NO ESTOY DONDE ME VEIS...
descanso feliz entre los flácidos pechos,
entre los senos suaves y arrugados
de una virgen espiral sobre mis versos santuarios.
Estoy borracha de la tierra que ambiciono
cada vez con más frecuencia.
Y el recuerdo de esos labios
perfectamente hermosos
que algún día podré robarle a la muerte
me llena las tristezas.
Necesito un altar.
Algún rincón donde ofrendar los silogismos que jadean en mi pecho.
Un vicio eterno construido a cuchilladas.
Una oración bisbiseante
donde encontrar un lugar para mi buen amigo el escorpión.
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