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EL SUEÑO DE LA JUSTICIA

EL SUEÑO DE LA JUSTICIA

El sueño de la justicia, como el de la razón, produce monstruos. Mientras políticos corruptos, empresarios imputados por delitos varios (Incluído su jefe el señor Díaz Ferrán) y banqueros a los que al nacer les extirparon la decencia, se manejan con aparente impunidad a la hora de ajustar las cuentas con la sociedad y los Tribunales, los que van a dar con sus huesos a la cárcel, son los muchachos subsaharianos que sobreviven vendiendo cedés piratas por las calles. Este país ha sidó saqueado y se están reorganizando para rebanar lo que queda del pastel, pero la Justicia se ha decantado por quitarse la venda, y la careta, para favorecer al poderoso y castigar implacablemente al más desheredado. "Sobrevivir no es delito" es la consigna del movimiento que promueve la despenalización del top-manta y el indulto para los condenados por la venta ambulante. Varias organizaciones sociales y cristianas apoyan esta iniciativa. Se enfrentan con una ley de extranjería que criminaliza la supervivencia y convierte a los inmigrantes en un objeto desechable a disposición del mercado, cosificándolos hasta el grado de definir como "ilegal" la existencia de un ser humano.

Yo no se si la Justicia está dormida, se droga o es que siente una atracción libidinosa por la erótica del poder y del dinero. Solo sé que no es objetiva. Que no es imparcial ni moral. Que es capaz de cometer iniquinidades amparándose en unas leyes arbitrarias y oportunistas y, simultáneamente, hacer la vista gorda con los "coleguillas traviesos y ladronzuelos". Porque ya se sabe que hay amistades, sobre todo las que tienen que ver con el poder y el dinero, que nunca hay que romper, por si las moscas. Y siempre resulta menos comprometido descargar el poderoso mazo judicial sobre el cráneo de un sin papeles. que tocarle un pelo a uno cualquiera de sus eventuales compañeros de golf o de batidas de caza. !Qué asquito me da todo algunos días!

Publicada en Público el 15 de noviembre del 2009

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