LA OPOSICIÓN LEAL
Comparto la idea de que las religiones son como una venda que oprime el sentido común hasta estrangularlo. No obstante, creo en la libertad de expresión hasta para aquellas personas cuyas ideas me irritan. Entiendo que el laicismo es la oposición leal, desde la razón y la defensa de la pluralidad de pensamiento, a todos esos dioses que predican la demencias colectiva. Es la defensa de los intereses y libertades del pueblo frente al negocio que "la venda" proporciona a estas instituciones espirituales. El art. 16.3 de la constitución española dice que ninguna religión tendrá carácter estatal. Lo que reclama el movimiento laico, la separación Iglesia-Estado, es ley según las normas dictadas por nuestra propia constitución. Recientemente MHUEL ha manifestado su oposición a que se construya una tercera capilla católica en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Y en contra de las versiones que explican esta postura desde el ateísmo radical del rojerío de quemaconventos locales, lo que esta organización está haciendo solo tiene una lectura: Intentan que no se quebrante la norma constitucional. Actúan como abogado del pueblo, no del diablo como dicen por ahí, para evitar el trasvase de los escasos cuartos de la caja pública al material y tangible patrimonio de la Iglesia Católica. Ni de ninguna otra porque, siguiendo el hilo argumental de los que defienden esta iniciativa para dar apoyo espiritual a los enfermos, deberíamos atender el reclamo que podrían hacer otros cultos que, de manera ilegal, quedan discriminados puesto que no se piensan habilitar sinagogas o mezquitas. El laicismo defiende la libertad religiosa pero debidamente separada de lo público, tanto en la financiación como en la imposición de símbolos en los espacios comunes. Y aunque servidora, como Bakunin, es una de esas que se rebelan a la idea de ser una bestia eterna postrada a cuatro patas ante su creador, respeto sinceramente que otros decidan hacerlo. Pero entonces ya me disculparán que tome partido por esa oposición leal que representa MHUEL y que ejerza mis derechos constitucionales intentando que por fin se cumpla lo que tantos años lleva legislado.
Publicado en HERALDO DE ARAGÓN
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