HOMBRES Y MUJERES LIBRES

Durante la campaña electoral he tenido patente la impresión de que toda su parafernalia es un fatuo teatrillo representado por unos pésimos actores. A estas alturas, todos somos conscientes de que la verdadera lucha por el poder se está dirimiendo en foros superiores. Los gobiernos electos europeos caen, como castillos de naipes, para ser sustituidos por los técnicos de la Unión Europea. Es un golpe de estado que está sucediendo simultáneamente en varios paises de Europa. Un secuestro de la política que queda condicionada a los requerimientos del PE quién, a su vez, trabaja sin tapujos para el emporio financiero. Por eso, gane quien gane las elecciones, la cosa no tiene mayor importancia. La ofensiva contra la libertad de los pueblos está en marcha. El grito de guerra que nos dirigen desde la UE no da lugar a ambigüedades: Las demandas de los trabajadores de la Unión Europea de salarios y condiciones de trabajo mejores , pensiones generosas, largas vacaciones y permisos cuando sean necesarios deben controlarse! ¡Ya está bien! En estos días me prendió una melancolía de cordero pascual. Una modorra pesimista de la que vinieron a sacudirme un grupo de ancianos del zaragozano barrio de La Almozara. Se han puesto en pie de guerra para rebelarse ante los recortes que pueden cerrar su centro de mayores. Amenazan con encierros y huelgas de hambre en defensa de su dignidad y del merecido derecho de gozar de pequeños privilegios. Las abuelas y los abuelos de La Almozara son un ejemplo para los pusilánimes. Lucharán como mujeres y hombres libres por aquello que creen que les pertenece. Algo que probablemente nos habrán transmitido en el código genético. O al menos tengo esa esperanza. Mi corazón está con ellos. Me han alegrado un borrascoso día.