EL NAUSEABUNDO OLOR DE LOS CORRUPTOS

En la ciudad de León llevan varios días soportando un inexplicable olor a podredumbre. Las autoridades sanitarias buscan y buscan el origen del pestilente aroma que envuelve la ciudad sin lograr determinar su procedencia. Un video de Anonymous colgado en la red vierte algo de luz sobre su origen: ¿ Por qué no orientan sus pituitarias hacia la Diputación? Según su versión, el nauseabundo olor procede de allí y no cesará hasta que su presidenta, Isabel Carrasco, abandone el puesto. La mujer de los trece cargos (como también es conocida doña Isabel) seguro que se perfuma con carísimas y exclusivas esencias pero, a pesar de ello, el tufillo se vuelve cada vez más consistente. Es un misterio que con toda probabilidad encontrará una explicación plausible en estos días pero, mientras tanto, me adhiero al argumento que esgrime Anonymous por muchos motivos. El primero de todos porque sería maravilloso que las transgresiones éticas y las corruptelas desprendieran moléculas que nuestras narices pudieran identificar fácilmente. Aunque debido a la ralea de la casta política que puebla nuestras instituciones patrias, todo el estado desprendería una repulsiva peste imposible de soportar. ¿Se lo imaginan? Desde la Angola nacional (Valencia), pasando por Madrid, Andalucía, Castilla, Aragón... todas las comunidades aportarían sus particulares fragancias para reunirnos en una unidad fétida de destino universal.
A lo mejor, asfixiados por este extenso muladar, abriríamos puertas y ventanas para que la brisa de la transparencia arrastrara tanta porquería. Mientras tanto ( y por si se tratase de una epidemia olfativa) vayan llenando los pulmones de las escasas reservas de oxígeno que aún nos quedan. Con la miasma rampante que nos asola lo vamos a necesitar.