LA BATALLA DEL EBRO
El fantama del trasvase del Ebro vuelve a pasearse por Aragolandia. Existe mucho revuelo en el gallinero político y las causas defendidas ayer, pueden convertirse en un lastre en un próximo futuro. El vicepresidente Biel, que tiene querencia a mantenerse en el gobierno, entiende que existe una posibiidad de que sus próximos compañeros en el ejecutivo sean más de su cuerda. Gente seria, con visión del futuro y de los negocios.
Personas capaces de crear un fenómeno tan lucrativo como el urbanismo desenfrenado levantino que fué el modelo a imitar por el resto de los territorios nacionales. De acuerdo que todo esto se ha enturbiado con casos de corrupción y con el hecho de que el ladrillazo sea el responsable de graves desastres medioambientales. !Ah!Y también de que nuestra recesión económica sea más agónica que la del resto. Pero mereció la pena.
Mucha gente hizo buenos bussines y la sociedad vivió un espejismo que aún se puede rentabilzar políticamente. Como quiso hacer Biel con Gran Scala, ¿Se acuerdan de ese macrocomplejo de juego monegrino tan prometedor, del que solo se tiene noticias últimamente en las páginas de sucesos? También don Angel es un soñador capaz de enfrentarse a la lógica y a la prudencia. Todo por aportarles ilusión a los ciudadanos. Y para crear ilusión, nada mejor que enormes caudales hidrológicos que sigan nutriendo al monstruo.
Desde Levante se va a tratar de reavivar la lucha por las aguas del Ebro y el aragonesista lo sabe. Por eso, el que fué abanderado antitrasvasista, cuando las urnas así lo requirieron, ahora con la posibilidad de unos futuros socios populares, baila entre dos aguas y donde dijo antitrasvase, ahora dice que "hay que gestionar la reserva". Y los aragoneses nos echamos a temblar, porque ya intuímos deserciones y posibles traiciones en lo que se acabará`por convertirse en la nueva batalla del Ebro.
Publicado en El Periódico de Aragón el 26 de octubre del 2009
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