MISOGÍNIA NAZI-ONAL
Los próceres del pensamiento conservador patrio, esos nostálgicos del régimen del Criminalísimo y sus cristianos valores, no pueden evitar que se les escape por esa boquita el profundo odio y desprecio que sienten hacia el género femenino. No es políticamente correcto, convendrán ustedes, jactarse literariamente (a lo Dragó) de practicar la pederastia o hacer comentarios sobre los delirios autoeróticos que provocan los morritos de una ministra en el jefe del Consistorio vallisoletano. Sin embargo estos individuos usurpan el monopolio de la moral y la decencia a la hora de escupir exabruptos contra el prójimo. Su cinismo y desvergüenza es directamente proporcional a la bajeza de sus fechorías. Cuanto menor es su nivel de conciencia, más elevado el discurso moralista con el que intentan embaucar al prójimo. Pseudointelectuales, políticos, periodistas, muchos son los que quieren imponer sus "principios morales" al público mientras tienen la trastienda comida de basura. Está claro que a estos neandertales a medio evolucionar, su diminuto cráneo les oprime e impide un satisfactorio desarrollo del cerebro. Y por lo visto, su cavernaria especie, padece este mal en ambos géneros. Porque si resulta indignante que celebridades y cargos públicos masculinos puedan largar su porquería misógina impunemente, mucho más lo es que las mujeres de su cuerda lo suscriban o cuando menos lo justifiquen.¡ Pero que le vamos a hacer! Esto viene a confirmar, en realidad, lo que tanto denostan: la igualdad entre ambos sexos. Porque está demostrado que, ser un imbécil sin escrúpulos, lo puede hacer con igual donaire tanto una mujer como un hombre.
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