SE NECESITAN 35 DEMÓCRATAS
35 es el número mágico que puede marcar la diferencia. Si no se consigue esta cifra entre los diputados que van a votar la reforma de la Constitución, la democracia permanecerá secuestrada para siempre a expensas de la tiranía económica de los mercados.
En Islandia se reescribió la Carta Magna. Pero fueron 25 ciudadanos escogidos entre y por el pueblo los que llevaron a cabo esta tarea. Y, al contrario que aquí, lo hicieron para para proteger a la nación de la rapiña especuladora. La reforma se logró con la participación activa en su redacción de cuantos islandeses quisieron hacerlo a través de técnicas on-line que, con sus sugerencias y comentarios, ayudaron a dar forma al documento. Este estado del que apenas se habla usó un referendum para negarse, por mayoría absoluta, a pagar una deuda que no les correspondía. A pesar de que el FMI congeló sus préstamos y les amenazó con toda suerte de plagas y maldiciones, los demócratas islandeses no se amilanaron. Iniciaron investigaciones penales para responsabilizar a los autores reales de la crisis. Emitieron órdenes internacionales de busca y captura contra los banqueros implicados que huyeron de su territorio. Y contrariamente a los apocalípticos augurios que se lanzaron sobre su silenciosa y pacífica revolución, Islandia se está recuperando del colapso sin aplicar las medidas que el fascismo financiero reclama a España, Grecia o Portugal.
Aquí y ahora, necesitamos 35 mujeres y hombres que defiendan la soberanía del pueblo frente a la dictadura de la UE. 35 demócratas que se nieguen a reformar nuestra Constitución al dictado de los mercaderes y atiendan las voces de una ciudadanía que también nos hemos convertido en rehenes de la banca, las multinacionales y los especuladores. ¿Existen 35 patriotas valientes entre nuestros parlamentarios? Si nos traicionan ahora, su felonía no quedará impune. La historia juzgará estos hechos y se les conocerá como los villanos que empobrecieron a sus compatriotas y les arrebataron la voz y la palabra. ¿Tendrán tragaderas para sobrellevar esta funesta fama?
Publicado en El País y Heraldo de Aragón
0 comentarios