CAMINO DE ROSAS
Con la resaca del día de huelga vivido intensamente y los huesos molidos, me desayuno con unas declaraciones "espontáneas" desde Bruselas. El vicepresidente económico de la Comisión Europa, Olli Rehn, asegura que España va por buen camino. Que nuestro gobierno satisface las exigencias europeas y no se necesitarán más ajustes... de momento. Es evidente. España va por un camino alfombrado por pétalos de rosas. Un camino florido que conduce derecho a la miseria y por el cuál transitan ya varios millones de españoles. La bondad de esta vereda reside en que los bancos europeos vean posibilidades de recuperar su pasta. El hecho de que la gente se quede sin casa, sin empleo, salud, educación o futuro les importa un rábano. Pero la insurrección les pone de los nervios. Al márgen de las guerras de cifras habituales (y considerando que el aumento del paro y los piquetes patronales han impedido el derecho a la huelga a muchos trabajadores) el 14-N ha movilizado a millones de ciudadanos en este país. La gente corriente hemos tomado las calles conscientes de la estafa de la que estamos siendo víctimas. La sociedad está mutando desde el estupor y miedo inicial. Ahora, un legítima cólera empieza a nacer en cada uno de nosotros. Eso podría estropear su negocio. Sin miedo, nos daríamos cuenta de que hay alternativas al expolio.
Otro que ha salido al quite de la huelga en "su periódico" ha sido Emilio Botín con un artículo titulado con un rotundo: No hay plan B. En él argumenta la irreversibilidad del proceso que nos obliga a pagar la deuda soberana. Se reitera en su filosofía del pensamiento único, que tantas alegrías le proporciona, y hasta habla de la necesidad de una política común que beneficie a su concepto de lo que debe ser la banca. Un escalofrío conspiranoico me recorre la médula. Los medios controlados repiten el sainete monoteista de Botín y sus secuaces: No hay marcha atrás. Editorial de El País: Rajoy no cambia su hoja de ruta tras la movilización del 14-N. La prensa canalla, que diría Máximo Estrella, siempre al servicio del que la tiene más gorda (la cartera claro). Intentan convencernos de que no merece la pena resistirse. De que éste via crucis es nuestro único camino. Tras leer todo esto, una cancioncilla martillea mi cabeza: " Camino de rosas/ camino de flores/ camino, camino/ que a MÍ... no me jodes" ¡Va por ud., señor Botín!
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