SENTAR CABEZA 26-o6-08

 

A muchos de nosotros nos educaron así. Nos advirtieron de la conveniencia de mirar para otro lado para evitarnos problemas. ’A veces- nos decían- es mejor hacer la vista gorda para ahorrarte dificultades en la vida.’ Y así nos transmitieron (de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno) esa conformidad bovina que enturbia nuestra sociedad actual, tan políticamente correcta e inerte ante lo que debiera ser inadmisible.

Con el asunto ’Gran Scala’ en los Monegros aragoneses sucede exactamente lo mismo. Al final de este periplo de aventuras y desventuras que supone este proyecto, relatadas profusamente y con todo lujo de escabrosos detalles en la prensa, me invade una sensación de desaliento. Compruebo cómo, mayoritariamente, la ciudadanía acepta como ’normal’ lo truculento, lo oscuro, lo poco claro. Admiten con naturalidad que nuestro gobierno de Aragón trapichee en falsas esperanzas con vendedores de humo. Asumen que el mundo de los negocios es así y que el dinero negro y los paraísos fiscales son algo inevitable. Un mal menor que debemos asumir desviando la mirada hacia otro lado.

Y una vez institucionalizada esta premisa, solo queda demonizar a los que se rebelan. La estrategia se basa en reducir al enemigo de su negocio colocándole la etiqueta de extremista y agitador social. Así, el que pide claridad y reflexión, pasa a ser el mayor enemigo del interés común. Otro radical ’tocapelotas’.

Y no solo la gente común acepta este credo. También echo de menos que algunas grandes personalidades de nuestra tierra den un paso adelante para decantarse sobre esta cuestión.

 

Nunca pensé de joven, cuando me decían que debía sentar la cabeza y no buscar líos gratuitos, que lo que me estaban pidiendo, en realidad, es que no me dejara llevar por las entrañas.

Publicado en QUÉ! 26 de junio de 2008