HELADO EL CORAZÓN
Una de las dos Españas ha de helarte el corazón... aseguraba Machado en sus versos. Para José Manuel Montorio "Chaval", guerrillero aragonés antifranquista fallecido la primavera pasada, fueron las dos Españas las que dejaron su corazón tocado de muerte. Montorio, afiliado a la CNT, tomó el camino del exilio cuando las tropas franquistas entraron en Barcelona en 1939. Desde este momento, su vida se convirtió en un peregrinaje de campo en campo de concentración. Combatió el fascismo en Francia y volvió a España como guerrillero de la agrupación de Levante y Aragón. En 1952, volvió a dejar el país para un viaje cuyo retorno no sería posible hasta la muerte del dictador. Chaval, junto a muchos otros héroes que no se resignaban a abandonar nuestro país a la dictadura, fué considerado un delincuente en virtud a la ley franquista de 1947. A pesar de que lucharon contra los golpistas en defensa de la legalidad republicana, siguen relegados a la desmemoria de la historia como bandidos, malhechores o terroristas. La democracia española no ha tenido todavía el valor necesario para reivindicarlos y devolverles la reparación y justicia de la que han sido merecedores. Esa amnesia, deliberada y cobarde, que mantiene en un vergonzoso olvido a estos patriotas, es la misma que sigue arrojando paletadas de tierra sobre las fosas de las víctimas del régimen. La misma que, bajo el pretexto de no reabrir las heridas, ha congelado la esperanza de muchos de nosotros en restituir la verdad de nuestra historia. Una democracia amedrentada ,cuyo corazón también permanece aterido, y que sigue siendo rehén de los fantasmas del pasado.
Publicada en Público el 3 de septiembre del 2009
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