¿DÓNDE ESTÁ MI SOBRE CON EL SUELDO DE MOSCÚ?
El diario ABC ha sacado un artículo con una foto en la que aparecen algunos de mis mejores amigos manifestándose pacíficamente delante de la sede del PP aragonés. La cosa no tendría mayor relevancia si no fuera porque les han señalado con un numerito que luego les identifica con nombre y apellidos. Y si por si esto fuera poco, el titular del texto que acompaña al retrato dice así: Asesores a sueldo de izquierda unida agitan "concentraciones espontáneas" contra el PP en Zaragoza. Todavía no salía de mi asombro cuando me percaté de la infinitiva levedad de mi ser. Encima de no aparecer en el encuadre, aunque servidora no andaba muy lejos de la escena, nadie me ofreció un jugoso sobre para personarme en la puerta del PP. Fuí de manera espontánea. Empujada con la misma vehemencia que un golpe en las tripas. Asqueada por unos dirigentes que no merecen gobernar al pueblo que gobiernan.
Igual que hicieron Maribel, Pepe o Paloma. Como llevan haciendo durante décadas de compromiso y activismo medioambiental y social. Mojándose ,a título personal, hasta las trancas en aquellas cuestiones que consideran injustas. Comprometiendo su economía, su tiempo e incluso la libertad por las ideas que defienden.
Es verdad que son agitadores. En realidad, llevamos muchos lustros agitando juntos. Pero eso sí, en los raticos libres que nos dejan el curro, la familia y el aseo personal imprescindible. He de confesar que hay días que (entre las siete horas con el mocho, el sindicalismo, la atención de mis hijos y esta obsesión por el género panfletario que me impulsa a escribir como una endemoniada) apenas me queda energía para una conspiración como Marx manda. Pero entonces leo la prensa o escucho las noticias y un carnaval de esperpentos desfila ante mis ojos. Personajes como Bárcenas, Mato o Rajoy, ¡éstos sí que son agitadores de los buenos! Han removido tanto mi cerebro que parece que me lo hayan pasado por una minipimer.
Son ustedes, señores del gobierno, los que nos convocan a las puertas de sus sedes con tanto cinismo y desvergüenza. Ustedes son los que están agitando la ciudadanía hasta la nausea. Y no solo a cinco personas relacionadas con IU que acudieron, como tienen por costumbre, a corazón abierto y en pleno ejercicio de sus derechos. Sino a muchos otros que no militamos en ningún partido ni perteneceríamos jamás a un club que quisiera aceptarnos como socios. Vamos voluntariamente, gratis y a (y por) conciencia. Y cada vez somos más y más diversos.
No estamos a sueldo de Moscú. Lo nuestro es fácilmente demostrable ¿Y lo de ustedes?
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