volar las cadenas de todas las hermanas que en este antropocéntrico mundo permanecen bajo la bota de cualquier estúpido macho. De cualquier neanderthal que, por mucho que se ampare en las leyes divinas para ejercer de fiera, no puede esconder su acomplejada inferioridad ante las hembras. Y a fuerza de genitales (ya que es ahí mismo donde habita su cerebro), intentan someterlas. Esa bala estaba destinada para cualquiera de nosotras, mujeres libres, que no aceptamos ser esclavas.

¡AY LA VÍRGEN!

¡AY LA VÍRGEN!

La mañana del pasado domingo me encaminaba devota a la manifestación nuestra de cada día cuando, sin previo aviso, una visión revenida de la España más casposa asaltó mis retinas. En la zaragozana Plaza del Pilar se estaba desarrollando un acto religioso-institucional digno de protagonizar un especial de "mundo insólito". La Guardia Civil le concedía una medalla a su Patrona, la Virgen del Pilar. Podríamos obviar el hiperrealismo "majico"" que supone el hecho de que un cuerpo armado condecore a un ser sobrenatural y presunta pacifista. Yo al menos puedo. Soy hija del cuerpo (la genética gusta de estas bromas) y estoy hecha a la imaginería benemérita. Pero es que el cuadro era completo. Ni siquiera Goya hubiera retratado tan fidedignamente la rancia fealdad que emanaba del conjunto. Esa presidenta de Aragón coronada de peineta y de mantilla; con un rictus en la boca (un estremecedor conato de sonrisa) que solo se puede explicar imaginando que se le ha ido la mano con el cilicio; como recién salida de tomar el te con el señor Obispo tras las bambalinas del sacristía. ¡Oigan, que impone esta mujer! Y mucho más pertrechada de manola.¿ Y qué decir de ese momento bandera, un trapito que ha costado 5.700 euros del ala, en el que el señor arzobispo bendice el estandarte de guerra que doña Rudi entrega a la Guardia Civil?. "¡Oh, Dios, bendice esta bandera que representa a nuestra tierra!".
Un flash-back grotesco y gazmoño que parece salido de ese pasado nuestro, nunca suficientemente lejano, de Obispos bendiciendo tropas y maquinarias de muerte. Por si fuera poco, la cutrez y el autobombo de sus participantes nos ha salido caro a todos. Hasta a los ateos más recalcitrantes. Las cifras bailan entre los 36.000 y los 400.000 euros. Ya saben, cuanto más patriotas y místicos, menos entendemos de números los españoles. Pero eso sí, las venerables calaveras que gobiernan nuestros pueblos no escatiman prendas en sacar un Real Deceto para condecorar a la Virgen del Pilar. El dinero que cueste, ya saldrá de dónde sea. ¡Qué lástima que Sánchez Gordillo no sea virgen y dé mal subido a una columna cubierta por un manto florido! A lo mejor se podría obrar el milagro y el gobierno engendraría otro Real Decreto, éste para poder alimentar a los que pasan hambre. Yo creo que la Virgen (de poder ser interrogada sobre ésto) escogería lo segundo a cualquier clase de medallas, boatos o banderas. Aunque en asuntos marianos prima la cuestión de fe y servidora anda floja en este tema. Y en el caso de esta panda (la de Mariano el recorto y su coro de beat@s meapilas) la única fe que procesan, es la mala fe que gastan. Vamos, la mala virgen.

ANGELES, DEMONIOS Y SUBNORMALES


 

 La Iglesia Católica mantiene, como en casi todo, un doble discurso con los discapacitados (especialmente con los que sufren alguna patología cognitiva). Por un lado, defienden a ultranza su derecho a nacer. Pero lo que ocurra después del parto con esa criatura no parece que les interese demasiado. Es más, muchos sacerdotes prefieren que, estos angelitos libres del pecado original, no asomen sus minusvalías por el templo. Parrocos como el de Padrón (Galicia) o del de Teià (Barcelona) han montado un cristo entre sus feligreses al negarse a dar la comunión a dos niñas, una con un trastorno epiléptico congénito y otra con síndrome de Down. Muy cristiano y caritativo todo. Como las palabras con las que el cura gallego explicó su negativa: "Si es una persona subnormal, no debe acercarse a comulgar" . Pues claro hombre, de subnormales que hacen doctrina sobre fenómenos extrasensoriales ya está surtida la iglesia. Es más, tienen licencia hasta para administrar sus sacramentos y decidir quién merece recibirlos. La Iglesia Católica empuja para anular la ley del aborto. En su Santa Cruzada para salvar la vida embrionaria cuentan con la colaboración de ultracentristas tan destacados como el propio ministro de justicia. Católicos recalcitrantes y nostálgicos del antiguo régimen unidos en la sagrada misión de obligar a traer a este valle de lágrimas a seres con graves deficiencias. Malvados demonios que, tras el nacimiento, les niegan las ayudas para poder subsistir e incluso les impiden el acceso a sus templos. Los ignoran y humillan sin que tanta sádica hipocresía se les atragante en la conciencia. ¿Qúe carajo de conciencia? Ellos son los que pululan éticamente por debajo de la normalidad de nuestra especie. Ellos sí que son unos perniciosos subnormales de los que se debería proteger a la gente.

