¡QUE LES CORTEN LA CABEZA!

Alicia Sánchez-Camacho, la candidata del PP a la Generalitat de Catalunya, está dispuesta a atravesar espejos y otros límites que deberían ser infranqueables. Como esa otra Alicia cándida y curiosa de la que escribió Carroll, ha decidido sumirse en la sinrazón de un submundo estrafalario y lleno de inquietantes personajes. Pero al contrario que a la niña del sombrerero loco, a esta Alicia no le asustan las compañías peligrosas. Ella sigue ciegamente a sus propios conejos blancos y orgullosos. Una carrrera contra reloj, recorriendo el camino trazado por  la ultraderecha xenófobo-populista, para conseguir el preciado voto del ciudadano iracundo e irracional. Alicia Sánchez nunca sería un juguete en manos de la Reina de Corazones . Ella sería la Reina. O así parece sentirse. Por eso propone que, cuando los inmigrantes se queden en paro, los expulsemos del país. Por lo menos no ha propuesto que les corten la cabeza, dirán ustedes. Pero ahí, ahí andamos. Porque tiene bemoles intentar tratar a los inmigrantes como a naipes desechables que, mientras han aportado riqueza a la sociedad, han sido tolerados y cuando las cosas se ponen feas, deben ser los primeros en ser arrojados por la borda. Decididamente, La señora Sánchez Camacho nunca podría colarse en una historia de Lewis Carroll. Con esas cualidades para la crueldad y la injusticia, doña Alicia se hubiera merendado a la lunática soberana del cuento después de haber ordenado que le cortaran la cabeza. ¡Menuda es ella!