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LA TRADICIÓN DE LA CASPA

LA TRADICIÓN DE LA CASPA

Aunque el NODO se emitiera actualmente y fuera en colorines seguiría ofreciendo esa visión de España en blanco y negro que no admite ambigüedades. Este país es así. Se define como un estado aconfesional pero, cuando menos te lo esperas, las autoridades se clavan la peineta y marchan en la procesión del Corpus a ritmo del himno nacional flanqueados por las fuerzas de orden público. Y no solo en Castilla-La Mancha bajo el influjo meapilas de un gobierno pepero. Algunos sociatas también se dejan arrebatar por el impulso místico. Como el alcalde de Zaragoza.
Al hombre le pone más un catecismo que la declaración de principios de la Internacional Socialista. E incomprensiblemente, sus socios de cabildo de IU y CHA se avinieron con él a jurar sus cargos delante de un crucifijo y una biblia. Como dios, el de los nacionalcatólicos, y las santas tradiciones mandan, faltaría más. Y es que hay mucha confusión en suelo patrio. Si no pregunten a la señora Cospedal. Bajo la mantilla bulle un infierno de contradicciones. La pobre no sabía que la santa madre iglesia condena las prácticas de fecundación in vitro a las que ella se sometió siendo soltera. Mª Dolores, divorciada y casada en segundas nupcias, aprovechó el interciso entre ambos matrimonios para ser madre casi igualico que la virgen María: sin interactuar con macho alguno. Eso es pecado y de los gordos. Pero el disfraz de beata tapa las desvergüenzas y confiere un toque formal a las charlotadas que tanto nos gusta representar en el cortijo. Mira Dolores, si de verdad quieres conquistar el futuro y el corazón de muchos españoles quitate la máscara y predica un nuevo credo. El de aplicar la tijera a los diez mil milloncejos que nos cuesta ´tener tan buena sintonía con la Santa Sede. No resultará tan pinturero como desfilar vestida de manola el día del Corpus Christi. Pero sería una medida responsable para una nación que dice no subscribirse a ninguna fe y necesita ávidamente reducir los gastos. Además para folklores casposos nos queda Esperancita, la otra lideresa, que enfundada en su traje de chulapa revienta las costuras del buen gusto.  ¡Ay de esta España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y de alma quieta!

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