LA CONFUSIÓN DEL CARDENAL

LA CONFUSIÓN DEL CARDENAL
Es de suponer que un líder espiritual católico de la categoría de Rouco Varela se sabe de memoria gran número de las citas y proverbios más famosos de los Libros Sagrados. Seguro que en los temarios para las oposiciones a Obispo y Cardenal salía un buen surtido que, fijo, podían caer en el examen. ¡Pero qué boba soy! A estos puestos no se accede de la misma forma que a uno de correos. La selección de personal se realiza previa inspiración divina. Vamos, que les llueven del cielo. Osea que, o bien Rouco padece alguna dislexia caritativa que le impide interpretar correctamente las escrituras, o es que toda esa paja bíblica se la trae al pairo porque ya tiene seguro el contrato indefinido. En cualquier caso Cardenal, para esta humilde y recalcitrante atea, será un honor refrescarle la memoria. ¿Sabe aquel que diu..? :“…vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme (Lc:18:22) Como veo que tiene problemas para su comprensión se lo explico con un ejemplo práctico: Al contrario de lo que ud. entiende, el Mesías no les instaba a que se apoderaran de inmuebles, terrenos y mezquitas escriturándoselas las bravas. Tampoco les recomendaba que no pagaran el IBI de su fastuoso patrimonio (a dios lo que es de dios y al cesar o al fisco, lo propio (Mt. 22, 21) o algo así). Es más, creo que lo que su jefe les pedía explícitamente es que repartieran todas sus riquezas entre los más desfavorecidos y no esa miseria del dos por ciento en donaciones que le dan a Cáritas. Por cierto, está muy feo chantajear al estado español de esa manera monseñor. Ni me parece propia de cristianos su sibilina amenaza de que, en caso de verse obligados a pagar sus impuestos como todo hijo de vecino, los pobres que acuden Cáritas sufrirán sus recortes celestiales.
Don Rouco Corleone confiese de una vez, usted tampoco cree en dios ni lo conoce. En realidad, cuenta con ello para ensuciar impunemente su propia doctrina. Sabe que no le puede castigar. Aunque no le convendría relajarse porque últimamente muchos cristianos de base se están posicionando en el bando de los pobres. Tomando partido contra las injusticias. Luchando codo a codo con plataformas sociales laicas para plantarle cara a los explotadores. A los cínicos avariciosos que son inmunes al sufrimiento de la gente, como ud. sr. Obispo.
¿Ha pensado que con el dineral recaudado de su magro patrimonio se podrían montar cienes de Cáritas? ¿ A cuántos hambrientos se pueden alimentar con los trece mil millones que reciben anualmente de esta viña devastada por el laicismo llamada España?
Una última cita. También procede de los textos sagrados aunque ha salido del alma de mis descreidas tripas:
Ezequiel, 25-17: El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la avaricia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del Valle de la Oscuridad. Porque Él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquéllos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡¡¡Y TÚ SABRÁS QUE MI NOMBRE ES YAVÉ, CUANDO MI VENGANZA CAIGA SOBRE TI!!! ¿A que acojona Cardenal? Mira que si al final existe...

CON FALDAS Y A LO

CON FALDAS Y A LO Si partimos de la premisa de que predicar la homofobia es un delito, retransmitir este mensaje en TVE convierte al ente público en cómplice del mismo. No importa que el discurso esté enmarcado en un rito litúrgico ni que lo suelte un tipo con faldas y bordados que muchas Drags envidiarían. La cuestión es que, un organismo que pagamos entre todos, sirva de púlpito para lanzar soflamas contra la homosexualidad y arremeter contra el aborto. El Obispo de Alcalá de Henares se despachó a gusto con el tema. Con un tono demasiado lúbrico a mi entender, habló de esa bajada al infierno que supone frecuentar los clubs de hombres nocturnos.
Debe saber de qué habla, porque se le veía muy versado en el tema. Tanto como debe estarlo en los asuntos de pederastia que infestan sus angelicales huestes. No hay que olvidar que Monseñor Reig acogió en su propia casa a un cura acusado de violar a una niña durante diez años. Del infierno al que fue arrastrada involuntariamente esta criatura, nada de nada. Reservó sus condenas para los que eligen libremente su sexualidad y, ¡como no!, a machacar a las mujeres. Porque hay que reconocer que si la homosexualidad les pone burracos y a la defensiva, las mujeres les aceleramos el metabolismo. Marcadas por el primigénio pecado de comer del árbol prohibido, la mujer ha sido estigmatizada, sometida y despreciada por una religión descaradamente misógina. Nos niegan el control de nuestros derechos reproductivos con la misma fiereza que impiden que seamos ordenadas como sacerdotisas, obispas o cardenalas.
Ese odio debe ser por lo del árbol. ¿no dicen que fue el de la ciencia? Ya se sabe que la ciencia y los católicos no hacen un buen maridaje. Aunque Reig sostenga que la ignorancia es enemiga de su Iglesia. Acto seguido la caga explicando que el demonio hace que cosas buenas parezcan malas y viceversa. Oiga, lo del demonio, ¿en qué rama de la ciencia se ocupan de su estudio? Lo digo porque debe andar trasteando en la economía nacional. Ya saben, haciéndonos ver que los recortes, la reforma y el copago sanitario que viene son malos, malísimos cuando, en realidad, son una bendición de dios. Al Obispo de Alcalá, una última recomendación: Hágase mirar lo suyo. Quizás un análisis freudiano resolvería el misterio del por qué, un señor travestido, siente tanta aversión por gays, lesbianas, trans y mujeres. ¿No se si "entiende" señor Reig?