FRÍO
Frío en mi pensamiento,
páramo donde nunca prende la esperanza.
Este mundo extraño,
desmayada la ilusión del porvenir,
me pone de una vez en mi lugar.
Telarañas en tus besos
ensayados en la hiedra del dolor.
(No deberías amar a un accidente
que desconoce la melodía de los vientos)
No busques la mirada del arrogante animal
que un día creí ser.
Se lo llevó la corriente de la vida
y terminó en el mismo sumidero
donde sucumben la verdad y la mentira,
la inmundicia y la nobleza,
el vórtice absoluto que dignifica lo feo
y caricaturiza lo hermoso.
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