LA EMERGENCIA GITANA
Por obra y gracia del gobierno francés de Sarkozy, los gitanos rumanos están siendo repatriados vulnerando los principios más elementales del orden jurídico y de las garantías procesales. La presunción de inocencia se transforma, en una interpretación propia del mismísimo Mengele, en una declaración de culpabilidad de origen étnico. El "peligro" gitano se fundamenta en la indiscriminada asociación de esta raza con la delincuencia, la suciedad y la maldad intrínseca grabada a fuego en el cariotipo de sus genes. Demonizar a todo un pueblo por los actos de unos individuos concretos nos retrotrae directamente a las fauces del fascismo en estado puro. Su éxodo no es identificable con una nación cuyo himno es una declaración de amor a la libertad, igualdad y fraternidad entre los seres humanos. Con la sospecha en la piel, la leyenda negra que persigue a los gitanos se extiende entre una población que transmite a sus hijos el miedo a la diferencia que, en realidad, no deja de ser únicamente la penalización y criminalización de la miseria. Y en vez de combatirla procurando educación y facilitando la integración social de estas personas, se les aplica la "solución final". Un poco más refinada que la ejercida durante el nazismo puesto que los hornos crematorios no serían políticamente correctos en la Europa democrática en la que presumimos vivir. Pero igual de efectiva en la práctica porque su expulsión supone hundirlos en un inframundo peor que el sufrido por el acoso policial y judicial al que han sido sometidos por las prefecturas francesas. Como en la Italia de Berlusconi, ahora en Francia, corren esos cuentos de terror asusta-niños que hablan de secuestros y descuartizamientos y que forman parte de un mito que atribuye a esta etnia una depravación extensiva a toda su raza. Por eso, cuando sus chabolas son rociadas con gasolina, muchas criaturas creen que esa es la forma en la que sus amantísimos padres del primer mundo les protegen de estas malignas criaturas de tez morena. Y ese temor que maman de sus progenitores se torna en odio y en rechazo. Un triste legado que nos aleja de un mundo más solidario en el futuro. La auténtica emergencia es transmitir a nuestros hijos otra herencia que hable de hermandad entre los pueblos y culturas. Una urgencia en alejarnos de esa Europa negra y exclusiva en la que nos quieren sumir togados y políticos que emanan olor a azufre desde la ponzoña que anida en sus resecos corazones. ¡Oh ciudad de los gitanos! ¿Quién te vio y no te recuerda? Que te busquen en mi frente. Juego de luna y arena.
Dedicado a mis hermanos gitanos del barrio zaragozano del Gancho
Publicado en Público el 27 de agosto del 2010 y en El Periódico de Aragón el día 30
1 comentario
Maricampanas -
Despierta Francia del sopor en el que la dolce vita de su Presidente les endormece, protestando contra las expulsiones. ¿Cuando lo haremos en este país?