TENED PRESENTE EL HAMBRE

Miguel Hernández sabía bien lo que era el hambre. Y en unos versos, rabiosamente hambrientos, señalaba con el dedo a los culpables de tanta miseria que había conocido. A los cerdos que engordaban a costa de las escualidas espaldas de los niños jornaleros. ¿Qué hubiera escrito ahora?
La organización Acción contra el Hambre estima que solo serían necesarios 3.000 millones de euros para frenar la pandemia, el chocolate del loro en este convulsionado momento histórico en el que, acudiendo al rescate de las economías, los Estados aportarán billones para frenar la hemorragia provocada por la rapiña y la sinrazón del sistema capitalista. Pero no nos engañemos, esto solo sería el primer paso. Las grandes multinacionales han monopolizado cada tramo de la cadena alimentaria (desde las semillas y fertilizantes hasta la comercialización y distribución de los alimentos). Estas industrias transnacionales se han engordado a pesar de la crisis.
La política neoliberal del BM, el FMI o la Organización Mundial del Comercio, con EEUU y la UE al frente, han fomentado la apertura sin freno de los mercados, la privatización de las tierras de abastecimiento local y su reconversión en monocultivos para la exportación.
Las soluciones tienen que pasar por enterrar el modelo de agricultura y alimentación actual. Se debe controlar y regular el mercado y el comercio internacional, reconstruir las economías nacionales y devolver el control de la agricultura a los campesinos y su acceso a la tierra, las semillas y el agua necesarias.
En resumen: sacar la agricultura del libre comercio y dejar de especular con el hambre. Porque, como dijo el poeta:
Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente, / los que entienden la vida como un botín sangriento. / Como los tiburones, voracidad y diente, / panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.

Publicado en diario PÚBLICO 19 de octubre de 2008