VERDADES SUBJETIVAS
Cuando la derecha cavernaria ruge desde sus atalayas mediáticas , la verdad pasa a considerarse un objeto subjetivo. Según la Justicia, un debate televisivo es un ambiente teatralizado en el que pueden deslizarse las subjetivas opiniones de los tertulianos. Por esta razón condenan por injurias a Miguel Angel Rodríguez y no por calumnias como solicitaba el doctor Montes. Tampoco se verá obligado Rodríguez a hacer un rectificación pública por haberle llamado nazi y genocida en diferentes programas, Vamos, que le dan una colleja que le costará 30000 euros y asunto finiquitado.
No sucede lo mismo con el injuriado. Un pelotón de linchamiento se ensañó con él en estos medios. Célebres sabuesos de presa como Losantos, Cesar Vidal, Schlichting, Isabel San Sebastián o Pedro J. Ramírez le calificaron de asesino o líder de Sendero Luminoso entre otras infamias. Destrozaron su carrera profesional y su buen nombre. Aún después del sobreseimiento de la causa por las sedaciones irregulares de las que fué acusado Montes, este coro de sombras no dejó de arrastrar su reputación por el lodo con sus "verdades subjetivas". Amparándose cínicamente en lo que ellos consideran libertad de expresión escupieron toda clase de calumnias sin cortapisa alguna. Convirtieron la vida del médico en un auténtico infierno. Este es el motivo por el que la condena impuesta a M.A. Rodríguez solo me complace a medias. Está bien que los profesionales de la difamación empiecen a cosechar parte de la insidiosa semilla que siembran. Pero me queda un sabor agridulce por la tibieza con la que se les trata. Creo recordar que, cuando cierto alcalde soltó su subjetiva visión de la realidad y dijo aquella famosa frase de que la Justicia era un cachondeo, los tribunales no aludieron a interpretaciones teatralizadas y entendieron que había incurrido en un temerario desprecio de la verdad. Aunque claro, las verdades y las mentiras (subjetivas o no) escuecen más cuando se sufren en las propias carnes. ¿No les parece?
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