SE ABRE LA VEDA
En Aragón, esta tierra noble que padece unos políticos empecinados en la teología del ladrillo, se abre la veda contra el insurrecto. Los antisistema, los ecologistas, las asociaciones vecinales... En definitiva, el rojerío rampante y toca-narices que se opone a los proyectos inmobiliarios de este Gobierno, se transforman en un objetivo a desprestigiar, a demonizar incluso. La ampliación y conexión de las pistas de esquí en el Pirineo, la recalificación de terrenos en la carretera de Huesca para construir 12.000 viviendas o el chiripitiflaútico asunto del megacomplejo de juego en los Monegros son enarbolados por esa "entente cordial" PSOE-PAR, para prometer que el fantasma del paro y de la crisis se despejará cubriendo de cemento la, ya maltrecha, geografía de nuestra Comunidad. Mientras tanto, el PP se retuerce en una guerra uterina que los divide e incapacita para interactuar. De nada sirve recordar que fué este mismo modelo, el que ha sumido a nuestro territorio en una crisis águda, dentro de la crisis generalizada. Ni que arrastramos una retahila de deudas provocada por los fastos que nos dejó la Expo. Tampoco se analiza que esta huída hacia adelante en la construcción, se sustenta sobre una realidad de viviendas vacías que nadie puede, o quiere comprar. Y se desprecian las advertencias sobre el deterioro de nuestro patrimonio medioambiental calificando de "enemigos del pueblo" a los que nos oponemos a esta disparatada forma de "progreso". No voy a entrar en los móviles personales que impusan a nuestros jerarcas, eso será materia para otra carta, pero si quiero hacerlo en los que nos empujan a los detractores que, de ninguna manera, nos oponemos al progreso de Aragón sino que alentamos otras iniciativas que no supongan la ruina económica y ecológica de esta tierra. La visión de nuestras montañas, arrasadas por la codicia y la falta de previsión de alternativas a la fiebre urbanizadora es suficiente motivo, por sí solo, para enfrentarse a la basura que se nos vierte desde el poder. La resistencia aragonesa, esa caterva de molestos desarrapados anti-todo, no va a reblar aunque algunos pretendan convertirnos en las piezas cobradas de esta carnicería contra el territorio. Asumiremos las consecuencias de nuestra rebeldía, aunque alguna de nuestras cabezas acabe adornando el salón de los Patriarcas Aragoneses.
Publicada en 20minutos el 26 de febrero del2009
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