¡MANDA MAMANDURRIAS!
Las mamandurrias son algo así como los sueldos o prebendas que se entregan sin mérito alguno. Dice la señora condesa, doña Esperanza Aguirre, que hay que acabar con todo ese chorreo de ayudas, privilegios y subvenciones que se han convertido en una hemorragia para el estado. Comparto la opinión de la presidenta de Madrid. Hay que erradicar a las voraces sanguijuelas que maman de la caja común hasta dejarla en el chasis. Aunque Espe tiene un concepto rádicalmente distinto al mío sobre quiénes son los chupócteros más destacados. Para ella, los que arruinan nuestras cuentas son esa chusma compuesta por enfermos, discapacitados, pensionistas, parados y otros vividores que se lo llevan por la jeta. ¡Qué pillines! Pues que se despidan del chollazo. Igual que los titiriteros del cine, los museos o los periódicos. También hay que cerrar este grifo. ¡Ejem! Bueno, siempre se puede hacer una excepción como la que hizo la presidenta con su amiguito Garci. Una película tan pinturera y patriótica como "Sangre de mayo" bien merece los 15 milloncicos de euros con los que fué subvencionada por la Comunidad de Madrid. De acuerdo, la peli no la vió ni la madre del director que la engendró. Pero ahí queda, para engrosar la lista de despropósitos de nuestra futura y demencial memoria histórica.
A mí me gustaría indicarle a la señora condesa lo que servidora entiende por ser un mamandurrias. Por ejemplo lo de su marido que, por el dudoso mérito de descender de un tipo conocido como Felipe el Hermoso, goza de un generoso patrimonio que ya le viene de cuna. O lo de su retoño Alvarito. Al que le llovían matrículas de honor en la Complutense (junto a los hijos de otros altos cargos del PP y amigos del decano) de la misma tonta forma que ahora le caé del cielo una asesoría en el gabinete del secretario de comercio. ¡Mamandurrias! ¿Y qué me dice sobre Fundescam o de los 15 ex-dirigentes del PP que vivían en Bankia a cuerpo de banquero? ¿O sobre los cientos de familiares de miembros del PP que pululan por el ayuntamiento de Madrid?
La lista de mamandurrias podría ser interminable y no quiero aburrir al personal. Investiguen por su cuenta y verán de lo que hablo. Por eso me veo obligada a contestar a la señora condesa: ¿Mamandurria dices clavando tu esclerótica pupila en nuestra sanidad, educación, cultura y ley de dependencia? Mamandurria eres tú y los de tu calaña. ¡Cómo me acuerdo en estos días de Máximo Estrella (Luces de Bohemia) cuando dijo aquello de instalar la guillotina eléctrica en Puerta del Sol!. Y ya me perdonarán el exabrupto. Es que hoy no me he medicado todavía y siempre que lo olvido me da por entonar La Marsellesa.
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Celia -