Las colonias del Caudillo
Ahora resulta que según el canal Intereconomía, la Iglesia Católica y algunos sectores de la ultraderecha, la construcción del Valle de los Caídos fué algo así como un campamento de verano que duró 19 años. En contra de la versión del rojerío, que atribuye miles de muertes a los trabajos forzados a los que fueron sometidos los presos, existe otra que fué explicada en el Aula Magna de una universidad católica: "Los arrestados vivían muy bien, trabajaban poco, iban mucho a la cantina y salían de excursión". Vamos, !la juerga padre!. Será por eso que, a pesar del art. 16 de la Ley de la Memoria. se sigue haciendo exaltación de la dictadura y de la figura de Franco en ese monumental mausoleo que, él mismo, mandó construir para perpetuar la dimensión de su Cruzada. Y también será por eso que nada indica en el lugar el carácter de campo de concentración que tuvo la obra. Porque fué mentira. Porque el testimonio de quienes sobreviveron a los duros trabajos, el hambre, los malos tratos y las duras condiciones climatológicas fué falso. Hace unos años, uno de los pocos que trabajaron allí y quedan con vida, relataba las miserias, el miedo y las calamidades padecidas y ahora negadas con vehemencia por los acólitos al dictador. Al preguntarle si había vuelto a visitar el lugar, exclamó: "Solo volvería si instalaran un urinario sobre la tumba del dictador". Pero claro, de desagradecidos está el mundo lleno. Seguro que se trataba de uno de los pocos que no disfrutó en las "colonias" del Caudillo. Alguien que no supo valorar las idílicas condiciones en las que se erigió el faraónico monumento a la represión y la humillación de un pueblo. Un ingrato disidente.
Publicado en El Periódico de Aragón el 30 de noviembre del 2009 y en Público el 27 de diciembre
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