"LA PURGA"
El otro día vi una película estadounidense del genero de terror cuyo argumento me llevó a establecer inquietantes paralelismos."La Purga" nos muestra una sociedad que utiliza un sistema radical para reducir la delincuencia, controlar el aumento demográfico y eliminar las rebabas de los estratos más pobres y vulnerables como los "sin techo" o los discapacitados. Una noche al año en la que todos los delitos estarían consentidos. Durante doce horas, la población podría asesinar impunemente o cometer cualquier acto de barbarie. Crímenes, cacerías humanas, saqueos... Una catarsis sangrienta que sus líderes justificaban como un acto de patriotismo que servía para garantizar una comunidad próspera y equilibrada. Un sacrificio necesario. ¿Les suena de algo la excusica? Como no podía ser de otra manera, los ricos y los poderosos no corrían la misma suerte que el resto de mortales. Parapetados dentro de sus atalayas, provistas de sofisticados sistemas de seguridad, pasaban la noche celebrando fiestas o cenando fastuosamente mientras visionaban en una gran pantalla la carnicería que sufrían los que no pertenecen a su élite. Con independencia de la calidad cinematográfica, la truculenta ficción que narra "La Purga" consigue hacer un guiño crítico que nos invita a reflexionar sobre la realidad que nos rodea. La diferencia es que "la purga" que padece nuestra ciudadanía no está constreñida a una sola noche y los asesinatos se cometen con mayor discreción y menos casquería. Pero se sigue la misma lógica amoral que esgrime la película. Los parados, dependientes, inmigrantes o jubilados son un exceso de equipaje para los planes neoliberales. Así como la educación y la sanidad pública para todos. Más lastres de los que deshacerse porque, al fin y al cabo, la casta dominante está a salvo de este pillaje colectivo. Seguros dentro de sus infranqueables fortalezas. Observando desalmados en sus sofisticados plasmas como, sin pistolas ni machetes, aumenta exponencialmente el rimero de sus víctimas.
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