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LA DIETA COPRÓFAGA

LA DIETA COPRÓFAGA

La dieta mediterránea, tan rica y equilibrada, está siendo desplazada por otra bastante menos apetitosa. Las autoridades gubernamentales, con la inestimable ayuda de las eclesiásticas, nos aconsejan que empecemos a introducir en nuestra alimentación un ingrediente que tenemos que acostumbrarnos a tragar. ¿Lo adivinan? Pues sí, hablando en plata, se trata de la mierda. Porque si algo abunda en este empobrecido estado son las ingentes cantidades de detritos que supuran las instituciones. Estos excedentes son distribuidos entre la ciudadanía para que cada cuál nos metamos entre pecho y espalda la dósis diaria sin rechistar. El problema es que la fabrican mucho más deprisa de lo que nos da tiempo a deglutir. En esta escuela de cocina escatológica contamos con chefs de reputada experiencia en la materia. Maestros como Rouco Varela cuyo afán es que la porquería se convierta en la base nutricional de los más pobres. ¡Cómeros una mierda! es más o menos lo que vino a decir a los desahuciados que intentaron refugiarse en La Almudena. Eso sí, aderezada con el fariseísmo que añade a todo lo que toca. Como Arguiñano con el perejil. Y que la chusma no se ponga tontorrona. A ver si de postre se llevan también una ensalada de hostias de las fuerzas de seguridad que solicitó el arzobispo para desalojarles. Así se van consagrados a la p. calle. Que se enteren de una vez que la casa de Dios no es un albergue para menesterosos. Pero de pagar el IBI y renunciar a las millonarias subvenciones que salen del bolsillo de los contribuyentes ni mención. Esa caca también nos la tragamos con patatas en este estado aconfesional de opera bufa.
Otro plato estrella de la nueva corriente culinaria son proyectos como EuroVegas. Para conseguir que el estrafalario míster Adelson monte su ciudad sin ley en uno u otro lado, los líderes neoliberales matan. No solo le ponen los terrenos o cambian las leyes a su antojo en virtud de una hipotética cartera repleta de billetes. Por si todo esto fuera poco, nuestros intervenidos bancos financiarán el engendro. ¿ Y saben quién acabará pagando el pato? los sufridos trabajadores. Los mismos para los que está diseñado este nuevo modelo de capitalismo salvaje que revienta alegremente sus derechos. ¡Maldita sea la era de la coprofagia! ¿Cuánta mierda tenemos que tragar hasta empacharnos?

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