GLOBOS DE COLORES
En medio del desorden
donde tú me pusiste
sobrevivo tragándome la tráquea cada día.
Olvidando la pena de las cosas
que no compartimos.
Evitando enredarme en la memoria de tu boca.
Resistiéndome a fluir hacia tí
como un río de lava enajenada.
Una marea de sangre que pugna por salir de mis arterias
en busca de tu rastro de milagros y amapolas.
Ya no quiero vagar por este infierno.
Prefiero la anestesia del olvido
(o cualquier nacótico contra la tristeza)
a la indiferencia que me devuelven tus ojos melancólicos.
Ellos esconden el ruido que me hechiza
y me transforma
en un cómico cadáver que deambula
mendicante y errático
suplicándote un racimo
de tus hermosos globos de colores.
Para mi amiga Frantic que, como yo, sufre de ese extraño mal que solo dulcifica la poesía.
1 comentario
frantic -
Ya te digo. Siempre nos quedará la poesía para hacer el dolor más soportable.
Un abrazo.