LA PRIVATIZACIÓN SILENCIOSA
La Comunidad de Madrid, liderada por esa fuerza privatizadora de la naturaleza que es doña Esperanza Aguirre, ha propuesto a las constructoras que se hicieron cargo de las obras de los últimos hospitales, que se queden con la explotación de los mismos durante 30 años. Esta peculiar forma de financiación, supone poner nuestros historiales médicos y nuestra salud en manos de empresas como DRAGADOS, SACYR, etc. La Sanidad Pública está desapareciendo bajo un entresijo de empresas privadas que, aplicando su lógica mercantil, antepondrán la rentabilidad al cuidado de los enfermos. En la Atención Primaria madrileña ya se cuenta con centros que tienen plantas privadas con consultas privadas y médicos privados contratados a dedo. El personal sanitario se está minimizando en detrimento del cuidado de los pacientes y, en algunos hospitales, se empiezan a escatimar los tratamientos caros a los usuarios. Y como una epidemia contagiosa, esta tendencia empieza a extenderse por otras comunidades. Esta desmembración, silente pero tenaz, es equiparable a un torpedo lanzado directamente contra la línea de flotación de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Es un atraco, o más bien un hurto camuflado, de un bien valioso y que debería ser irrenunciable: nuestra salud.
0 comentarios