COMPROMISOS

En Aragolandia, los que mandan sueñan con un país de las maravillas plagado de casinos y tragaperras, de las que brotarán abundantes ríos de leche y miel que abastecerán todas las necesidades alimenticias del reino. Se sienten incomprendidos por una parte del populacho que no acaba de entender que, para gestar este proyecto, se haya cuestionado la constitucionalidad en el diseño de una ley que encaje en el pie de la ILD(promotora de Gran Scala) con la suavidad y elegancia de un manolo. La que ya se conoce como "Ley Gran Scala", allana todas las dificultades legales y jurídicas para rescatar de ese limbo onírico el megaproyecto y situarlo en Ontiñena, territorio donde no se regirán por la mismas leyes que en el resto de Aragón. Este "plan de rescate" de nuestros jerifaltes no se arruga por la evidente falta de solvencia de la ILD, avalada por analistas internacionales, ni por los perturbadores antecedentes de sus representantes. Ellos ven más allá. Como a todo buen visionario, inmune a la lógica de los villanos, se le llenaba la boca al presidente Iglesias contestando a una interpelación de Adolfo Barrena(IU) sobre este asunto: El único compromiso del Gobierno es cumplir la ley. ¿Pero qué ley don Marcelino? ¿La que debe ser común a todos los mortales en un estado democrático o la que, invocando al compromiso, se hace a medida de un negocio poco claro?.