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LO ESENCIAL ES INVISIBLE

LO ESENCIAL ES INVISIBLE

He tenido acceso al último trabajo de la reportera francesa Florence Aubenas. La intrépida Florence no se ha sumergido esta vez en ningún conflicto bélico. Al menos, no en una de esas guerras oficiales que ilustran los telediarios con cifras de víctimas y explosiones dantescas. La batalla que nos describe en este documento tiene por escenario la lucha cotidiana por la supervivencia de una mujer de mediana edad, sin cualificación académica, en el proceloso mundo laboral. Tras mes y medio de búsqueda exhaustiva solo pudo acceder a trabajar como limpiadora a tiempo parcial con un salario de hambre que apenas le permitía pagar el alquiler de una sórdida habitación.

 Hablamos de Francia, no lo olviden, si esta aventura se desarrollara en suelo íbero las vicisitudes de la periodista se hubieran visto multiplicadas. Y se de qué hablo, créanme, porque servidora encaja como un guante en el perfil de la protagonista del experimento. Por eso, era imposible no verme reflejada en las peripecias que relata. Los sueldos miserables, las condiciones esclavistas, el ninguneo que recibes por parte del resto de los trabajadores no me son ajenos. Las mujeres que pertenecemos a este colectivo poseemos el preciado don de la invisibilidad. Algunas, las más privilegiadas, hemos encontrado cierta estabilidad en el sector y podemos pelear por mejorar nuestra situación laboral.
 Pero la inmensa mayoría pertenece a ese ejército imperceptible para el resto que soporta abusos en los horarios, maltrato por parte de sus encargados y una precariedad general que las hace aún más vulnerables a manos de sus contratadores. Si además tienes hijos, tus tragaderas pueden volverse infinitas. Con cinco millones de parados, si se te ocurre rebelarte, te señalan la puerta por donde encuentras la calle para correr. Entonces pasas a formar parte de otro subgrupo, aún más incorpóreo, el de los desempleados.
 Con la inmersión en este mundo, Aubenas da voz a las sin voz. Se mete en la piel de las que habitan la última trinchera de los trabajadores y padece mil dificultades para conseguir mantener la cabeza fuera del agua. Mira con los ojos del corazón lo que permanece invisible para la mayoría. ''Le Quai de Ouistreham'' se convierte en un libro imprescindible para entender la realidad de muchas mujeres, algunas auténticas heroinas anónimas, en una sociedad empecinada en borrarlas de la foto. Gracias Florence

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