SOMOS LEGIÓN
Anonymous ´saltó a la luz pública hace apenas una semana cuando los medios de información hablaron sobre la detención de la cúpula y su posible relación con actividades terroristas. Pero este fenómeno de internet tiene un largo recorrido de ciberacciones coordinadas por todo el mundo. Se trata de una comunidad de internautas que actúan simultáneamente sobre un objetivo común. Sus miembros están diseminados por muchos países y comparten un volumen importante de información. Algunas de sus intervenciones se han dirigido a combatir temas como la pederastía o el racismo. También han servido de plataforma para desvelar informaciones de Wikileaks y han "hackeado" sistemas de seguridad aparentemente infranqueables.
Pero donde han adquirido mayor protagonismo ha sido en el papel que han desarrollado en las revueltas árabes y en el origen del movimiento 15-M. Anonymous no dirige intelectualmente el 15-M. Forma parte de la heterogénea masa que lo compone. Vendría a ser la rama cibernauta del movimiento.
Es el signo de los tiempos. La tecnología es una baza bestial que rompe los esquemas tradicionales de la lucha de clases. Por eso mismo se les está satanizando mediáticamente y se ha emprendido una caza de brujas en la red. A los que acaparan el poder ya se les está atragantando tanta libertad de expresión y libre circulación de datos.
El ideario generico de esta amalgama de internautas anónimos incluye también luchar por la transparencia institucional y de los partidos políticos; por una democracia real, participativa con un sistema electoral justo y abierto; contra los grandes poderes económicos del mundo, los paraísos fiscales, los desequilibrios sostenidos adrede, las deslocalizaciones, etc. Suficiente materia para poner a más de uno de los nervios.
Llaman a la desobediencia civil, a incordiar los planes del lado oscuro oponiendo resistencia pacífica. Rechazan la violencia.
Es otra violencia, la que despliega la represora maquinaria del sistema, la que ha situado Anonymous en el punto de mira. Su eficacia revolucionaria ha desconcertado a quienes nos prefieren ignorantes, desunidos y sumisos.
No nos puede extrañar entonces que el día 10 de junio, el Cuerpo Nacional de Policía acusase a tres personas por asociación ilícita y asegurara haber detenido a la cúpula del grupo. No se consideró el detalle de que Anonymous se defina como una organización descentralizada y no jerarquizada. Se les equiparó con una banda terrorista aunque no existía ningún indicio de ello. Un toque siniestro para demonizarles ante la opinión pública. Y no será la última vez que oigamos hablar de ellos en estos términos.
Si el espíritu del 15-M se extiende como la polvora por el planeta es, en gran parte, un mérito de los miles de cibernautas anónimos que ya estaban implantados en esos paises. Luego es lógico esperar una reacción violenta contra lo que se confirma como un peligroso enemigo para el imperio del capital.
El poder financiero ha conseguido atar corto a los políticos y comprar los medios de información. Pero comunidades como la de Anonymous se escapan a los esquemas convencionales de control.
Mientras descubren la forma de reventar este invento, saquémosle partido. Todavía tenemos a nuestro alcance un instrumento masivo de difusión que supera infinitesimalmente los de cualquier época anterior. La red ha ido tejiendo otras redes que han interconectado las inquietudes de ciudadanos de todo el mundo. Ha ayudado a superar la ignorancia pluralista en la que andábamos sumergidos y ofrecernos una visión global de los problemas comunes que nos afectan a todos los pueblos.
Quiero acabar este texto de la misma forma que Anonymous lo hace con sus manifiestos. Puede parecer una sentencia pueril e incluso macarra e intimidatoria. Pero a mí me gusta. Tampoco es excesivo darle un toque chulesco al asunto si lo comparamos con las infamias que nos tienen acostumbrados a tragar ellos. Una cosa es ser pacíficos y otra muy distinta parecer inofensivos.
"Somos Anonymous. Somos Legión. No perdonamos. No olvidamos. Esperadnos."
Ana Cuevas
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