SOBRE PISTOLEROS Y FASCISTAS

"Si no puedes conseguir que te amen, haz al menos que te teman". Así funciona la cabeza de los "patriotas" vascos que, al más puro estilo fascista, intentando vencer cuando saben que no pueden convencer, pervierten el discurso nacionalista con el único objetivo de obtener el poder sobre Euskalerría. ETA, al contrario que los fascismos alemanes o italianos, tiene su origen en una dictadura. Una vez que llegó la Democracia, el lenguaje de la violencia se convierte en totalitarista, intentando que sea el terror y no la fuerza de las ideas, el que los convierta en los amos y señores del País Vasco. Si no estás conmigo estás contra mí. Como Adolf Hitler, se revuelcan en el victimismo para luego dar justificación a la violencia irracional. Su lenguaje totalitario sirve de coartada al asesinato de quienes se oponen a ellos. Los que mueren bajo las balas o las explosiones de ETA son las víctimas y no los verdugos de la patria vasca. Y es que hace falta valor para liberarse del cerril anacronismo que impulsa a la banda terrorista y a sus cómplices y pelear en la arena democrática, desarmados de bombas y pistolas, por la independencia de su tierra. Y un último apunte: ¿Han pensado que sería de esta tropa de pistoleros fanáticos si un buen día tuvieran que abandonar las armas, trabajar para subsistir y emplear la energía restante en articular una lucha exclusivamente política? Euskalerría debe despejar la niebla que confunde crímenes y libertad y llamar a cada uno por su nombre. Ya hace tiempo que les llegó la hora de despertar, de transformar el plomo de las balas en el valioso metal de la palabra.