SERVIR A DIOS O AL DINERO
El Foro de curas de Madrid, que está formado por más de 120 sacerdotes progresistas, ha enviado una carta de crítica al cardenal Rouco Varela. La causa es el alto coste que supone la visita del Papa con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)
Dicha visita se estima que costará unos 50 millones de euros. La mitad la pagaremos entre todos, católicos o no, gracias a la ley del embudo que este estado aconfesional chiripitiflaútico aplica a todas las cuestiones crematísticas que están relacionadas con el Vaticano y su séquito. Y otra gran parte se nutrirá de las subvenciones que donarán las 40 compañías españolas más poderosas. Dicen estos curas, auténticos cristianos comprometidos con la situación que padecen los más débiles en nuestro país, que fiarse del poder y el dinero para evangelizar es una tentación tan vieja como la Iglesia. Pero Rouco no opina lo mismo. Tampoco es afín a lo que predica el Arzobispo de Canterbury: Mientras el primero gusta de mezclarse con los promotores financieros de su fe, el máximo representante de la Iglesia de Gran Bretaña cuestiona la moralidad e incluso la legitimidad de los recortes emprendidos por Cameron. Muy por el contrario, la Fundación Madrid Vivo, que son quienes financian estas jornadas, se han enriquecido a causa de la crisis y de los desahucios. Un hecho que no perturba en absoluto la conciencia laxa del cardenal español. En los evangelios, Cristo exponía que no se puede servir a dios y al dinero a la vez. Que hay que elegir. Rouco optó hace mucho. El tintineo de la pasta le proporciona un placer místico muy superior a plantarle cara a las injusticia sociales que nos inundan. Su voz no se alzará contra los abusos del poder porque su reino está en este mundo. En el mismo que explotan impíamente sus mecenas. Y el de los cielos, con esa apuesta ridícula que hace siempre por los pobres, no le sale tan rentable. Si Jesucristo levantara la cabeza no podría expulsar a los mercaderes del templo. Se han hecho los amos. Nunca consentirían que un hippie de la cuerda del 15-M les cantara las cuarenta. Como Rouco, ellos también practican el credo del dinero. El único dios verdadero.
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