CATÓLICOS A LA FUERZA
Que España es un Estado laico, es una cuestión que no acaba de quedarme clara. La visita del número dos del Vaticano, cardenal Bertone, es una evidencia de que mis dudas tienen fundamento. Y es que los votos mandan. Y el gobierno socialista sopesa esos más de dos millones de votantes católicos, y acaba poniéndose la mantilla para acudir a rezar el rosario. ¿Cómo puede un estado aconfesional prometer que no va a facilitar la apostasía? ¿Qué derecho tiene a inmiscurse, por la gracia de dios, en una decisión que es únicamente prerrogativa del individuo? El hecho de mantener relaciones diplomáticas con líderes religiosos no implica doblar la cerviz ante sus planteamientos. Hablamos simple y llanamente de valentía. La honestidad no está reñida con la diplomacia. Desconozco si. de obrar con coherencia y al margen de los concordatos que nos comprometen con la Iglesia, perderían esos votos católicos. Pero estoy segura de que ganarían credibilidad ante una gran parte de esta sociedad que deseamos la secularización de nuestra política, y que también votamos por cierto. En un país que admite la libertad de culto, resulta incongruente el vasallismo político con el que se rigen sus relaciones con la Santa Sede. El debate de la eutanasia, no puede estar determinado por una inspiración religiosa. Entramos en el terreno de las libertades más inherentes al ser humano. Quizás me resulte imposible que me borren de las listas de la numerosa grey del Vaticano, pero apostatar de un gobierno que me decepcione, en las próximas elecciones, no me va a costar ningún esfuerzo.
Publicado en diario Público el 7 de febrero del 2009
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