Blogia
kuentoschinos

CURRANDO CON EL ENEMIGO

CURRANDO CON EL ENEMIGO

Cuando comencé a trabajar con 18 años en el sector de la limpieza, yo no tenía ninguna vocación sindical. Pero la explotación y los grandes abusos e injusticias de los que éramos objeto, me llevaron a involucrarme en la lucha por mejorar nuestras condiciones de trabajo. Nuestro colectivo estaba compuesto mayoritariamente por mujeres, muchas de ellas responsables de una prole uniparental. Entre nosotras había gente que nunca había tenido acceso a la educación y que incluso no sabían leer ni escribir. Poseían la inteligencia innata de quien intuye que solo con la solidaridad remontaríamos la precariedad laboral que padecíamos. Fueron años emocionantes, en los que estas valerosas limpiadoras me enseñaron mucho más de lo que se puede aprender en los manuales o en los cursillos para delegados. Huelgas, sentadas, enfrentamientos con la policía, nada hacía reblar a mis intrépidas compañeras, que actuaban como un bloque ante los atropellos patronales. Sin embargo tras décadas de pelear por nuestros derechos, cuando conseguimos consolidar una posición digna para el gremio, entramos en una etapa que yo definiría como de "aburguesamiento obrero". Los sindicatos mayoritarios han contribuido a alimentar esta sensación de pertenecer al funcionariado del mocho y a sembrar el individualismo y la filosofía del sálvese quien pueda. Hace años que renuncié a formar parte de esta antropofagia sindical entre trabajadores. Y no puedo evitar que me invada el desaliento cuando constato que todos nuestros logros se encuentran en grave peligro, entre otras cosas, porque estamos currando con el enemigo. Al final, la culpa de nuestros retrocesos, no solo corresponde al sistema capitalista. Alguna responsabilidad es única y exclusivamente mérito nuestro.

Publicada en El Periódico de Aragón el 30 de mayo del 2009

0 comentarios