ALTA TRAICIÓN (saga GS) 2-o5-08

 

No existe mayor traición que la que ejercemos contra nuestros principios fundamentales. Esta agresión a la propia conciencia, a los valores que comportan lo más elevado de cada uno, es un ataque suicida que nos conduce a un camino sin retorno.

En este punto parece encontrarse el discurso de los responsables del Gobierno de Aragón. En una actitud propia de ’don erre que erre’, se empecinan en sus contradicciones acerca del trasvase y del caso Gran Scala.

Escuchar sus ¿exóticas? respuestas a las interpelaciones de otros grupos parlamentarios es como estar presenciando un teatrillo en donde todo vale. Donde dije digo y defendí con pasión una postura antitrasvasista, ahora digo Diego y eludo la contradicción moral con un ajuste dialéctico (le llamamos canalización y listo).

Nuestros políticos, todos ellos, deben saber el bochornoso espectáculo que ofrecen a la ciudadanía. Lo mínimo que se puede pedir de aquellos en quienes has depositado tu confianza en las urnas es coherencia y unas nociones de ética personal.

Esa esquizofrenia política que les impulsa a traicionar su esencia personal, les va a pasar factura. Algo se rompe definitivamente en el ser humano cuando se comete alta traición en la propia conciencia. Y un pueblo no puede estar gobernado por quienes no se respetan ni a sí mismos

Publicada en QUÉ! 3 de mayo de 2008