LA DAMA BLANCA SIN MATERIA GRIS
Joana Martínez es concejala en la localidad catalana de Salt. Llegó al ayuntamiento por haberse presentado en las listas de PxC que, como ya sabrán ustedes, basa su ideario político en la xenofobia pura y dura y el retorno a las cruzadas. Cuenta esta dama blanca que se vió forzada a dejar el partido por las presiones e insultos recibidos a causa de tener un novio de origen camerunés. Vamos, más negro que el tizón. Y digo yo, ¿qué parte del discurso manifiestamente racista de Anglada y sus acólitos se le había escapado a la señora Martínez? Porque al margen del mensaje del odio racial, PxC no aporta nada que no pueda encontrarse en el programa del Ku-Klux-Klan. Me imagino la esquizofrenia de esta cándida mujer si, en vez de una catalana de pro, fuera ciudadana estadounidense. Puedo visualizarla planchando las níveas sábanas del KKK, que se enfundaría cada noche, tras haber retozado a la hora de la siesta en esos mismos lienzos con su amante subsahariano. ¿Acaso pensaría que disfrazarse de esa guisa era algo similar a una fiesta de pijamas? ¿Que su esposo negro recibiría un trato deferente que el de la expulsión y apaleamiento destinado para otras personas que carecen del lechoso pedigrí de los miembros del Klan? La concejalía que consiguió, y que ahora no quiere abandonar, es fruto de agitar el banderín de la discriminación étnica y cultural. Plataforma per Catalunya se alimenta de la frustración y de la nula reflexión intelectual de unos votantes que culpabilizan a la inmigración de todas sus cuitas. De la rabia que nace de los reducidos cerebros blancos, supuestamente cristianos y emponzoñados, de sus dirigentes y seguidores. Son el calco actual de la respuesta que Hitler encontró a una Europa en recesión económica. Los mismos nazis, pero esta vez camuflados bajo una señera y bailando la sardana. Señora Joana Martínez, hágase mirar lo suyo y abandone la concejalía que obtuvo gracias a estos rastreros métodos. Y si no lo hace por decencia, que sea al menos por vergüenza. La que debería darle poner de manifiesto que su materia gris anda licuada y no sabe ni por donde le sopla el viento.
Publicado en El Periódico de Aragón
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