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EL DÍA QUE SATANASA COLGÓ EL DELANTAL

EL DÍA QUE SATANASA COLGÓ EL DELANTAL
No le falta razón al bueno del obispo Munilla. Es obvio que las feministas llevamos el demonio dentro. Yo diría más: Si Satán es la antítesis de Dios (y se sabe de buena tinta que dios es un inequívoco macho de poblada barba), Satán tiene que ser hembra. Satanasa sería lo correcto. Eso explicaría por qué servidora, pese a exorcizar convenientemente sus demonios con cada desayuno, siente que le gira la cabeza y que está a punto de reptar por las paredes al escuchar las sandeces que algunos miembros y "miembras" de nuestra progresista y equiparada sociedad han soltado estos días sobre la huelga feminista del 8 de marzo.
Lo del obispo de Donostia no me altera el pulso. El hombre en su línea, impasible el despropósito, matizó luego que las endemoniadas son las feministas malas. Ya saben, esas que pretenden tomar el timón de su libertad reproductiva, su orientación sexual o, simplemente, decidir por sí solas qué hacer con sus cuerpos y sus vidas. Las buenas son las que obedecen lo que dice el patriarcado y la Santa Madre Iglesia (que pese a tener denominación femenina, como aquel viejo coñac, es cosa de hombres). ¡Qué pillín!
Me quedo con la cara B de los cuarenta episcopales, la del arzobispo Osorio que afirmó que... ¡hasta la virgen María se uniría a la huelga feminista!  ¡Olé su reverentísima eminencia!
El día 8 vírgenes, putas o posesas caminaremos juntas, cogidas del brazo, en casi todos los países del mundo. Los motivos nos sobran a lo largo y ancho del planeta. No pienso enumerarlos. Son de sobra conocidos. Pese a que la situación no es la misma en todas partes y depende de factores geográficos, religiosos y culturales, hay una constante que nos hermana a todas: El hecho de ser consideradas ciudadanas de segunda. La agresión es trasversal, pues trasversal debe ser la respuesta.
Y eso incluye a todas las mujeres y hombres que tengan un par de neuronas en funcionamiento. Por desgracia, no podemos contar con algunas féminas de renombre como la ministra García Tejerino o Cristina Cifuentes. Estas angelicales damas, que rechazan al demonio con el mismo ahínco que al feminismo, dijeron con carica circunspecta que ellas iban a hacer huelga a la japonesa.
Eso demuestra dos cosas. La primera que son tontas. La segunda... que son muy, muy tontas. ¿Perdón...¿hay alguien dentro de esas repeinadas cabecitas? Porque, hasta una mindundi como yo sabe que eso de la "huelga a la japonesa" es un cuento chino. Como lo de los gamusinos. Y que aunque los nipones son una sociedad tranquila, si leen un poco de historia se enterarían de las "huelgacas" que montaron los japoneses hace algunas décadas para garantizar una sociedad de cierto bienestar. Pero claro, solo son dos políticas con grandes responsabilidades autonómicas y de estado. Su principal valor es no desdecir nunca al patriarcado que, generosamente, les permite sentarse en su regazo siempre que no les de por ponerse demasiado estupendas.
Menos mal que Marianico, tras ser informado de un hecho increíble (como es la precariedad laboral de una limpiadora de hotel), una circunstancia que la sociedad en general desconocía (entiéndase la ironía) vio la luz y contradijo a sus leales cachorras.
¡Chupaos esa princesas! Que Rajoy apoya la huelga feminista. El día que el presidente se entere de lo del rescate de los bancos, de la pestilente corrupción de su propio partido, de las privatizaciones capciosas, de que hay pensiones de trescientos euros y trabajos que no te permiten salir de la pobreza... ¡Va a ser la hostia! Ya lo veo rodeando él solo el Congreso (que para eso es un lince andando rápido) pidiendo la dimisión en pleno de su propio gobierno.
¡Hay que ver la de gente que se ha propuesto explicarnos a las mujeres por qué no debemos hacer huelga el día 8! Sobre todo los que no han hecho una en su vida. Las y los que olvidan deliberadamente(o aún peor, lo ignoran) que todos los derechos laborales y sociales que se han alcanzado ha sido a fuerza de huelgas y movilizaciones. Tomando la calle, la voz y la palabra. Y nunca doblegando la cerviz ante un sistema que nos discrimina por una mera cuestión de género y esperando que las cosas se arreglen por sí solas.
 ¿Les suenan a las mujeres del PP, Ciudadanos o UPyD  las sufragistas? Pues resulta que, gracias a su lucha, vilipendiada por hombres y muchas mujeres en su tiempo, ellas pueden ahora, no solo votar, si no ocupar los inútiles cargos que las empoderan.
Como posesa perdida que soy, el día 8 colgaré el delantal y el mocho. Haré la huelga junto a mi compañero y mis hijos, todos machos pero con algo más de dos neuronas. Por desgracia, no se puede decir lo mismo de algunas relevantes hembras.
Porque pese a lo que dice alguna gárgola: Las mujeres responsables estaremos de huelga el día 8 precisamente por eso, por responsabilidad. Y porque algunas tenemos compañeros, hijos, padres o hermanos que comparten nuestra lucha y se han ofrecido para cubrirnos en todas las tareas que asumimos cotidianamente. ¿Acaso estarán endemoniados mis dos hijos por entender a la mujer como una igual y no como una subordinada? De ser así, me reconozco adoradora del demonio hasta las trancas.
 Perdón, de Satanasa.
Tiene razón Munilla. El feminismo es satánico. como el rock-and-roll.  Pero además es un movimiento cada vez más trasversal y progresivo. Y, por lógica, imparable.
Así que ya pueden preparar agua bendita en cantidades ingentes. Ya se sabe que los demonios son criaturas caprichosas. Unos okupas de almas, como el feminismo, que una vez que se te instala dentro, ya no hay exorcista que arregle el destrozo.
¡Va de retro patriarcado!
 ¿Que qué patriarcado? Pues el que tengo aquí colg... ¡Ups! Perdón. Es la diabla que me habita la que habla.

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