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EN NOMBRE DE LA MEMORIA

Soy libertaria por parte de abuela. La vicisitudes de la vida le obligaron a criarme y, gracias a ello, pude conocer una parte de la historia que le fue robada a muchos españoles.
Mi abuela era la mujer más fuerte y valiente que me he cruzado en esta vida. Nunca fue a la escuela. Desde los ocho años trabajaba jornadas interminables como guarnecedora de calzado. Durante sus años de adolescencia y primera juventud se afilió a la CNT. Fue el sindicato quien se encargó de darle formación e insuflar en su cerebro la ideología libertaria y feminista que ya anidaba en su corazón.
Mi abuela hablaba poco de la guerra pero cuando lo hacía, una nube de rabia y de tristeza atravesaba su rostro.  Relataba la caza de brujas que muchos de sus compañeros y compañeras de la CNT, incluido su propio hermano, sufrieron en esos oscuros años. De las detenciones en mitad de la noche que acababan en un "paseillo" hacia la muerte. De los fusilamientos en las tapias del cementerio y los cadáveres expuestos para que sirvieran de escarmiento. De su propio cautiverio, pese a ser viuda y madre dos niños pequeños, por haber escondido fugitivos en su casa.
Ni la represión y la muerte de la guerra civil y la posguerra, ni esa eterna dictadura que vino después, consiguieron doblegar sus convicciones libertarias. Siempre mantuvo que los detractores del anarquismo eran los enemigos de la libertad. Pero también la ignorancia. Algo de lo que se valen los liberticidas, fervorosos antagonistas de la memoria histórica, para criminalizar al movimiento. 
La operación "Pandora" ha abierto para mí la caja de esos recuerdos. Otra vez se identifican terrorismo y anarquismo con argumentos delirantes para justificar la caza. Porque lo que es evidente es que no existe ninguna alarma social a este respecto. Pero, si no estamos en un régimen fascista, ¿a qué viene este anacronismo? Nada es casual. Solo es cuestión de observar el calado que los fundamentos de la ideología libertaria tienen en los movimientos sociales actuales o en organizaciones ciudadanas como la PAH. Incluso en una nueva forma de hacer política que se define como asamblearia y garante de la democracia directa como es PODEMOS. La gente se ha autoorganizado frente a un sistema anti-personas impregnándose de  características inherentes al anarquismo: Autogestión, autonomía, rechazo a la autoridad externa y a las jerarquías... 

Algo huele a podrido en la operación "Pandora", Igual que huele a podrido el empecinamiento con el que este gobierno condena al ostracismo la ley de la Memoria Histórica. Y  que los huesos de los represaliados no abandonen las improvisadas tumbas donde les arrrojaron sus verdugos.  Desde la ONU, exoneran al gobierno de España. Estupor en toda la prensa internacional por el tratamiento que, todavía hoy, reciben las víctimas del franquismo. Tristeza y rabia de los españolitos que no somos ignorantes ni liberticidas. .
Y sobre todo vergüenza. Nada es casual, como ya he dicho. Un cambio social y político se avecina. Están dando los últimos coletazos. Ladran porque cabalgamos. Y no soportan la idea de que llevemos las riendas de nuestros destinos. ¡Ladrad, ladrad malditos! Nosotros galopamos

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