LA JAURÍA MEDIÁTICA DEL FASCISMO
La extrema derecha, los fascistas conocidos, necesitan el odio para captar adeptos. Verbalizan una violencia extrema que usan impunemente escudándose en la libertad de expresión. Ahora aullan como fieras hambrientas aplaudiendo el asesinato de Bin Laden. Antes de matarlo habría que haberle dado otro tiro en las pelotas- Rezonga satisfecho el periodista Alfonso Rojo. Y ésta es muy buena: la felicitación por las torturas y ejecuciones extra-judiciales sin complejos del gobierno Obama- de boca de Isabel San Sebastián- comparándolo con la debilidad y cobardía de otro gobierno, el socialista español, que negocia con terroristas y los pone en libertad. Una olla podrida. El primero, por dar rienda suelta a sus propias fantasías sádicas sin tener en cuenta que vivimos en un estado de derecho que defiende la jurisprudencia por encima de las venganzas personales. Doña Isabel por olvidar que durante la legislatura del Partido Popular también negoció con los "soldados de la patria vasca", como gustaba llamarlos el ex-presidente Aznar en la intimidad. Y que durante ese mandato, salieron presos etarras de las cárceles en mayor número que durante el socialista. Principalmente porque son los jueces, como mandan las leyes de un estado de derecho, los que toman la decisión de liberarles. No odian solo a los etarras o a los independentistas ni siquiera solo a la gente de izquierdas o progresista. Odian a la propia derecha civilizada que no acepta bregar con tanta porquería. Muchos de éstos suspiran por un Guantánamo hispano donde aplicar tormentos a los terroristas y administrarles matarile con la alegría de los viejos tiempos. Para su desconcierto, la democracia gana un punto gracias a que el TC ha aceptado las listas de Bildu. Si el PP exige que Bildu condene cada atentado de ETA para comprobar su desvinculación con la banda. ¿No sería lógico exigir al PP que hiciera lo mismo con cada uno de los atentados lingüísticos que comete la caterva ultramontana con la que se asocia? ¿No alberga esta forma de manipular mediáticamente la ira del pueblo una variedad de terrorismo ideológico? Si yo fuera una persona decente de derechas, que haberlas haylas, firmaría todas las declaraciones que me pusieran por delante para que no me relacionasen ni de lejos con estos individuos.
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