!AIRE!
La sociedad, asfixiada por un miedo paralizante, permanece cautiva del momento económico que atravesamos. Asistimos a episodios de corrupción entre nuestra clase política y al retroceso de las libertades y los derechos con resignación bovina. Tan siquiera la izquierda ni las organizaciones de corte progresista parecen capaces de sacudirse el derrotismo para plantar cara al "régimen" que, tras conducirnos a esta situación, desarrolla de nuevo su naturaleza vampírica para seguir alimentándose hasta agotar todos los recursos naturales y humanos. Nos ahogamos. Incapaces para articular la utopía imprescindible para nuestra supervivencia, eludimos sacar pecho y desafiar a un sistema que se ha revelado como un monstruo para el ser humano y el medio ambiente. Necesitamos aire. Llenar nuestros pulmones para poder llamar a la movilización ciudadana y reivindicar, mediante acciones no violentas engendradas en un frente plural, la resistencia imprescindible contra la anoxia que se ha apoderado de nosotros. Llegó la hora de ponernos chulos frente a los abusos y el disparate. Ya no vale echar balones fuera y esperar que las soluciones vengan de formaciones políticas o fórmulas ajenas a nuestra voluntad. Llegó el momento de asumir nuestra responsabilidad, de vertebrar la desobediencia civil y superar la anestesia que nos impide enfrentarnos a la sinrazón, Porque si no lo hacemos, las garras que ahora estrangulan nuestras tráqueas seguirán apretandolas hasta que olvidemos los mecanismos que nos permiten respirar.
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