PATRIOTAS O TRAIDORES
Según el monarca Mohamed VI, en Marruecos solo se puede ser patriota o traidor. O se apoya incondicionalmente a su régimen famélico de libertades o el disidente se transforma en objeto de persecuciones por parte del gobierno alauí. Aminatou Haidar, la activista saharaui que lleva a cabo una huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote, se convirtió, según esta máxima, en una traidora que sufrió y sufre las represalias de Marrruecos por defender los derechos humanos de su pueblo. Aminatou, tiene una mirada profunda y misteriosa, quizás a causa de los cuatro años que permaneció en una celda con los ojos tapados bajo una negra venda. Sus carceleros , en una metáfora cruel y despiadada, cegaron su visión para tratar de ennegrecer su ánimo. Pero ella no se doblegó. Ni el encierro ni las palizas consiguieron hacerle reblar en su empeño de recuperar la dignidad para El Sahara. Ahora vive en el aeropuerto canario donde fué conducida a la fuerza, tras arrebatarle el pasaporte, convertida en una apátrida por obra y gracia del gobierno marroquí y con la inestimable colaboración del nuestro. El ministro Moratinos le ofrece la nacionalidad española pero lo cierto es que, España, sigue jugando un bochornoso papel en el problema saharaui. El business es el business y Marruecos nos compra material de defensa y es un paraíso laboral para empresarios españoles que vuelven sus ojos al reino alauí cuando deciden deslocalizar su negocio. Nuestra ambigüedad nos convierte en complices. En traidores a un pueblo que compartió la misma patria y que abandonamos a su suerte. Arrinconados en el desierto a fuerza de napalm y fósforo blanco, obligados a sobrevivir en medio de la nada. Para esta gente, ser patriota, pasa por traicionar los intereses de Marruecos. Pero, ¿se puede considerar traidor a quién se resiste a la opresión y la injusticia? Creo que ha llegado el momento de que también nos posicionemos nosotros. O junto a los patriotas que luchan por la libertad y la patria saharaui o junto a los traidores, encarnados en el estado opresor del reino de Marruecos. Al lado de la justicia o del atropello de los derechos humanos. Es así de sencillo.
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