CRÍMEN Y CASTIGO
El trato desproporcionadamente abusivo que se está dando en Dinamarca a López de Uralde y el resto de activistas de Greenpeace, pone de manifiesto que el peor delito que puede cometerse hoy en día en Europa, por encima del el terrorismo, la corrupción o la especulación financiera que nos ha llevado a una crísis mundial, es el terrible crímen de agitar las conciencias. He escuchado y leído opiniones de gente que, con una saña que me desconcierta, mantienen que los miembros de Greenpeace tienen lo que se merecen. Que violaron las leyes danesas y que ahora deben apechugar por ello. Quizás desconozcan que, dichas leyes, fueron diseñadas unos días antes de la Cumbre climática para reprimir a los activistas de todo el mundo que intentábamos hacernos oír en este foro. Una mordaza legal que garantizara que los tejemanejes de los líderes mundiales no iban a sufrir las interferencias del populacho. Como en la época del despotismo ilustrado, los gobiernos mundiales dicen hacer todo por el pueblo, pero sin el pueblo. Vive la democracie! La injerencia de la ciudadanía en los asuntos que catalogan de Estado es considerada, a las pruebas me remito, como una grave transgresión que debe ser penalizada duramente.
A los que piensan que el castigo de los activistas es justo, solo quiero recordarles que todos los avances en cuestiones de derechos sociales han venido de la mano de personas que, como Juantxo, han practicado la desobediencia civil aceptando las consecuencias de sus actos. Los activistas de Greenpeace siempre dan la cara, no intentan huir ni ocultar pruebas. Su militancia medioambiental no elude las responsabilidades. Nosotros, la gente corriente que queremos un mañana para nuestros hijos, también tenemos una responsabilidad ineludible hacia ellos: Apoyar su libertad porque es la nuestra. La libertad de hablar sin miedo a las represalias, de luchar pacíficamente por aquello en lo que creemos, de no dejarnos amilanar por los que quieren enmudecernos, Aunque la consecuencia sea abarrotar de presos de conciencia las cárceles de todo el Planeta.
Publicado en El Periódico de Aragón el 9 de enero del 2010 y en Foros El País
1 comentario
frantic -
No puedo aceptar una ley a tenor de la cual los verdaderos delincuentes estén en la calle.
Mañana es mi cumpleaños y sólo quiero un regalo: que los cuatro vuelvan a casa.