LOS INTERESES DE ESPAÑA
Ahora que la insurrección popular contra las tiranías recorre el norte de África, España entera con el Partido Popular a la cabeza, se congratula del brote de dignidad revolucionaria de los hermanos árabes. Pero eso es ahora, claro. Porque mientras estos dictadores fueron útiles para los negocios, los gobiernos de nuestra peripatética democracia no sentían escrúpulos en estrechar sus manos ensangrentadas. ¿Y por qué apoyamos estos regímenes criminales? Pues miren ustedes, como dice José bono respecto a su visita al sanguinario presidente Obiang en Guinea Ecuatorial: son cosas que se hacen por el interés de España. Pero, ¿de qué España? Porque la mía y la de muchos otros no está dispuesta a seguir cambiando sangre por petróleo. No queremos caladeros de pesca si su precio es cerrar los ojos al exterminio saharaui. No deseamos prosperidad a costa de la miseria de otros pueblos. Los intereses de la España que yo amo son mucho más ambiciosos que los suyos. Los representan millones de personas que apuestan por la defensa de los derechos humanos frente al comercio descarnado. Gente corriente que piensa que otra forma de entender las relaciones internacionales es, más que deseable, imprescindible. Nuestra propia experiencia, cuarenta años de dictadura sostenida por el "amigo" americano, debería ser suficiente revulsivo. Pero la memoria es flaca. ¡Y no digamos la memoria histórica! Amnésicos perdidos sobre nuestro pasado y haciéndonos los orates ante la injusticia que padecen los ciudadanos de los países con los que trapicheamos. Ahí estamos. En la cresta del cinismo y las hipocresía. No se de quién son realmente los intereses que defiende, señor Bono. Pero está claro que no son los de mi patria.
Publicado en Público y Diario del Alto Aragón
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