COMPAÑEROS POLICÍAS

Las cargas contra Los Indignados empiezan a proliferar. De momento son escaramuzas aisladas excusadas en el supuesto comportamiento agresivo de algúnos de los que llaman anti-sistema. A vosotros, la policía del pueblo, os ordenan que saquéis o no la porra a pasear por decisiones estrictamente políticas. Conveniencias o inconveniencias perpetradas en los despachos poblados de impostores que fingen ser demócratas y trabajar para los ciudadanos pero quieren estar en la nómina del poder financiero. Son los mismos que para complacer a la élite económica están convirtiendo nuestras vidas, vuestras vidas y la de muchos familiares y amigos, en un infierno sin expectativas. Éstos mismos desvergonzados que, al contrario que en Islandia, piensan que no deben responder por su nefasta gestión y que pueden aplicar medidas brutales e injustas sin ser refrendados por la población. Olvidando que son servidores públicos para actuar como villanos con licencia para prevaricar, malversar, defraudar y, de forma simultánea, podar espartanamente el estado de bienestar hasta reducirlo a cenizas. Son estos tipos abducidos, corruptos, desleales a sí mismos y a quienes representan, ellos precisamente, los que os utilizan para reprimir a sus víctimas. Os mandan golpear a vuestros compañeros en esta gran estafa. Aunque un policía esté adiestrado para cumplir eficazmente las órdenes, sigue siendo un ser humano con corazón y conciencia. Y hay órdenes cuya procedencia no tiene legitimidad moral para exigir nada. Y mucho menos, si lo que se demanda de vosotros es que sofoquéis violentamente a personas que defienden principios y valores democráticos que muchos compartís. Gente que reclama trabajo y justicia social para vivir en paz. Lo mismo que sin duda queréis vosotros. Una sociedad democrática y madura cuya policía tenga libertad para ejercer la objeción de conciencia ante un mandado indecente. O el suficiente valor para desobedecer a los títeres de este putrefacto sistema y aceptar las flores que les ofrecen los disidentes.

Publicado en Público