LAS OTRAS VICTIMS FASHION
Así que se trataba de eso. Los subsaharianos que atraviesan medio continente africano, tras un periplo que a veces dura años, para luego pasar un tiempo indefinido hacinados en el monte Gurugú, acosados y apalizados constantemente por la policía marroquí, no intentan entrar en Europa huyendo del hambre la guerra o la violencia. En realidad lo que les impulsa a trepar por los muros de nuestra vergüenza abriéndose las carnes con el confeti de cuchillas con el que lo coronamos, es simplemente una moda. Un hábito pernicioso que debe tener como objeto batir algún récord de resistencia infrahumana encaramado a una valla mientras los cuerpos policiales de uno y otro lado no paran de hostigarte. ¿Cómo no se nos había ocurrido antes? ¡Frívolos! Por culpa de seguir estas tendencias y buscar protagonismo algunos van más allá. Cruzan nadando y luego, espantados por cualquier fruslería como que les reciban a tiros (aunque sean de goma) desde la orilla, se ahogan solos. Como dijo un infausto tertuliano de 13tv: Los subsaharianos son como niños pequeños, no saben nadar.
El delegado del gobierno en Melilla opina algo parecido. Esas imágenes de los informativos con decenas de personas resistiendo numantinamente agarrados entre las concertinas de la valla son víctimas de la moda. Que nadie vaya a pensar que son víctimas de la insensibilidad que muestra este gobierno con los derechos humanos de los de piel oscura. Aquí no somos racistas. Si son poderosos y se puede hacer negocio, le hacemos la ola a negrísimos tiranos como Obiang o sátrapas morenotes como Mohamed VI.
Es verdad que éstos y otros célebres dictadores africanos con los que mantenemos bussines les hacen cosas muy feas a su pueblo. Cosas tan malas que son el origen de que cientos de miles de personas tengan que verse desplazadas de sus tierras para poder sobrevivir. Pero a un país como el nuestro que ha renunciado a la justicia universal (y empiezo a creer que también a la propia) le deja indiferente su responsabilidad en el proceso. Solo piensan en construir muros más altos y criminalizar la pobreza que empuja desde el sur.
Ya que el subdelegado está tan puesto en modas, yo le aconsejaría que se apuntara en un concurso muy en boga en estos días. Un Supervivientes de extra-mega-luxe en el que el sr. El Barkani debería desarrollar, por ejemplo desde Mali, la ruta de un emigrante hasta llegar a nuestras fronteras. Después, desde lo más alto de la valla, que probara a hacerse un selfie con la otra mano agarrada a una cuchilla. Entonces sabrá lo que es ser victims fashion de primera.
0 comentarios