¡PIENSA!
Cuando me siento abatida, generalmente después del repaso diario de la prensa, necesito un "chute" de energía que reemplace la que me ha sido succionada por la vampírica realidad que padece este país. A veces es la poesía. Otras, es la música el bálsamo que empleo para aliviar la quemazón que arde en mis entrañas. Mientras escribo escucho a la reina del soul, la espléndida Aretha Franklin, interpretando uno de mis temas favoritos: " Think". ¡Piensa!, grita Aretha llenando todos los rincones de la estancia. Pero pensar es un proceso doloroso cuando no parece haber salida.La actualidad es un terreno yermo para que germine la ilusión.
La situación que vivimos no tiene nada de coyuntural. Toda la injusticia y precariedad que nos acechan están siendo diseñadas "ad hoc" para cumplir unos objetivos concretos: instalar la inseguridad, el miedo y la miseria entre la población. Una sociedad amedrentada y huérfana es mucho más manipulable, más proclive a aceptar lo inaceptable.
Entre el maremagnum de noticias leo que la insaciable CEOE plantea el recorte salarial a ultranza como consigna para la negociación de los convenios.
También que el 54% de las horas extras se hacen por la "jeta" porque los trabajadores temen perder sus puestos de trabajo. Desempleo, desahucios, abandono institucional de los más débiles, criminalización de la resistencia ciudadana... nada es casual. Todo forma parte de un plan diabólico para explotar y someter a esa inmensa mayoría que no formamos parte de la élite.
¡Piensa! vocea la diva negra en mi cabeza. Y yo obedezco envalentonada por la desgarradora urgencia de su voz. Y pensando, pensando, consigo liberarme de la angustia. Recuperar la dignidad que nos embargan políticos incapaces, corruptos o ambas cosas. Y esos tiburones financieros a los que al nacer extirparon el corazón y la vergüenza.
Pienso, luego existo aunque quieran negarme la existencia. Y ya que estamos vivos, que existimos, bien podemos pensar otro escenario. Dar la vuelta a un sistema dominado por sociópatas y sacar pecho contra la suciedad que nos arrojan. Es verdad que intentan convencernos, a las buenas o a las malas, de que otro mundo no es posible. No lo creáis, desnudarnos de esperanza forma parte de su estratagema. Si podemos pensar, imaginar y actuar en consecuencia (sin más miedo que el que nos debe provocar el propio miedo) no podrán ganarnos la contienda.
Es la cuarta guerra mundial que ya predijo en los noventa el subcomandante Marcos desde sus montañas zapatistas. Podemos elegir engrosar la crecedera lista de caidos en el frente de la desesperación y la impotencia u organizarnos en guerrillas ciudadanas y combatir sus cargas de miseria. Solo depende de nosotros, de nuestro valor y talento, para tender emboscadas a los usurpadores de la democracia. ¡Piensa! ... Y actúa en consecuencia.
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Tina -