SI YO TUVIERA UNA ESCOBA...
Si yo tuviera una escoba, virtual porque la material la tengo y es mi instrumento de trabajo, le daría un buen repaso a nuestro patio político que está el pobrecico a reventar de tanta basura y porquería. Pondría las cosas en orden y tiraría, tras un riguroso reciclaje, toda esa materia orgánica que huele a podrido impidiéndonos respirar el aire del progreso y la democracia auténtica. En un rimero, listo para la incineración: todos los gürteles de trajes caros pero pestilentes que, día a día, extienden su infección sumando más corruptelas y personajes poco higiénicos a su interminable lista de detrito. En otro, que iría derechito al vertedero, los gastos faraónicos procedentes del onanismo institucional que impiden que la investigación y la ciencia perciban el presupuesto que se necesita para despegar de la edad media y convertirse en una nación puntera en tecnología que cree puestos de trabajo y confianza en el futuro. Y aún haría otro montoncito para llevar al muladar: Una montaña formada a fuerza de la resignación, la pasividad y la pereza que invaden a la ciudadanía frente a los desmanes y los abusos de los jerifaltes, que nos convierte en una legión de catatónicos dispuestos a ceder nuestra yugular a la insaciable avidez de los codiciosos. !Hay tanto que limpiar! Pero todo es cuestión de ponernos manos a la obra, se lo dice una profesional, háganme caso. Porque el hedor empieza a ser tan asfixiante que, si no lo combatimos, corremos el riesgo de acabar ahogando nuestras esperanzas en medio de tanta ponzoña.
Publicado en Público el 18 de octubre del 2009
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