SUBVENCIONAR LA INFAMIA
La Real Academia de la Historia acaba de alumbrar el Diccionario Biográfico Español. La obra consta de cincuenta volúmenes de los que solo están disponibles la mitad a un desorbitado precio. Y es que su gestación, que data de la época del gobierno aznarino, ha costado al erario público 6,4 milloncejos de euros. Según Cultura, las Academias son organismos independientes y el ministerio no tenía que conocer el contenido de la obra. Buen intento de echar balones fuera pero no cuela. Porque en esta monumental enciclopedia se cuenta que Francisco Franco era un tipo autoritario, nada totalitario, católico, inteligente y moderado. No se hace referencia al holocausto sufrido por el bando republicano, apenas se nombra la guerra civil tergiversando las causas que la desencadenaron y convierte a Negrín en un diablo cojuelo que trajo la desgracia a este país. ¡Vamos! que Franco era una especie de angelito, exterminador aunque este dato se obvie, que devolvió el esplendor al descarriado estado español. Ningún dato sobre la represión durante la dictadura, ¿qué dictadura?. Ni una palabra sobre el aislamiento, la falta de libertad y la autocracia que impuso su régimen. Tampoco es despreciable el capítulo reservado para Aznar, impulsor del proyecto, ni la rocambolesca y torticera forma de explicar su derrota frente al PSOE. Al parecer, la culpa fué del Prestige y de la conmoción producida por los atentados del 11-M. Sin embargo no se dedica un solo párrafo a la movilización ciudadana en contra de la guerra ilegal en la que el ínclito ex-presidente nos había involucrado. Puede ser que las Academias, como dice el ministro Gabilondo, sean órganismos independientes y eso les conceda autonomía para encargar un trabajo de este calibre a historiadores afines al franquismo. Pero el destino de este vergonzante panfleto son centros educativos y de formación. Luego, ¿no sería procedente que le hubieran dado un repasito antes de presentar esta infamia a bombo y platillo? Me parece una canallada que nuestra historia se manipule para insultar a miles de compatriotas que padecieron la depuración de un régimen fascista. Resulta casi tan terrible como distribuirlo entre nuestros estudiantes para que obtengan una visión distorsionada de un pasado que muchos siguen empeñados en no desenterrar jamás. Y para rizar el rizo, que la cuenta de esta ignominia la paguemos entre todos. Algo de responsabilidad tendrá el Ministerio de Cultura, si es verdad que no sabían de qué iba el tema, ¿no les parece? ¡Hay que leer más señor Ministro! Ya lo dicen los del 15-M.
Publicado en Público
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