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¡COMO ESTÁ EL SERVICIO!

¡COMO ESTÁ EL SERVICIO!

Esta carta, aunque la firme servidora, está escrita a instancias de algunos de mis compañeros/as de la limpieza del hospital público zaragozano donde curramos todos. Quieren decir unas cuantas cosas respecto a nuestro trabajo  y han delegado en mí la irresponsabilidad de que lo cuente. Allá ellos/as. La idea surgió a raíz de la visita que alcalde, concejales y otras personalidades relevantes, hicieron a los accidentados del autobús de la OPEL que estaban ingresados en el Lozano Blesa. Una vez más, porque hablamos de un hecho recurrente cuando nos visita alguien de rango o una televisión, algunos cráneos privilegiados de las jerarquías hospitalarias sugirieron a las limpiadoras que escondieran los carros de limpieza, que hacían feo. Ya les digo que no se trata de un hecho exclusivo de la visita de Belloch y su séquito. Es política de imagen. Una recomendación estética. Como lo debe ser copar la entrada de las urgencias con coches oficiales y gorilas con pinganillos que impedían el acceso de los enfermos, algunos de los cuales tuvieron que ser recogidos por los celadores en la cuesta. Personalmente pienso que son garruladas de gente que no entiende el significado del servicio público ni el grado de sacrificio que se espera de ellos. Personajillos que relacionan el boato de ser un alto cargo con alguna fantasía feudal en la que los vasallos siempre están obligados a rendirles pleitesía. Y como entonces, cuentan con su propia corte de aduladores y bufones. Esos mismos que nos piden que nos escondamos, con nuestros próscritos carros de limpieza, para no proletarizar demasiado la foto de la "aristocracia" política.
He de añadir que mis compañeras se negaron a seguir esta sugerencia y arremetieron con su carga de basura por en medio de la ilustre comitiva. Somos un colectivo acostumbrado a pelear por nuestra dignidad. Nadie nos lo ha puesto fácil. Aunque ellos no puedan entenderlo, nuestra presencia es un estético ejemplo de lucha en común, responsabilidad y orgullo de clase. Cualidades que cualquier buen demócrata nunca pretendería esconder. ¿No les parece?

Publicada en el Heraldo de Aragón

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