INSUMISIÓN ACTIVA
Lo reconozco, soy una criminal. Una de esas tipejas subversivas que atentan pasivamente contra la autoridad. Me autoinculpo de haber atacado con mis violentas costillas la porra de algún que otro desprotegido policía. De utilizar las redes para difundir convocatorias ciudadanas y colaborar en la organización de acciones no violentas por cuestiones medioambientales o sociales. Y si todo ésto les parece poco, sumen también la osadía de pretender ejercer pacífica y libremente mi derecho de protesta sin cagarme de miedo. Convendrán conmigo que soy carne de presidio. Al menos si sale adelante la reforma del Código Penal con la que amaga Interior. De prosperar el asunto, nuestra democracia daría un salto cualitativo en su esperpéntica autodestrucción. Manifestarse contra el Gobierno o cualquiera de sus medidas podrá tener consecuencias penales para el disidente que, de forma automática, pasará a denominarse delincuente o terrorista. Aunque la grave amenaza contra la autoridad sea una huelga de hambre. Nunca hay que subestimar a los famélicos. Ya les enseñó Gandhi los quebraderos que puede dar un mansurrón anoréxico.
La miedocracia se quita la careta para avisarnos de lo que nos espera. Un régimen totalitario dispuesto a machacar cualquier resistencia por muy flower-power que sea. El que saque los pies del tiesto acabará con sus huesos en chirona. ¿Oido perro-flautas y demás indignados?
Lo que pasa es que amenazarnos con la cárcel si no aceptamos vivir como presos no tiene mucho sentido. Si para no estar entre rejas tenemos que renunciar a los valores democráticos, ¿qué libertad nos espera?
Por eso propongo la insumisión a estas reformas. Y no como un acto de rebeldía sino de patriotismo. Osea que, activamente, sugiero la resistencia pasiva del personal contra este golpe cuartelario a nuestra libertad. Y para que vean que no tengo propósito de enmienda, les aseguro que estoy dispuesta a utilizar armas de destrucción masiva como twitter o facebook para convocar a todos los demócratas a la desobediencia civil. Aunque hacerlo me cueste firmar el próximo artículo desde la cárcel de Zuera. Palabra de presunta criminal.
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Lazarillo -
frantic -